Signos y síntomas del COVID-19
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Preguntas Frecuentes sobre COVID-19
Protocolo ABC
Los coronavirus son una extensa familia de virus que pueden causar efermedades tanto en animales como en humanos.
En los humanos, se sabe que varios coronavirus causan infecciones respiratorias que pueden ir desde el resfriado común hasta enfermedades más graves como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS).
El coronavirus que se ha descubierto más recientemente causa la enfermedad por coronavirus COVID-19.
El COVID-19 es la enfermedad infecciosa causada por el coronavirus que se ha descubierte más recientemente.
Tanto el nuevo virus como la enfermedad eran desconocidos antes de que estallara el brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019.
No. El genoma del virus que causa el COVID-19 y el del responsable del síndrome respiratorio agudo severo (SRAS) son similares, pero no iguales.
El SRAS es más letal pero mucho menos infeccioso que el COVID-19.
Desde 2003, no se han registrado brotes de SRAS en ningún lugar del mundo.
Los síntomas más comunes de COVID-19 son fiebre, cansancio y tos seca. Algunos pacientes pueden presentar dolores, congestión nasal, rinorrea, dolor de garganta o diarrea. Estos síntomas suelen ser leves y aparecen de forma gradual.
Algunas personas se infectan, pero no desarrollan ningún síntoma y no se encuentran mal.
La mayoría de las personas (alrededor del 80%) se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial.
Alrededor de 1 de cada 6 personas que contraen COVID-19 desarrolla una enfermedad grave y tiene dificultad para respirar. Las personas mayores y las que padecen afecciones médicas subyacentes, como hipertensión arterial, problemas cardíacos o diabetes, tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave. En torno al 2% de las personas que han contraído la enfermedad han muerto.
Las personas que tengan fiebre, tos y dificultad para respirar deben buscar atención médica.
El «período de incubación» es el tiempo que transcurre entre la infección por el virus y la aparición de los síntomas de la enfermedad. La mayoría de las estimaciones respecto al periodo de incubación del COVID-19 oscilan entre 1 y 14 días, y en general se sitúan en torno a cinco días. Estas estimaciones se irán actualizando a medida que se tengan más datos.
Una persona puede contraer COVID-19 por contacto con otra que esté infectada por el virus. La enfermedad puede propagarse de persona a persona a través de las gotículas procedentes de la nariz o la boca que salen despedidas cuando una persona infectada tose o exhala.
Estas gotículas caen sobre los objetos y superficies que rodean a la persona, de modo que otras personas pueden contraer COVID-19 si tocan estos objetos o superficies y luego se tocan los ojos, la nariz o la boca. También pueden contagiarse si inhalan las gotículas que haya esparcido una persona con COVID-19 al toser o exhalar. Por eso es importante mantenerse a más de 1 metro (3 pies) de distancia de una persona que se encuentre enferma.
La OMS está estudiando las investigaciones en curso sobre las formas de propagación de COVID-19 y seguirá informando sobre los resultados actualizados.
Los estudios realizados hasta la fecha apuntan a que el virus causante de COVID-19 se transmite principalmente por contacto con gotículas respiratorias, más que por el aire. Véase la respuesta anterior a la pregunta
La principal forma de propagación de la enfermedad es a través de las gotículas respiratorias expelidas por alguien al toser.
El riesgo de contraer COVID-19 de alguien que no presente ningún síntoma es muy bajo. Sin embargo, muchas personas que contraen COVID-19 solo presentan síntomas leves. Esto es particularmente cierto en las primeras etapas de la enfermedad. Por lo tanto, es posible contagiarse de alguien que, por ejemplo, solamente tenga una tos leve y no se sienta enfermo.
La OMS está estudiando las investigaciones en curso sobre el periodo de transmisión de COVID-19 y seguirá informando sobre los resultados actualizados.
El riesgo de contraer COVID-19 por contacto con las heces de una persona infectada parece ser bajo. Aunque las investigaciones iniciales apuntan a que el virus puede estar presente en algunos casos en las heces, la propagación por esta vía no es uno de los rasgos característicos del brote.
La OMS está estudiando las investigaciones en curso sobre las formas de propagación de COVID-19 y seguirá informando sobre los nuevos resultados.
No obstante, se trata de un riesgo y por lo tanto es una razón más para lavarse las manos con frecuencia, después de ir al baño y antes de comer.
El riesgo depende del lugar donde se encuentre usted y, más concretamente, de si se está produciendo un brote de COVID-19 en dicho lugar.
Para la mayoría de las personas que se encuentran en la mayor parte de los lugares, el riesgo de contraer esta enfermedad continúa siendo bajo. Sin embargo, sabemos que hay algunos lugares (ciudades o zonas) donde se está propagando y donde el riesgo de contraerla es más elevado, tanto para las personas que viven en ellas como para las que las visitan. Los gobiernos y las autoridades sanitarias están actuando con determinación cada vez que se detecta un nuevo caso de COVID-19. Es importante que todos respetemos las restricciones relativas a los viajes, los desplazamientos y las concentraciones multitudinarias de personas aplicables a cada lugar en concreto. Si cooperamos con las medidas de lucha contra la enfermedad, reduciremos el riesgo que corremos cada uno de nosotros de contraerla o de propagarla.
Como se ha comprobado en China y en otros países, es posible detener los brotes de COVID-19 y poner fin a su transmisión. No obstante, la gran rapidez con que pueden aparecer nuevos brotes nos obliga a ser conscientes de la situación en los lugares donde nos encontramos o donde tengamos intención de ir. La OMS publica cada día actualizaciones sobre la situación de COVID-19 en el mundo, que se pueden consultar, en inglés, en la página https://www.who.int/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/situation-reports/.
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Los coronavirus son una extensa familia de virus que son comunes entre los murciélagos y otros animales. En raras ocasiones las personas se infectan por estos virus, que luego pueden propagarse a otras personas. Por ejemplo, el SRAS-CoV iba asociado a las civetas y el MERS-CoV se transmite a través de los dromedarios. Todavía no se ha confirmado el posible origen animal del COVID-19.
Como medida de protección al visitar mercados de animales vivos o en otras situaciones parecidas, evite el contacto directo con los animales y las superficies que estén en contacto con ellos. Asegúrese de que en todo momento se observen prácticas adecuadas de higiene de los alimentos. Manipule con cuidado la carne, la leche o los órganos de animales crudos para evitar la contaminación de alimentos no cocinados y evite el consumo de productos animales crudos o poco cocinados.
No. No hay datos que indiquen que los animales de compañía o mascotas como los gatos y los perros hayan sido infectados o puedan propagar el virus causante del COVID-19.
No se sabe con certeza cuánto tiempo sobrevive el virus causante del COVID-19 en una superficie, pero parece comportarse como otros coronavirus. Los estudios realizados (incluida la información preliminar disponible sobre el virus de la COVID-19) indican que los coronavirus pueden subsistir en una superficie desde unas pocas horas hasta varios días. El tiempo puede variar en función de las condiciones (por ejemplo, el tipo de superficie, la temperatura o la humedad del ambiente).
Si cree que una superficie puede estar infectada, límpiela con un desinfectante común para matar el virus y protegerse de este modo a usted mismo y a los demás. Lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón. Evite tocarse los ojos, la boca o la nariz.
Sí. La probabilidad de que una persona infectada contamine artículos comerciales es baja, y el riesgo de contraer el virus causante de la COVID-19 por contacto con un paquete que haya sido manipulado, transportado y expuesto a diferentes condiciones y temperaturas también es bajo.
No. Los antibióticos no son eficaces contra los virus, solo contra las infecciones bacterianas.
El COVID-19 está causada por un virus, de modo que los antibióticos no sirven frente a ella. No se deben usar antibióticos como medio de prevención o tratamiento de la COVID-19.
Solo deben usarse para tratar una infección bacteriana siguiendo las indicaciones de un médico.
Aunque algunos remedios occidentales, tradicionales o caseros pueden proporcionar confort y aliviar los síntomas de COVID-19, no hay pruebas de que los medicamentos actuales pueden prevenir o curar la enfermedad.
La OMS no recomienda la automedicación, en particular con antibióticos, para prevenir o curar el COVID-19.
Hay varios ensayos clínicos en curso con medicamentos occidentales y tradicionales.
La OMS facilitará información actualizada tan pronto como los resultados de los ensayos clínicos estén disponibles.
Todavía tenemos mucho por aprender sobre la forma en que el COVID-19 afecta a los humanos, pero parece que las personas mayores y las que padecen afecciones médicas preexistentes (como hipertensión arterial, enfermedades cardiacas o diabetes) desarrollan casos graves de la enfermedad con más frecuencia que otras.
Si no se presentan los síntomas respiratorios característicos de COVID-19 (sobre todo, tos) o no se cuida de una persona que pueda haber contraído esta enfermedad, no es necesario llevar puesta una mascarilla clínica. Recuerde que las mascarillas desechables solo se pueden utilizar una vez y tenga en cuenta también que, si no está usted enfermo o no cuida de una persona que lo esté, está malgastando una mascarilla. Las existencias de mascarillas en el mundo se están agotando, y la OMS insta a utilizarlas de forma sensata.
La OMS aconseja hacer un uso racional de las mascarillas clínicas para no derrochar innecesariamente ni usar indebidamente unos utensilios que son valiosos (véase el apartado Cuándo y cómo usar mascarilla).
Las medidas frente al COVID-19 más eficaces para protegerse a uno mismo y a los demás son: lavarse las manos con frecuencia, cubrirse la boca con el codo o con un pañuelo de papel al toser y mantener una distancia de, al menos, 1 metro (3 pies) con las personas que tosen o estornudan. Para más información a este respecto, pueden consultarse las medidas básicas de protección frente al nuevo coronavirus.
Cómo ponerse, usar, quitarse y desechar una mascarilla:
- Recuerda que solo deben usar mascarilla los trabajadores sanitarios, los cuidadores y las personas con síntomas respiratorios como fiebre y tos.
- Antes de tocar la mascarilla, lávate las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
- Inspecciona la mascarilla para ver si tiene rasgaduras o agujeros.
- Orienta hacia arriba la parte superior (donde se encuentra la tira de metal).
- Asegúrate de orientar hacia afuera el lado correcto de la mascarilla (el lado coloreado).
- Colócate la mascarilla sobre la cara. Pellizque la tira de metal o el borde rígido de la mascarilla para que se amolde a la forma de su nariz.
- Tira hacia abajo de la parte inferior de la mascarilla para que le cubra la boca y la barbilla.
- Después de usarla, quítate la mascarilla; retira las cintas elásticas de detrás de las orejas manteniendo la mascarilla alejada de la cara y la ropa, para no tocar las superficies potencialmente contaminadas de la mascarilla.
- Desecha la mascarilla en un contenedor cerrado inmediatamente después de su uso.
- Lávate las manos después de tocar o desechar la mascarilla. Usa un desinfectante a base de alcohol o, si están visiblemente sucias, lávalas con agua y jabón.
Por lo general, los síntomas de COVID-19 son leves, sobre todo en los niños y los adultos jóvenes. No obstante, también pueden ser graves y obligan a hospitalizar a alrededor de uno de cada cinco infectados. Por consiguiente, es bastante normal preocuparse por los efectos que el brote de COVID-19 puede tener en nosotros y en nuestros seres queridos.
Esta preocupación debe servirnos para adoptar medidas de protección para nosotros, nuestros seres queridos y las comunidades donde vivimos. La medida principal y más importante es la higiene regular y completa de las manos y de las vías respiratorias. En segundo lugar, es importante mantenerse informado y seguir los consejos de las autoridades sanitarias locales, como los relativos a los viajes, los desplazamientos y los eventos donde se pueda concentrar un gran número de personas.
Puede consultar los consejos sobre protección en la página https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/advice-for-public
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Las siguientes medidas NO SON eficaces contra el COVID-2019 y pueden resultar perjudiciales:
- Fumar
- Llevar varias mascarillas
- Tomar antibióticos (Véase ¿Existen medicamentos o terapias que permitan prevenir o curar el COVID-19?)
En cualquier caso, si tiene fiebre, tos y dificultad para respirar, trate de obtener atención médica lo antes posible para reducir el riesgo de desarrollar una infección más grave, y asegúrese de informar a su dispensador de atención de salud acerca de sus viajes recientes.
La mayoría de las personas que se infectan padecen una enfermedad leve y se recuperan, pero en otros casos puede ser más grave. Cuida tu salud y protege a los demás con las siguientes medidas:
Lávate las manos frecuentemente con un desinfectante de manos a base de alcohol o con agua y jabón.
¿Por qué? Lavarse las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón mata el virus si este está en sus manos.
Adopta medidas de higiene respiratoria
Al toser o estornudar, cubre boca y nariz con el codo flexionado o con un pañuelo; tire el pañuelo inmediatamente y lávese las manos con un desinfectante de manos a base de alcohol, o con agua y jabón.
¿Por qué? Al cubrir boca y nariz durante la tos o el estornudo evitar la propagación de gérmenes y virus. Si estornudas o toses cúbrete con las manos puedes contaminar los objetos o las personas a los que toque.
Mantén distanciamiento social Mantén al menos 1 metro (3 pies) de distancia entre tú y las demás personas, particularmente aquellas que tosen, estornudan y tengan fiebre.
¿Por qué? Cuando alguien con una enfermedad respiratoria, como la infección por el 2019-nCoV, tose o estornuda, proyecta pequeñas gotículas que contienen el virus. Si está demasiado cerca, puede inhalar el virus.
Evita tocarte los ojos, la nariz y la boca
¿Por qué? Las manos tocan muchas superficies que pueden estar contaminadas con el virus. Si te tocas los ojos, nariz o boca con las manos contaminadas, puedes transferir el virus de la superficie a sí mismo.
Si tienes fiebre, tos y dificultad para respirar, solicita atención médica inmediata
Los síntomas respiratorios con fiebre pueden tener diversas causas, y dependiendo de sus antecedentes de viajes y circunstancias personales, el 2019-nCoV podría ser una de ellas.
Manténte informado y sigue las recomendaciones de los profesionales sanitarios
La vacuna contra la COVID-19
En base a la información científica de cada una de las vacunas ya autorizadas por emergencia contra la COVID-19 esta refiere que pueden prevenir en casi un 100% en las formas graves o que requieran hospitalización por la infección por SARS-CoV-2
Aumentar el número de personas en la comunidad que están protegidas de contagiarse con la COVID-19. Prevenir que el virus que causa la COVID-19 se propague y se replique, lo que le permite mutar y posiblemente volverse más resistente a las vacunas.
- La vacuna de Pfizer-BioNTech, tiene un 95% de eficacia posterior a la segunda dosis en la prevención contra la COVID-19 sintomática. Esta vacuna es para mayores de 16 años. Está compuesta por dos dosis que se aplican con 21 días de diferencia
- La vacuna de Moderna, tiene un 94.5% de eficacia posterior a la segunda dosis en la prevención contra la COVID-19 sintomática. Esta vacuna es para mayores de 18 años. Está compuesta por dos dosis que se aplican con 28 días de diferencia.
- La vacuna Janssen/Johnson & Johnson, tiene 66% de eficacia posterior a la segunda dosis en la prevención contra la COVID-19 sintomática. Esta vacuna es para mayores de 18 años. Está compuesta por una dosis.
- La vacuna AstraZeneca y la Universidad de Oxford, tiene un 63% de eficacia posterior a la segunda dosis en la prevención contra la COVID-19 sintomática. Esta vacuna es para mayores de 18 años. Está compuesta por dos dosis que se aplican con 21 días de diferencia.
- La vacuna Sputnik V, tiene un 92.0% de eficacia posterior a la segunda dosis en la prevención contra la COVID-19 sintomática. Esta vacuna es para mayores de 18 años. Está compuesta por dos dosis que se aplican con 21 días de diferencia.
Estas vacunas están autorizadas como emergencia, el proceso de las vacunaciones en general lleva años en sus diferentes fases pero por la situación de la pandemia estos se han acortado, los puntos urgentes en este proceso fueron la documentación que se solicita para la parte administrativa, el tiempo para obtener financiación, todos estos fueron procedimientos urgentes, el tiempo que llevó la inscripción de pacientes fue increíblemente rápido.
El seguimiento fue tan meticuloso como con cualquier otra vacuna y ahora se cuenta con datos de varios meses de seguimiento de pacientes que recibieron la vacuna o el placebo.
Los efectos secundarios de las vacunas en general son locales y leves como dolor en el sitio de la aplicación, fiebre, escalofríos, mialgias y artralgias. Existe un porcentaje extremadamente bajo de reacciones alérgicas y esto tendrá que ver con ciertos componentes de cada vacuna y la predisposición de cada persona.
Las vacunas contra la COVID-19 se desarrollaron sobre la base de la proteína S, antes de que tuviera las mutaciones identificadas en estas variantes. Las vacunas protegen contra COVID 19 de formas graves.
No.
Es importante mantener las medidas preventivas antes y después de la vacuna, ya que para que estés protegido necesitas primero cumplir el esquema completo de cada marca de vacuna contra la COVID-19 y segundo permitir que nuestro sistema inmune genere anticuerpos.
Una vacuna contra la COVID-19 puede tener efectos secundarios leves tras la primera o la segunda dosis. Entre ellos:
- Dolor, enrojecimiento o hinchazón en el lugar donde se administró la inyección
- Fiebre
- Fatiga
- Dolor de cabeza
- Dolor muscular
- Escalofríos
- Dolor articular
- Náuseas y vómitos
- Malestar general
- Ganglios linfáticos inflamados
Normalmente te mantienen posterior a la aplicación de la vacuna de 15 a 30 minutos en vigilancia para ver si presentas una reacción inmediata. Los efectos secundarios leves pueden durar de uno a dos días.
Si detectas cualquier otra sintomatología diferente a la referida es importante notificar a tu médico.
Las reacciones alérgicas se presentan posterior a la aplicación a la vacuna contra la COVID-19 en un promedio de cuatro horas de haber recibido la primera dosis de la vacuna, la cual se puede presentar como:
- Sibilancia o falta de aire constante.
- Hinchazón de los labios, los ojos o la lengua.
- Enrojecimiento, hinchazón o picazón en áreas del cuerpo que no sean el brazo en el que se aplicó la vacuna.
- Si tienes signos de una reacción alérgica, busca atención de inmediato.
- Informa a tu médico sobre la reacción, aunque ya haya desaparecido o no hayas necesitado atención de emergencia.
Si claro, no existe contraindicación para la administración de analgésicos.
Las vacunas rara vez causan efectos secundarios a largo plazo.
Con base en la evidencia científica hasta el momento no se encontró algún efecto secundario a largo plazo, pero ya que son vacunas autorizadas por emergencia esto se sigue monitoreando.
Si gustas puedes encontrar información en el (https://vaers.hhs.gov/data.html). Vaccine Adverse Event Reporting System
Lo que se a observado en las bases de datos a nivel global son:
- Personas mayores de 75 años de edad
- Diabéticos más controlados
- Hipertensos más controlados
- Cardiópatas
- Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica
- Enfermedades Inmunosupresión
- Personas con obesidad
- Asmáticos
Si tienes antecedentes de reacciones alérgicas graves, como choques anafilácticos a algún componente de la vacuna que te vas a aplicar contra la COVID-19 es aconsejable no aplicar.
Si tienes antecedentes de reacción alérgica leve a otras vacunas es importante que lo notifiques al encargado de la aplicación de la vacuna para que realicen vigilancia por 30 minutos.
Sí, si tienes una afección médica previa puedes recibir la vacuna contra la COVID-19, siempre y cuando no hayas tenido una reacción alérgica a la vacuna contra la COVID-19 ni a cualquiera de sus componentes. Sin embargo, existe poca información sobre la seguridad de las vacunas contra la COVID-19 en personas que tienen un sistema inmunitario debilitado o padecen de afecciones autoinmunitarias.
No hay ninguna investigación sobre la seguridad de las vacunas contra la COVID-19 para las mujeres embarazadas o que están amamantando. Pero si estás embarazada o amamantando, y formas parte de un grupo a quien se recomienda que se dé una vacuna contra la COVID-19, quizás elijas dártela. Habla con tu Médico acerca de los riesgos y beneficios.
Hasta el momento la vacuna contra COVID-19 de Pfizer se encuentra autorizada la aplicación desde los 2 años de edad.
Haber tenido la COVID-19 quizás ofrezca alguna protección o inmunidad natural contra la reinfección con el virus que causa la COVID-19. Pero en estudios científicos se observa que la vacuna confiere una mator protección contra la COVID-19.
Se recomienda que para poder aplicarse la vacuna contra la COVID-19 en formas leves haya pasado 14 días desde el inicio de la sintomatología y en graves hasta 30 días.
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