La anestesia pediátrica es un componente esencial en los procedimientos quirúrgicos y algunos de diagnóstico, que se realizan a los niños y las niñas; pero al contar con características particulares, el uso de anestesia en un paciente pediátrico requiere un enfoque especializado.
Qué es anestesiólogo
El anestesiólogo es un médico especializado en el manejo del dolor y en la administración de anestesia para realizar desde diagnósticos, procedimientos y hasta cirugía pediátrica.
Entre las principales funciones del anestesiólogo está la valoración preanestésica para determinar el estado físico del paciente y diseñar un plan anestésico personalizado.
Con esta información, al momento del procedimiento, el médico anestesiólogo administra el medicamento y monitoriza la profundidad anestésica, la analgesia y los signos vitales. Posteriormente, se asegura del manejo del dolor postoperatorio.
Anestesiólogo pediatra
En este contexto, el anestesiólogo pediatra es un especialista que, adicionalmente, cuenta con el conocimiento necesario para el manejo de pacientes neonatales, infantiles y adolescentes. Lo que vuelve especialmente compleja su labor al existir características únicas en función a la etapa del crecimiento en la que se encuentren.
Un ejemplo de esto es que los niños tienen vías respiratorias más pequeñas y sensibles, lo que incrementa en gran medida el riesgo de obstrucción o complicaciones durante la intubación; también su metabolismo y el proceso de eliminación de medicamentos es diferente.
Una característica particular de los neonatos y los lactantes es que tienen mayor riesgo de hipotermia, apnea y bradicardia durante la anestesia.
Los tipos de anestesia que se emplean en pediatría son:
- Anestesia general pediátrica: utilizada cuando es necesario que el niño esté completamente inconsciente durante el procedimiento.
- Anestesia regional: permite bloquear la sensibilidad de una región específica del cuerpo.
- Sedación consciente: utilizada en diversos procedimientos menores o para el diagnóstico, es una técnica que ayuda a reducir la ansiedad y el dolor, mientras permite que el niño esté despierto.
Valoración preanestésica en pediatría
La valoración preanestésica en pediatría es un proceso completo que tiene como objetivo evaluar el estado de salud del niño antes de la administración de anestesia, por lo cual es un paso crucial para identificar posibles riesgos y planificar una estrategia anestésica personalizada.
Entre los elementos clave para la valoración en la anestesia pediátrica está revisar la historia clínica detallada que señale antecedentes médicos, historia familiar y el uso de medicamentos.
Además, se requiere un examen físico que permite evaluar las vías respiratorias, el sistema cardiovascular y el estado neurológico del paciente, así como conocer el peso y talla, para calcular la dosis precisa.
En caso necesario, también se puede requerir de estudios complementarios como análisis de laboratorio o estudios de imagen.
Para lograr todo esto, la comunicación con la familia es esencial, ya que esto permitirá al anestesiólogo pediatra conocer detalles específicos que son de su interés, así como aclarar dudas y miedos que puedan tener tanto el paciente pediátrico como sus padres.
La anestesia pediátrica es una especialidad esencial para lograr realizar procedimientos cruciales de atención médica a los pacientes pediátricos desde su etapa neonatal hasta la adolescencia.
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Fuentes:
Scielo, Healthy Children, Kids Health
