La cardiología intervencionista pediátrica es una rama de la medicina que se especializa en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades del corazón en niños, a través de procedimientos mínimamente invasivos. Lo que permite tratar afecciones complejas del corazón, sin requerir de la cirugía abierta, lo que representa una opción más segura y eficaz para los pacientes pediátricos.
Cardiología intervencionista
La cardiología intervencionista pediátrica se centra en el manejo de cardiopatías congénitas y adquiridas mediante el uso de técnicas avanzadas que emplean catéteres.
Este tipo de procedimientos se realizan en laboratorios de cateterismo cardíaco que cuentan con el equipo necesario para visualizar en tiempo real el corazón y sus estructuras.
Una de las principales ventajas de la cardiología intervencionista pediátrica es que ofrece una alternativa menos invasiva en comparación a la cirugía tradicional, esto se traduce en menor índice de complicaciones, menor dolor postoperatorio y tiempos de recuperación más cortos.
Entre los procedimientos más comunes que se realizan en la cardiología intervencionista pediátrica están:
- Cierre de defectos septales: con el apoyo de dispositivos de oclusión, se tratan defectos como la comunicación interauricular o el conducto arterioso persistente.
- Valvuloplastias: dilatación de las válvulas cardíacas estrechas con el apoyo de globos de alta presión.
- Angioplastias: ampliación de arterias estrechas, como la coartación de la aorta.
- Tratamiento de arritmias: ablaciones por radiofrecuencia o crioablación para corregir circuitos eléctricos anómalos.
Para lograr todo esto, se emplean equipos altamente especializados que permiten realizar los procedimientos de manera precisa; dentro de los equipos más destacados se incluyen:
- Catéteres de diagnóstico e intervención: especializados para acceder a las cavidades cardíacas y a los vasos sanguíneos, que han sido diseñados en tamaños y longitudes adecuadas para los niños en sus diferentes etapas de crecimiento.
- Dispositivos de oclusión: para el cierre de defectos septales.
- Balones de valvuloplastia y angioplastia: globos utilizados para dilatar válvulas cardíacas estrechas o arterias obstruidas.
- Stents coronarios y vasculares: tubos metálicos que se colocan en arterias o vasos para mantenerlos abiertos.
- Fluoroscopio: permite guiar los catéteres y dispositivos durante los procedimientos.
- Ecocardiografía transesofágica e intracardiaca: visualiza con detalle las estructuras del corazón.
- Sistema de mapeo electrofisiológico: mapea y trata las arritmias en niños.
- Sistemas de hemodinámica: monitor de presión, flujo y oxigenación en el corazón y los vasos.
Estas son algunas de las herramientas o equipos que permiten realizar los procedimientos intervencionistas cardiológicos en niños.
Protocolos, cardiología pediátrica
Para llegar al apoyo de la cardiología intervencionista pediátrica se requiere seguir los protocolos de cardiología pediátrica, que son guías clínicas diseñadas para estandarizar la atención médica en pacientes pediátricos con enfermedades cardíacas.
Seguir estos protocolos garantiza que los niños y niñas reciban tratamientos basados en la mejor evidencia disponible, considerando las particularidades anatómicas y fisiológicas de su edad.
En el ámbito de la cardiología intervencionista pediátrica, los protocolos además optimizan la selección de dispositivos y de las técnicas de intervención. Esto asegura que los procedimientos se realicen de forma eficaz y con el menor impacto posible en la salud de los niños.
Cardiología clínica e intervencionista pediátrica
La cardiología clínica e intervencionista pediátrica son ramas complementarias dentro del cuidado del corazón infantil. Ambas disciplinas trabajan de manera coordinada para garantizar un enfoque integral, desde el diagnóstico hasta el tratamiento y el posterior seguimiento.
La cardiología clínica pediátrica tiene su enfoque en la evaluación o manejo no invasivo de las enfermedades cardíacas en niños, esto se logra con la prescripción de medicamentos para tratar condiciones como insuficiencia cardíaca, hipertensión pulmonar o arritmias. Adicionalmente, la cardiología clínica deriva a los pacientes pediátricos para recibir procedimientos intervencionistas o quirúrgicos en caso necesario.
El trabajo conjunto entre ambas subespecialidades es esencial para brindar una atención personalizada y efectiva, maximizando los beneficios para los pacientes pediátricos y reduciendo sus complicaciones.
La cardiología intervencionista pediátrica es una especialidad fundamental en el manejo de diversas enfermedades cardíacas en niños; y gracias a su enfoque mínimamente invasivo, así como su capacidad para atender problemas complejos, ha mejorado la calidad de vida de miles de niños que viven con este tipo de afecciones.
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Fuentes:
Healthy Children, Elsevier, Cigna
