En ocasiones, ya sea por desgaste, enfermedades o accidentes, las articulaciones requieren de un reemplazo artificial para que el cuerpo siga funcionando correctamente y se recupere la movilidad para vivir con calidad.
Reemplazos y procedimientos
Existen varios tipos de reemplazos articulares. Los más comunes son caderas, rodillas y hombros. Se cuenta con una gran variedad de prótesis y dependiendo del caso se individualiza el tratamiento del paciente para seleccionar el implante más adecuado.
Existen protocolos completos para el manejo de estos pacientes, tanto previo a la cirugía como durante esta, tiempo de hospital y el proceso de rehabilitación. En la parte previa se hacen estudios para valorar el estado general del paciente, detección de enfermedades o alteraciones que puedan ser corregidas previas al reemplazo con el fin de llevar a estos pacientes en las condiciones óptimas para el procedimiento.
La operación es en sí el último recurso, generalmente se intenta primero tratar con fisioterapia o medicamentos. Cuando el dolor se vuelve severo e interfiere con actividades cotidianas como bañarse, vestirse, subir o bajar de un automóvil, subir y bajar escaleras, la capacidad de caminar disminuye o se limita por dolor, es momento de indicar un tipo de estos reemplazos.
Para estos procedimientos existen una gran variedad de materiales, son aleaciones metálicas entre las cuales que se encuentran titanio, cobalto cromado, acero inoxidable, materiales de tipo cerámico y plásticos, como el polietileno.
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