El control prenatal adecuado puede marcar la diferencia entre un embarazo saludable y uno de riesgo.
Qué es prenatal
El término “prenatal” hace referencia al periodo que transcurre desde la concepción hasta el nacimiento del bebé, etapas que no solamente son cruciales para el desarrollo del feto, sino también para la salud de la madre debido a los múltiples cambios físicos, hormonales y emocionales que presenta.
A lo largo del periodo prenatal, es fundamental tener un adecuado seguimiento médico, lo que se conoce como control prenatal, que busca garantizar que este proceso evolucione de manera segura, anticipando o previniendo posibles complicaciones.
Consulta prenatal
La importancia de que lleves tu control prenatal en orden, incluso, si es un embarazo saludable, reside en lograr que evolucione de tal manera que ambos tengan un excelente estado de salud, solo así podrás garantizar que la llegada de tu bebé se dé en las mejores condiciones posibles, además, de esta manera tanto tú, como tu ginecólogo, tendrán una gran fuente de información sobre el desarrollo de ambos, lo que, a su vez, puede ayudarlos a prevenir un gran número de complicaciones.
Tener un control regular desde una etapa muy temprana permite identificar a las pacientes con mayor riesgo obstétrico y perinatal, además de contribuir a conductas saludables durante el embarazo.
Algunos estudios incluso sugieren que los hijos nacidos de madres sin control prenatal tienen tres veces más riesgo de nacer con peso bajo y otras afecciones. Además de los cuidados médicos, muchas veces el control prenatal puede incluir educación, soporte emocional y preparación para el parto.
Objetivos del cuidado prenatal:
- Vigilar muy de cerca el crecimiento del feto durante todo el embarazo.
- Identificar señales que puedan indicar un embarazo de alto riesgo.
- Ajustar las necesidades nutricionales tanto de la madre como del feto, a lo largo del embarazo y después del parto.
- Diseñar un plan de actividades acorde a cada trimestre del embarazo que beneficie tanto a la madre como al bebé, para lograr un parto sin dolor.
- Reducir el riesgo de complicaciones tales como el parto prematuro.
El primer trimestre es fundamental ya que es durante esta etapa en la que se comenzarán a tomar decisiones importantes al evaluar el estado de salud de la madre para lograr un desarrollo adecuado del bebé.
Llegado el segundo trimestre, los cuidados y estudios irán orientados en conocer posibles enfermedades congénitas, sexo y estado de salud en general del bebé para descartar o identificar posibles factores de riesgo.
Durante el tercer y último trimestre, lo fundamental será el estado de salud general de ambos, haciendo hincapié en los cuidados pediátricos del recién nacido.
Estudios prenatales
Los estudios prenatales son las evaluaciones médicas e incluyen análisis de laboratorio, estudios de imagen y pruebas especiales que pueden variar en función a la etapa del embarazo y de cómo se está desarrollando.
Dentro de los estudios más comunes se encuentra el análisis de sangre, el examen de orina, pruebas de infecciones, factor Rh, detección de anemia y evaluación para enfermedades de transmisión vertical, es decir de la madre al hijo, como la sífilis, VIH o la toxoplasmosis.
Más allá de los estudios de laboratorio, uno de los pilares en el control prenatal es el ultrasonido obstétrico, que permite observar el crecimiento fetal, valorar la edad gestacional, identificar posibles malformaciones y evaluar la posición de la placenta.
Cuando el embarazo es considerado de alto riesgo, también se pueden solicitar otros estudios como el ultrasonido Doppler, la amniocentesis o pruebas genéticas no invasivas.
La finalidad del control prenatal no solamente es diagnóstica, también es una medida preventiva que permite al equipo médico tomar decisiones de manera informada para garantizar, en la medida de lo posible, un embarazo saludable y un parto seguro.
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Fuentes:
Elsevier, IMSS, Mayo Clinic