¿Qué es taquicardia auricular?

La taquicardia auricular es un padecimiento cardíaco frecuente, que se caracteriza por una arritmia de impulsos eléctricos rápidos e irregulares, superior a los 100 latidos por minutos; un ritmo normal oscila entre los 60 a 80 pulsaciones. Esta situación daña las cavidades superiores del corazón, ya que el músculo cardíaco debe esforzarse más para llevar la sangre al organismo de manera correcta.

La taquicardia auricular se presenta regularmente en mujeres embarazadas o en personas a las que les han practicado una cirugía cardiaca. Sin embargo, también puede desencadenarse por un alto consumo de cafeína, tabaco, alcohol y drogas, la presencia de infecciones bacterianas o algunos medicamentos para tratar alergias, asma y resfriados.

El riesgo se incrementa con la presencia de las siguientes patologías:

• Cáncer pulmonar.
• Cardiopatía coronaria.
• Diabetes.
• Enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
• Embolia pulmonar.
• Hiper o hipotiroidismo.
• Insuficiencia cardíaca congestiva.
• Insuficiencia pulmonar.
• Neumonía.

En la taquicardia auricular los síntomas pueden variar de intensidad según la frecuencia cardíaca y la salud general de la persona que la está presentando.

En algunos casos puede llegar a presentarse de manera asintomática, aunque comúnmente provoca molestias que afectan la calidad de vida del paciente.

Dentro de los síntomas más comunes se encuentran:

• Agotamiento o debilidad.
• Apnea obstructiva del sueño.
• Debilidad.
• Problemas para respirar.
• Episodios de palpitaciones aceleradas o irregulares.
• Mareo, aturdimiento y confusión.
• Opresión y dolor en el pecho.
• Pérdida del conocimiento.
• Sudoración.
• Vértigo.

Estos síntomas suelen aparecer de manera repentina y pueden durar desde unos pocos segundos hasta varias horas.

Si la taquicardia auricular no se trata a tiempo, puede debilitar el corazón y desencadenar una insuficiencia cardiaca, particularmente si existen otras patologías.

El diagnóstico de la taquicardia auricular suele comenzar con una evaluación clínica completa, en la cual el médico recopilará información relacionada a los síntomas, antecedentes médicos y familiares.

Uno de los procedimientos más importantes para confirmar su presencia es el electrocardiograma (ECG), el cual permite registrar la actividad eléctrica del corazón y detectar un ritmo cardíaco anormal proveniente de la zona de las aurículas.

Cómo es posible que la taquicardia auricular no esté presente en el momento de la consulta, se puede recurrir a dispositivos de monitoreo ambulatorio, conocido como el estudio Holter de 24 horas o los registradores de eventos, que permiten captar episodios irregulares mientras el paciente realiza sus actividades diarias de manera normal.

También el médico puede solicitar pruebas complementarias, que permitirán identificar causas subyacentes o condiciones asociadas, entre las que se incluyen análisis de sangre para evaluar los niveles hormonales o electrolíticos, estudios de imagen como el ecocardiograma que permite examinar la estructura del corazón, y en ocasiones puede requerirse de un estudio electrofisiológico invasivo para localizar el foco exacto de la taquicardia dentro de las aurículas.

Llegar a un diagnóstico preciso es esencial para determinar el tratamiento más adecuado.

En la taquicardia auricular el tratamiento dependerá de la causa subyacente, la frecuencia y la duración de los episodios, así como el tipo de síntomas que se están presentando.

De manera inicial se pueden utilizar medidas no farmacológicas como el reposo, aunque esto es más común en pacientes asintomáticos.

En pacientes con síntomas o episodios recurrentes, los betabloqueadores o los bloqueadores de los canales de calcio pueden ser efectivos para controlar la frecuencia cardíaca.

Para aquellos casos donde el tratamiento farmacológico no logra controlar de manera adecuada la arritmia, se puede considerar la ablación con catéter, técnica que consiste en identificar y destruir el foco ectópico auricular responsable de la taquicardia.

Mientras que en situaciones donde la taquicardia auricular está relacionada con enfermedades estructurales del corazón, el manejo debe ser integral, incluyendo tratar la condición cardíaca subyacente.

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