Cree un plan de acción para su hogar
Considere qué personas deben ser incluidas en el plan
Reúnase con su familia, amigos y vecinos para planear qué hacer en caso de presentarse un brote de COVID-19 en su comunidad y cuáles son los cuidados y necesidades de cada povid-19ersona.
Planifique cómo cuidar a las personas que podrían tener riesgo de complicaciones graves
Los adultos mayores y las personas con afecciones crónicas subyacentes tienen mayor riesgo de presentar complicaciones y enfermar gravemente. Busque las soluciones posibles para evitar que puedan contagiarse.
Conozca mejor a sus vecinos
Hable con sus vecinos acerca de los posibles riesgos, utilice con responsabilidad redes sociales para compartir información y evite difundir noticias falsas o rumores.
Identifique organizaciones de ayuda en su comunidad
Haga una lista de instituciones cercanas que puedan contactar en caso de que se necesite atención médica adicional o algún otro apoyo. Considere organizaciones que proporcionen servicios de salud, apoyo psicológico, medicamentos, alimentos o cualquier otro suministro que pueda requerirse.
Haga una lista de contactos de emergencia
Asegúrese de que los miembros de su familia tengan una lista de contactos actualizada que incluya familiares, amigos, vecinos, prestadores de atención médica, compañeros de trabajo o estudios y personas que puedan contactarse en caso de alguna emergencia.
Recuérdele a los miembros de su hogar los buenos hábitos personales de salud
- Evite asistir a lugares en donde se genere una gran concentración de personas y pueda darse contacto muy cercano.
- Quédese en casa si está enfermo con síntomas leves. Si considera que empeora su situación o los síntomas se agravan, pida ayuda, salga y busque atención médica, no espere innecesariamente.
- Al estornudar o toser cúbrase la nariz y la boca con un pañuelo desechable o cubra nariz y boca con el ángulo interno del brazo.
- Limpie constantemente las superficies y los objetos que se tocan con frecuencia (mesas, interruptores de luz, llaves, manijas de puertas, gabinetes, teléfonos móviles, herramientas, etc).
- En lo posible procure no tocar las superficies donde han estado otras personas.
- No se toque la cara, ojos , boca, nariz u otras mucosas sin antes lavarse las manos.
- Lávese las manos con agua y jabón al menos por 20 segundos.
- Mójese las manos con agua limpia, cierre la llave y aplique jabón.
- Frótese las manos con jabón hasta que haga espuma. Frote la espuma por el dorso de las manos, entre los dedos y debajo de las uñas por al menos 20 segundos.
- Enjuáguese las manos con agua corriente limpia.
- Seque sus manos con una toalla limpia o al aire.
- Cuide no tocar objetos o superficies contaminadas por descuido después de lavarse las manos.
Se recomienda que se lave las manos especialmente:
- Después de limpiarse la nariz, toser o estornudar.
- Después de ir al baño.
- Antes de comer, manipular o preparar alimentos.
- Al final de tener contacto con animales o mascotas.
- Antes y después de asistir a una persona que necesita cuidado (niños, adultos mayores o personas enfermas).
Si no hay agua y jabón disponibles, use desinfectante de manos que contenga al menos un 70% de alcohol.
Lave sus manos con agua y jabón frecuentemente, especialmente si se ven sucias o pueda haber tocado objetos contaminados.
El uso de desinfectantes NO equivale a lavarse las manos.
Limpieza
Es remover suciedad, impurezas y gérmenes de las superficies. La limpieza no mata a los gérmenes, pero al removerlos, disminuye su número y a la vez el riesgo de propagar una infección.
Desinfección
Es un proceso químico que mata o erradica los gérmenes en alguna superficie, la desinfección no necesariamente limpia superficies sucias, pero al matar gérmenes disminuye el riesgo de propagar una infección.
La limpieza y la desinfección NO son sinónimos. El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), recomienda limpiar primero y desinfectar después.
Use guantes desechables, revise que no se perforen, tire los guantes después de cada limpieza. Si emplea guantes reutilizables deberán ser dedicados exclusivamente para limpiar superficies de COVID-19 .
Lávese las manos inmediatamente después de quitarse los guantes.
Si las superficies están sucias, límpielas con detergente o jabón y agua antes de desinfectar.
Para desinfectar puede utilizar soluciones con un mínimo de 70% de alcohol o una mezcla de cloro diluido en proporción de 4 cucharadas de cloro por un litro de agua. No mezcle cloro con amoniaco o cualquier otro limpiador.
Para las superficies porosas como tapetes, cortinas o textiles, lave estos artículos en lavadora o manualmente con agua tibia o caliente y séquelos completamente.
Si no hay guantes disponibles, al manipular ropa sucia, lávese las manos después de tocarla.
No sacuda la ropa sucia. Esto minimiza la posibilidad de dispersar el virus por medio del aire.
La ropa de una persona enferma puede ser lavada con la ropa del resto de los miembros del hogar.
Limpie y desinfecte los recipientes de ropa sucia. Si puede, coloque una bolsa en el recipiente antes de meter ropa sucia en su interior, deseche la bolsa después de un uso.
Siga las indicaciones que su médico le prescriba, evite automedicarse y exponerse a riesgos innecesarios.
En la medida de lo posible, la persona enferma deberá permanecer en un cuarto específico y separado de otras personas en su hogar, atendido por un solo cuidador. Elija una habitación en su casa que facilite su estancia.
La persona enferma deberá usar cubrebocas y tener su propia reserva de pañuelos desechables, papel, toalla así como utensilios de aseo -limpiados con agua y jabón y desinfectados con cloro-.
Si su hogar no tiene un baño separado, el baño deberá ser limpiado y desinfectado después de cada uso de la persona enferma.
En los cuartos y baños dedicados a personas enfermas, considere reducir la limpieza cuando sea estrictamente necesario, para reducir el contacto innecesario con la persona enferma.
Todos los miembros del hogar deberán lavarse las manos frecuentemente, al quitarse los guantes, después de estar en contacto con una persona enferma y ante la posibilidad de tocar algún objeto que pudiera estar contaminado.
¿Cómo explico una pandemia a los más pequeños?
Todas las recomendaciones que vienen a continuación se refieren a niños y niñas en etapa de educación infantil temprana (hasta los 6 años, aproximadamente, dependiendo del grado de madurez). En otras edades se deben tener el enfoque más adecuado a su nivel de competencia y que les permitan aprender y desarrollarse de acuerdo a su edad.
Los medios de comunicación y la alarma social a veces precipitan el trabajo de familias y educadores obligándonos a explicar cosas de las que nunca pensamos tener que hablar con los más pequeños. No es tan grave: solo hay que tener muy claras las prioridades.
¿El Coronavirus es un bicho pequeñito con corona?
Desde hace unas semanas parece que no se habla de otra cosa que no sea el COVID-19 (el Coronavirus): en los medios, en las calles, en las familias, en los centros educativos y hasta en las aulas de educación infantil.
No parece el tema más adecuado para hablar, pero a veces los niños y niñas son quienes lo proponen porque están nerviosos por la expectación que notan a su alrededor y necesitan expresarse. ¿Cómo podemos afrontar esta situación desde un punto de vista educativo? Lo mejor es enfocando el tema de manera sencilla, clara y sin demasiado detalle en forma que protejamos los derechos de los niños y niñas de los que somos responsables. En este caso, especialmente sus derechos a la protección y a la salud.
Protege las emociones de los pequeños
Las conversaciones en casa y la exposición continua a los medios de comunicación acerca del COVID-19 pueden generar en los niños incertidumbre, preocupación, angustia y estrés.
Por ello, te compartimos algunos consejos para reducir la tensión en los pequeños y proteger su bienestar emocional:
- Explicarles la situación en un lenguaje claro y sencillo Ser honestos y hablarles con la verdad de una manera amigable, para ello, es importante estar bien informados sobre el tema, explicarles qué es una pandemia, qué consecuencias tiene en su vida cotidiana y la importancia de tomar ciertas precauciones para reducir el riesgo de contagio de la enfermedad.
- Prestarles atención Los niños pueden reaccionar al estrés de diferentes maneras, algunos preferirán estar más cerca a nosotros por miedo; otros se mostrarán más nerviosos, retraídos, enojados o agitados, según su carácter, e incluso pueden tener reacciones como orinarse en la cama. Ante esta situación, conviene considerar sus necesidades de atención con más frecuencia de lo habitual. Es importante no tratarlos con indiferencia. Hemos de ser solidarios con sus preocupaciones, escucharlos y transmitirles calma y amor.
- Proteger sus emociones Lo más importante es escuchar sus preocupaciones ofreciéndoles nuestra total atención. Reconocer sus emociones, hacerles ver que es normal todo lo que están sintiendo. Ser más comprensivos y pacientes con ellos, buscar espacios de relajación y compartir momentos de ocio para que olviden la inquietud que perciben en el ambiente.
- Mantenerlos cerca de sus familiares y amigos Es conveniente que los niños no se separen de sus familiares y amigos cercanos. Si el alejamiento es obligado (por ejemplo, como medida de prevención de la salud de sus abuelos y amigos más cercanos), es importante que mantengan un contacto regular con ellos por otros medios (llamadas telefónicas, mensajes de texto, etc).
- Organizar nuevas rutinas y horarios regulares Aunque en situaciones de aislamiento es muy difícil no variar nuestras rutinas, es muy importante mantener ciertos hábitos. Por ejemplo, vestir con ropa cómoda aunque sea necesario permanecer en casa; dedicar un tiempo al aprendizaje, guiarlos para hacer deberes; y también acompañarles a la hora de realizar actividades recreativas.
- Controlar las fuentes de información Es nuestra obligación como padres protegerlos de toda la información que les pueda confundir o contribuir a que desarrollen ansiedad y miedo. Podemos reducir la ansiedad en casa si evitamos exponer a los pequeños de las noticias sobre el problema. Expliquemos también que no toda la información disponible en internet es correcta y que es mejor confiar en lo que dicen los expertos y fuentes oficiales, como es el caso del sitio de internet que el Centro Médico ABC pone a disposición de la comunidad: centromedicoabc.com/coronavirus
- Al mal tiempo, buena cara Hacerles notar que en tiempo difíciles o épocas de crisis, también hay actividades nuevas por aprender, por ejemplo, el hábito de higiene de manos de una manera divertida y práctica.
- Organizar actividades divertidas en familia Es fundamental planificar momentos de ocio y actividades en conjunto (como juegos de mesa, manualidades, cocinar en familia, ver películas, escuchar música, arreglar el jardín o los closets y cajones de la casa, bailar, tocar un instrumento musical, leer, practicar técnicas de respiración y meditación, entre otras).
- Realizar actividad física Ejercitarse en familia todos los días es vital para mantener el ánimo arriba y es aquí donde la creatividad juega un papel importante, como preparar una carrera de obstáculos en el jardín, subir y bajar escaleras de diversas formas, etc.
- Inculcarles respeto por el entorno Enseñarles a realizar pequeñas contribuciones a la higiene doméstica, como adquirir el hábito de separar los desechos de la basura, técnicas de reciclaje, conocer la importancia de la limpieza del entorno, de la ropa, de la vajilla, etc.
Protege la salud de los más pequeños
En este momento del desarrollo también es muy importante establecer las bases de hábitos de autoprotección que les permitirán ser responsables sobre su salud y la de otras personas a lo largo de su vida. No es necesario un tratamiento exhaustivo de las causas y efectos de las enfermedades para empezar a incidir educativamente en conductas de protección que sí están al alcance de niños y niñas desde edades muy tempranas y que además les permiten desarrollar su sentido de autoeficacia y su seguridad en sí mismos:
- El lavado de manos con agua y jabón: no solo aprender a lavarse bien las manos, sino adquirir el hábito y ser capaces de promover esta necesidad en diferentes contextos (por ejemplo: al entrar al hogar, acordarse de lavar sus manos en un restaurante, etc.)
- Reconocer los momentos cotidianos en los que estamos en contacto con suciedad y ser capaces de tomar precauciones. Por ejemplo: manejo de tierra, contacto con animales domésticos, precauciones frente a basura y heces, entre otros.
- Aprender aquellas medidas higiénicas que protegen a los demás, por ejemplo: el uso de pañuelos y servilletas, aprender a limpiar la nariz, evitar compartir cubiertos y vasos, etc.
- Adquirir respeto por el entorno: colaborar en la higiene doméstica y escolar, adquirir el hábito de tirar los desechos a la basura, conocer la importancia de la limpieza del entorno, de la ropa, de la vajilla, entre otros.
Por el momento no existen pruebas suficientes para determinar si el virus puede transmitirse de madres a fetos durante el embarazo, ni tampoco de las consecuencias que esto puede tener después en el bebé. Es un asunto que se está investigando. Las mujeres embarazadas deben tomar las precauciones adecuadas para protegerse de la exposición al virus y buscar asistencia médica si comienzan a presentar síntomas como fiebre, tos o dificultades para respirar.
¿Es seguro que una madre infectada de Coronavirus amamante a su bebé?
Si una madre presenta síntomas, pero se encuentra lo suficientemente bien para amamantar a su bebé, deberá llevar mascarilla siempre que esté cerca de él (por ejemplo, mientras lo está amamantando), lavarse las manos antes y después de tener contacto con el pequeño (también mientras lo está amamantando), y limpiar o desinfectar superficies que puedan estar contaminadas. Estas medidas de precaución han de seguirse en todo momento si una persona que sabe que está infectada del COVID-19 o sospecha que podría estarlo se relaciona con otras personas.
Si una madre está muy enferma es recomendable que se extraiga la leche para dársela al bebé en una taza y/o con una cuchara limpia, siguiendo en todo momento las mismas medidas de prevención de la infección.
Recuerda consultar con tu médico cualquier duda que tengas.
A cualquier edad, pero especialmente con los más pequeños, de poco vale enseñar a lavarse las manos si no nos ven a nosotros hacerlo a menudo. Tampoco tendrá mucho efecto lo que les digamos sobre estar tranquilos si perciben nuestro nerviosismo o que los regañemos por llamar “coronavirus” a alguien si luego nos oyen a nosotros hacer chistes que no saben interpretar.
En una etapa del desarrollo en la que las habilidades lingüísticas aún no están plenamente desarrolladas gran parte del aprendizaje se realiza por imitación y tiene un alto componente emocional. La educación de los más pequeños es un esfuerzo que nos obliga a emplear todos los sentidos.
En el área de Medicina Preventiva del Centro Médico ABC te podemos dar atención especializada ¡Contáctanos!
Fuentes:
Prepare su Hogar para COVID-19
Centro para el Control y Prevención de Enfermedades, 2020.
Acciones frente al COVID-19
Grupo Especial de Operaciones de Salvamento, 2020.
Guía para padres sobre Coronavirus
Unicef, 2020