La neuroanestesia es una rama especializada de la anestesiología que se encarga de administrar anestesia a aquellos pacientes que requieren de algún tipo de cirugía relacionada al sistema nervioso central o al sistema nervioso periférico.
Los procedimientos quirúrgicos que involucran al cerebro, la médula espinal, los nervios periféricos y las estructuras relacionadas requieren un enfoque muy preciso y especializado, diferente a otros procedimientos quirúrgicos, con relación a la anestesia. Esto se debe a las condiciones fisiológicas de estos órganos y la delicadeza de los mismos.
A grandes rasgos, la neuroanestesia hace referencia al uso de técnicas anestésicas especializadas, en las que es necesario considerar factores adicionales por la alta sensibilidad de los tejidos nerviosos, el riesgo de daño cerebral o daño medular, junto con las implicaciones que cualquier alteración en la función neurológica pudiera tener en el paciente.
Dentro de los procedimientos que suelen requerir del apoyo de neuroanestesia están las intervenciones en el cerebro como tumores cerebrales, aneurismas o cirugía de la epilepsia; así como operaciones en la médula espinal, cirugía de nervios periféricos, cirugías vasculares del sistema nervioso, por mencionar algunas.
Pero la neuroanestesia es una herramienta que también se llega a emplear en procedimientos menos invasivos como los estudios neurofisiológicos o en procedimientos de neurocirugía funcional.
Neuroanestesiólogo
El neuroanestesiólogo es un anestesiólogo especializado en conocer la anatomía, fisiología y farmacología que afecta el sistema nervioso. Su principal objetivo es garantizar que los pacientes no sientan dolor ni ansiedad en el momento de su procedimiento, a la par que minimiza los riesgos de daños neurológicos.
Para lograr esto se apoya de la evaluación preoperatoria del paciente que puede influir en la elección del enfoque anestésico.
Durante la cirugía se realiza el monitoreo intraoperatorio para supervisar de cerca las funciones neurológicas del paciente, así como otros signos que incluyen la presión intracraneal, la perfusión cerebral, la oxigenación del cerebro y los signos de alteración neurológica.
Tanto la anestesia como la neuroanestesia tienen riesgos inherentes, así que el neuroanestesiólogo está capacitado para anticipar posibles complicaciones y prepararse para manejarlas de manera rápida, en caso de que se presenten.
Posterior a la cirugía, este especialista continúa vigilando de cerca al paciente mientras controla el dolor y evalúa la función neurológica para detectar posibles complicaciones postquirúrgicas como lesiones cerebrales o hemorrágicas.
Medidas de neuroprotección
El término medidas de neuroprotección hace referencia a las estrategias y técnicas empleadas para prevenir o reducir el daño cerebral durante la cirugía. Medidas que son fundamentales dentro de la neuroanestesia, debido a que el cerebro es un órgano muy vulnerable y cualquier alteración ya sea en su perfusión, oxigenación o temperatura puede tener efectos adversos.
Dentro de las medidas de neuroprotección más frecuentes está el control estricto de la presión intracraneal, el manejo de la temperatura, optimización del flujo sanguíneo cerebral, uso de anestésicos neuroprotectores y el monitoreo cerebral que ayuda a detectar alteraciones tempranas en la función cerebral.
Neuroanestesia pediátrica
A su vez, dentro de esta especialidad también está la neuroanestesia pediátrica, la cual cuenta con características particulares debido a las diferencias fisiológicas y anatómicas entre los niños y los adultos.
A pesar de que las bases de ambas especialidades son las mismas, los niños tienen cerebros que aún están en desarrollo, su sistema cardiovascular es más frágil y también presentan una mayor susceptibilidad a ciertos medicamentos.
Además, los niños metabolizan los anestésicos de manera diferente a como lo haría un adulto, lo que implica ajustes en la dosificación y en la elección de medicamentos.
Estos son algunos ejemplos por los que es necesario que un neuroanestesista pediátrico sea el encargado de brindar atención a los pequeños en caso de requerir una neurocirugía pediátrica.
La neuroanestesia es un campo altamente especializado que cuenta con conocimiento profundo de la fisiología del sistema nervioso y desempeña un papel crucial en la optimización del estado neurológico y hemodinámico de los pacientes.
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Fuentes:
Elsevier, Scielo, MedlinePlus
