¿Sabes qué es la tuberculosis? La tuberculosis es un tipo de enfermedad infecciosa que se produce a causa de la bacteria mycobacterium tuberculosis y, por lo general, afecta los pulmones, aunque también puede generar consecuencias a otros órganos del cuerpo.
Es una enfermedad que se puede tratar con antibióticos, aunque puede llegar a ser mortal, si no se atiende adecuadamente.
¿Por qué da la tuberculosis?
La tuberculosis pulmonar es una enfermedad en donde la bacteria ingresa al organismo por el aire y, por lo general, afecta a personas que tienen un sistema inmunitario debilitado, por ejemplo, personas que viven con diabetes o con enfermedades que afectan la inmunidad como el VIH, la desnutrición, entre otras. Sin embargo, no es obligatorio que quien está expuesto a la bacteria, desarrolle la enfermedad.
Una vez que la bacteria ha ingresado al cuerpo de una persona, por lo general, se aloja en los pulmones y puede estar inactiva durante años, sin generar síntomas, a lo cual se le llama tuberculosis latente.
Pero, en caso de que el sistema inmunitario se debilite, ahí puede activarse la bacteria y desarrollar la enfermedad.
¿Cómo se contagia la tuberculosis pulmonar?
Una persona que tiene una infección de tuberculosis latente, en un principio, no presentará síntomas de tuberculosis, aunque aun así puede transmitir la bacteria a otras personas al momento de estornudar, toser o hablar.
Los síntomas se comienzan a presentar, por lo general, después de que el sistema inmunológico de la persona se ha debilitado por alguna otra causa, después de meses o hasta años de haber contraído la enfermedad, dentro de estos síntomas se incluye:
- Tos prolongada que puede o no presentar sangre.
- Dolor torácico.
- Astenia o fatiga crónica.
- Pérdida de peso involuntaria.
- Fiebre.
- Sudores nocturnos.
También es importante entender que estos síntomas suelen deberse a que la bacteria se ha alojado en los pulmones, pero los síntomas pueden cambiar si la bacteria se ha alojado en la piel, en la columna vertebral, en los riñones o en el cerebro.
Diagnóstico de la tuberculosis
Para llegar al diagnóstica de la tuberculosis se pueden requerir diferentes pruebas o exámenes:
- Prueba cutánea: se inyecta una proteína derivada de esta bacteria; la reacción en la piel permite determinar si la persona ya ha sido o no expuesta a la bacteria, aunque no permite determinar si presenta tuberculosis activa.
- Radiografía de tórax: muestra anomalías que se asocian a la tuberculosis en los pulmones.
- Pruebas moleculares: pruebas que detectan la presencia de la bacteria en ciertos fluidos corporales.
- Cultivo de esputo: el esputo es un líquido que se produce en las vías respiratorias, por lo que se toma una muestra para determinar la presencia de la bacteria.
- Examen físico: el médico realiza una evaluación clínica completa que incluye analizar los síntomas y un examen físico.
Debido al tiempo que tardan en surgir los síntomas, el diagnóstico de la tuberculosis puede ser complejo y requerir adicionalmente otras pruebas o test para descartar otras posibles causas.
Tratamiento para la tuberculosis
En la gran mayoría de los pacientes que presentan una tuberculosis no complicada, los tratamientos para tuberculosis suelen ser ambulatorios y requerirán que la persona permanezca aislada para prevenir la transmisión a otras personas, el uso de antibióticos durante un periodo prolongado y el tipo específico, así como su duración, dependerá del tipo de tuberculosis que esté presentando ya sea si está en su fase latente o activa.
Más allá del tratamiento farmacológico, es importante que el paciente siga las indicaciones del médico respecto a aislamiento, descanso, dieta y cualquier otra medida de apoyo que crea conveniente.
Es importante llevar un correcto tratamiento contra la tuberculosis para prevenir cualquier complicación a la salud que podría poner en riesgo la vida del paciente.
En el área de Medicina Interna del Centro Médico ABC te podemos dar atención especializada, si tienes dudas sobre la tuberculosis ¡contáctanos!
Fuente:
OMS, MedlinePlus, CDC