El tratamiento para el lupus varía en función a la gravedad de los síntomas y los órganos afectados, así como el objetivo que se tenga al momento de controlar los síntomas, prevenir brotes o reducir el daño que se genera.
Las causas del lupus aún son desconocidas, sin embargo, es más común en mujeres que en hombres y se presenta generalmente entre los 20 y los 40 años de edad, predominantemente en raza negra y asiática. Sus síntomas varían y el 40% de los pacientes presentan manifestaciones cutáneas como principal signo de alerta.
Qué es el lupus y qué lo origina
El lupus es una enfermedad autoinmune y crónica que puede afectar múltiples sistemas del cuerpo, esto significa que puede afectar la piel, las articulaciones, el cerebro, los órganos o las articulaciones.
De manera normal, el sistema inmunológico es el encargado de defender el organismo contra las enfermedades o infecciones, pero el lupus provoca que el sistema inmunológico ataque por error alguna o varias partes del organismo.
No se conoce aún la causa exacta de que se desarrolle el lupus, aunque se cree que es debido a una combinación de factores que incluyen los genéticos, hormonales y ambientales.
Tipos de lupus
Existen diferentes tipos de lupus, el más común es el eritematoso sistémico, que ataca diferentes partes del cuerpo; entre otros tipos de lupus se encuentran:
- Lupus eritematoso sistémico (LES): la forma más común y grave de lupus, afecta múltiples órganos y sistemas en el cuerpo; suele presentarse en brotes donde los síntomas empeoran por un periodo de tiempo y, posteriormente, disminuyen o desaparecen.
- Lupus cutáneo: afecta principalmente la piel y se puede presentar en diversas formas como el lupus discoide que genera erupciones cutáneas en el rostro, cuero cabelludo y otras zonas expuestas al sol; o como el lupus subagudo cutáneo que sale en zonas expuestas al sol, pero no genera cicatrices.
- Lupus inducido por fármacos: una forma reversible de la enfermedad, que es una secuela al uso de ciertos medicamentos.
- Lupus neonatal: forma rara de la enfermedad que se manifiesta en recién nacidos de madres con lupus o con otro tipo de enfermedades autoinmunes.
Síntomas de lupus
En la enfermedad de lupus, existe una amplia gama de síntomas que pueden variar de forma significativa entre paciente y paciente, ya sea por la manera en que se presentan o por su nivel de intensidad. Aún así, existen algunos síntomas generales que pueden presentarse con mayor frecuencia:
- Fatiga extrema: este es uno de los síntomas más comunes, el agotamiento profundo que se presenta no logra mejorarse con el descanso.
- Fiebre: altas temperaturas corporales, sin una causa infecciosa obvia, es otro síntoma frecuentemente relacionado con el lupus.
- Dolor e inflamación articular: tanto el dolor en las articulaciones, como la artritis, inflamación articular, es frecuente; aunque puede pasar en cualquier articulación, suele suceder más en manos, muñecas y rodillas.
- Erupciones cutáneas: estas erupciones suelen desarrollarse especialmente en la cara, en el área de mejillas y el puente de la nariz.
Por otra parte, existen algunos síntomas específicos, que surgen en función al órgano que se ve afectado por el lupus.
Cuando la piel se ve atacada, aparte de la erupción cutánea en la cara, también pueden desarrollarse otras erupciones en el área de cuello, manos, pecho; así como un generar una mayor sensibilidad al sol, úlceras bucales y pérdida de cabello.
Si los riñones son los afectados, puede haber nefritis lúpica, que puede resultar en insuficiencia renal si no se trata adecuadamente; también puede haber hinchazón de piernas y pies, presión arterial alta o sangrado en la orina.
El lupus puede causar inflamación del corazón o los pulmones, lo cual puede provocar dolor en el pecho.
Si el sistema nervioso central o el cerebro son los afectados, puede generar dolor de cabeza, mareo, problemas de memoria, cambios de humor o hasta el desarrollo de un ictus.
Además, puede desarrollarse anemia, número bajo de glóbulos blancos o plaquetas, en caso de que afecte el sistema sanguíneo.
En general, los síntomas de lupus en mujeres y en hombres son similares, pero debido a que es más frecuente que se desarrolle esta enfermedad en las mujeres, es posible que haya más síntomas o con mayor intensidad.
Como el lupus es una enfermedad que puede afectar diferentes órganos en el cuerpo y presentarse de manera diferente en cada persona, el tratamiento para el lupus en muy diverso, pero algunas de las opciones de tratamiento más comunes son:
- El uso de AINEs, medicamentos antiinflamatorios no esteroides que ayudan a aliviar el dolor y la inflamación en músculos o articulaciones.
- Los corticoides también reducen la inflamación y suprimen el sistema inmunológico.
- Los antimaláricos son efectivos para la prevención de brotes o ante algunos síntomas cutáneos.
- En casos graves de lupus puede requerirse el uso de inmunosupresores.
Es de vital relevancia que el médico especialista seleccione el tipo de medicamento adecuado para tratar cada caso.
Adicionalmente a esto, también se suele requerir adoptar medidas que ayuden a mejorar la calidad de vida, donde se incluye la práctica de ejercicio moderado, disminuir la exposición al sol, reducir el estrés y llevar una dieta equilibrada.
Esta enfermedad es difícil de diagnosticar debido a que sus síntomas aparecen lentamente y, dado que no existe una cura para este padecimiento, el tratamiento está enfocado en controlar los síntomas. Y aunque se puede llegar a pensar que el lupus es mortal, necesariamente no lo es, pero en casos graves o con un mal manejo su gravedad puede aumentar y, dependiendo de los órganos que se ven afectados, sí se pueden desarrollar complicaciones que llegan a poner en riesgo la vida de las personas.
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Fuentes:
NIH, MedlinePlus, FDA