¿Qué es Pénfigo?

Se trata de una patología no contagiosa de naturaleza autoinmune y crónica poco frecuente que produce ampollas y úlceras dolorosas en la piel, la boca o los genitales. Se presenta con mayor frecuencia en adultos de mediana edad, aunque puede aparecer en cualquier momento de la vida.

Hasta el momento se desconoce qué ocasiona el pénfigo y aunque no se considera una afección hereditaria, existen casos de predisposición genética que presentan mayor riesgo de padecerlo. Raramente se desarrolla por la administración de inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, penicilamina, que elimina ciertos materiales de la sangre, y medicamentos antiinflamatorios no esteroideos.

El pénfigo se clasifica en:

• Foliáceo: forma únicamente ampollas en el pecho, espalda y hombros. Por lo general no causan dolor.
• Vulgar: aparece con la formación de ampollas en la boca y posteriormente en el rostro o en los genitales. Suelen causar dolor.

La sintomatología característica del pénfigo vulgar, que es el más común, consiste en:

• Ampollas dolorosas y úlceras en la boca que después se forman en la piel.
• Úlceras cutáneas presentes en la boca o debajo de la lengua, el cuero cabelludo, pecho, espalda u otras zonas cutáneas, las cuales pueden:
• Aparecer o desaparecer.
• Drenar.
• Formar costras.
• Supurar.
• Descamar.
• Desprender con facilidad.

Riesgos potenciales:

• Deshidratación.
• Desnutrición por la dificultad de ingerir alimentos a causa de las llagas dolorosas en la boca.
• Efectos secundarios de los medicamentos.
• Infecciones secundarias de la piel.
• Septicemia.
• Muerte.

Una vez que tu médico analice tu sintomatología e historial clínico, te realizará una revisión física de la piel y boca para valorar las lesiones y la gravedad de las mismas. Es posible que también requieras exámenes de sangre para identificar los anticuerpos característicos presentes en el pénfigo, biopsia cutánea del tejido de una ampolla y una endoscopia para detectar lesiones en la garganta. Todo ellos ayudarán a confirmar el diagnóstico.

El tratamiento a seguir dependerá de los síntomas y daño que presentes, así como el tipo de pénfigo que padezcas, pero por lo general consiste en inhibir el desarrollo de ampollas con ciertos medicamentos tópicos o por vía intravenosa, como:

• Analgésicos.
• Antibióticos.
• Antimicóticos.
• Corticosteroides.
• Inmunosupresores.
• Nutrición con líquidos intravenosos cuando las úlceras bucales son tan dolorosas que impiden ingerir los alimentos.
• Pastillas anestésicas para reducir el dolor ocasionado por las úlceras bucales.

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