La diabetes es un padecimiento que puede llegar a generar enfermedad renal, debido a que presenta mecanismos conocidos como factores de inflamación, lo que produce de manera crónica, tras varios años, que el riñón se inflame y, eventualmente, se conviertan en cicatrices, señala la Dra. Amaya Caviedes Aramburu, especialista en nefrología del Centro Médico ABC.
Por otra parte, la hipertensión genera que el corazón trabaje más duro, lo que, con el tiempo, puede dañar los vasos sanguíneos, incluyendo los de los riñones, que también traerían problemas en su funcionamiento.
La Secretaría de Salud señala que, en México, se estima una prevalencia de enfermedad renal de 12.2 por ciento y una tasa de 51 defunciones por cada 100 mil habitantes; en la mayoría de los casos se puede prevenir al ser consecuencia de hipertensión y diabetes mal controladas, así como de obesidad u otros padecimientos crónicos.
Una persona con cicatrices en el riñón se traduce en un daño irreversible. Las cicatrices hacen que se pierda tejido que, en circunstancias normales, eliminarían las toxinas a nivel renal. Pero, una vez que se generan las cicatrices, el paciente presentará insuficiencia renal crónica, como la uremia, que es un conjunto de signos y síntomas que se caracterizan por náuseas, vómito, dificultad para dormir, hinchazón de piernas, sabor metálico por la comida, temblores o mareos.
Estos síntomas son los más frecuentes en los pacientes que ya tienen insuficiencia renal crónica, que es catalogada como terminal, debido a que a partir de ahora se requerirá diálisis de manera obligatoria, sin posibilidades de revertirlo.
Algo que sí se puede llegar a hacer, indica la Dra. Caviedes, es frenar o volver más lento el avance de esta enfermedad, al cuidar los factores de progresión. Esto incluye controlar el estrés para el control de la diabetes, lo que significa canalizar el estrés mediante actividades físicas. Por otro lado, llevar un correcto control de la glucosa, del sobrepeso y de la hipertensión son herramientas indispensables.
La diabetes y la hipertensión son dos de los padecimientos que, a nivel mundial, generan más afección en los riñones, pero ambos padecimientos se pueden prevenir o detectar a tiempo para evitar complicaciones futuras.
Por último, la Dra. Caviedes comenta que lo más importante es acudir con un médico especialista, el cual solicitará estudios de laboratorio y de gabinete como muestras de sangre y ultrasonido, para poder determinar si hay o no daño en los riñones generados por diabetes o hipertensión.
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Fuentes:
Dra. Amaya Caviedes Aramburu – Especialista en nefrología del Centro Médico ABC
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