El cáncer de riñón, también conocido como cáncer renal, es un tipo de cáncer que comienza en los riñones. Los riñones son dos órganos ubicados en el abdomen que permiten eliminar los desperdicios de la sangre, así como el exceso de agua a través de la orina, con el objetivo de equilibrar las sustancias químicas que hay en el cuerpo.
El Dr. Fernando Bolio Laviada, urólogo con una alta especialidad en urología oncológica del Centro Médico ABC, señala que hasta el 90% de los cánceres de riñón se llegan a diagnosticar de manera incidental. Esto debido a que el paciente se realiza algún estudio de imagen por cualquier otro motivo y ahí se detecta la tumoración renal.
A partir de estos estudios el médico comenzará a valorar el tipo de tumor, sus características, dimensiones y analizar el procedimiento a seguir.
Existen dos posibilidades de presentar tumores en los riñones. Por un lado, está el tipo sincrónico que es un tumor en uno de los riñones y es el caso más frecuente. Por otra parte, existe el tipo metacrónico en donde ambos riñones presentan dos o más tumoraciones y frecuentemente se desarrolla debido a síndromes hereditarios.
Al ser, el cáncer de riñón, un padecimiento asintomático en su comienzo, ha generado que frecuentemente su detección sea cuando ya existen otros síntomas como orina en la sangre, fiebre, pérdida del apetito, entre otros; síntomas que son inespecíficos y frecuentes en diversos padecimientos. Cuando un paciente llega a estos síntomas, la enfermedad ya está avanzada.
Una de las características más importantes que presenta el cáncer de riñón, indica el Dr. Bolio, es el cáncer más letal del área genitourinaria, los órganos que permiten orinar. Este padecimiento, en caso de no controlarse a tiempo, tiene la capacidad de ser metastásico a mediano o largo plazo y, en función a su agresividad o características, puede llegar hasta el cerebro u otros lugares que no son tan frecuentes, motivo por el cual si el cáncer de riñón se deja avanzar puede resultar en la muerte del paciente.
“La American Cancer Society señala que aproximadamente 14,890 personas (9,920 hombres y 4,970 mujeres) morirán debido a esta enfermedad. Además, se diagnosticarán alrededor de 81,800 casos nuevos de cáncer de riñón por año.”
Para evitar llegar a esto, cuando un médico detecta un tumor renal en un solo riñón, se procederá a extirpar el órgano. El motivo de este tratamiento es debido a la alta probabilidad de que se disemine a otros órganos, lo que lo vuelve peligroso. Adicionalmente, es frecuente que los tumores en el riñón produzcan muchos vasos sanguíneos anormales que fácilmente pueden provocar sangrado peligroso en el paciente.
Aunque existen casos donde se realiza una biopsia, esto es más frecuente en pacientes que solamente cuentan con un riñón y que ya no se puede quitar. Para estos casos, se buscará un tratamiento adyuvante con medicamentos destinados a controlar la enfermedad.
Una vez retirado el tumor y conociendo la histología de este, se puede solicitar un tratamiento sistémico que es de inmunoterapia o inhibidores de la tison-quinasa, una sustancia que bloquea la actividad de la proteína e impide su crecimiento. Para este tipo de cáncer no se emplea quimioterapia, comenta el Dr. Bolio.
Para los pacientes que cuentan con tumoraciones en ambos riñones, el médico deberá realizar un análisis más minucioso para su tratamiento, esto es debido a que un paciente con dos tumores similares en ambos riñones no es lo mismo que un paciente con un tumor pequeño en uno de sus riñones y un tumor grande en el otro.
Una vez que le han quitado el riñón al paciente y, en función a los tratamientos posteriores que se le pueden indicar, mientras el cáncer no se haya diseminado a otros órganos, el paciente podrá llevar una vida normal, con una dieta supervisada mas no limitante, y que esté atento a mantener la salud de su riñón de una manera óptima. El nefrólogo lo estará acompañando para mantener una salud adecuada y bajo vigilancia.
Para el Dr. Bolio, la recomendación es realizarse Check up preventivos, antes de percibir cualquier síntoma, con el objetivo de detectar este tipo de padecimientos cuando se pueden atender de una manera sencilla. En el caso del cáncer de riñón, realizarse un estudio de imagen de tomografía base a partir de los 40 años y, en función a lo que el médico nefrólogo indique, es una gran herramienta para atender este cáncer en una etapa temprana.
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Fuente:
Dr. Fernando Bolio Laviada – Urólogo con alta especialidad en urología oncológica del Centro Médico ABC
