Es importante conocer qué es la tosferina, que también puede ser llamada como tos ferina o tos convulsiva y esta condición es una infección bacteriana altamente contagiosa, causada por la Bordetella pertussis.
Esta enfermedad afecta especialmente las vías respiratorias y se caracteriza por episodios de tos violenta y prolongada y, por lo general, continúa por una inhalación aguda. Esta condición puede presentarse en cualquier edad, pero por lo general los niños pequeños o lactantes son los más vulnerables a desarrollar complicaciones graves.
Como se presenta, la tosferina, en adultos y en niños es diferente. En los lactantes y niños pequeños tiene riesgo potencial de generar complicaciones como neumonía, convulsiones, encefalopatía o en casos extremos la muerte.
Los niños menores a seis años pueden no presentar tos, pero sí generar episodios de apnea, pausas en la respiración, que también son de alto riesgo.
La tosferina en los niños mayores y adolescentes puede parecerse en un inicio al resfriado común, pero, posteriormente, la tos se vuelve más intensa y persistente, durante semanas o meses.
Mientras que, en los adultos, se suele manifestar con síntomas leves, lo que dificulta su diagnóstico y se puede confundir con bronquitis crónica o tos crónica por otra causa.
Tosferina síntomas
A grandes rasgos, la fase evolutiva de lo que es la tosferina se divide en tres etapas:
- Fase catarral: dura entre una o dos semanas e incluye síntomas similares a los del resfriado común, incluyendo la secreción nasal, fiebre leve, tos leve; durante esta fase la tosferina es altamente contagiosa.
- Fase paroxística: presenta episodios de tos intensa y prolongada; durante los accesos de tos, la persona puede enrojecerse, presentar vómito y un sonido agudo al inhalar; esta fase puede durar entre dos a seis semanas, con la posibilidad de durar más.
- Fase de convalecencia: aquí la frecuencia e intensidad de la tos va disminuyendo de forma gradual y puede durar varias semanas o meses en desaparecer por completo.
Tos ferina tratamiento
Es fundamental brindar tratamiento temprano para reducir la gravedad de la enfermedad, así como prevenir su transmisión.
Una vez que se ha llegado al diagnóstico de tosferina, el médico indicará antibióticos especializados para eliminar la bacteria; durante la fase catarral, este tipo de medicamento es más efectivo, mientras que en la fase paroxística ayuda a reducir la contagiosidad, pero no disminuye la tos.
Durante los casos graves, especialmente en lactantes, puede requerir la hospitalización para monitorear la respiración y administrar oxígeno o terapia de soporte.
Adicional a esto, es importante mantener una buena hidratación y evitar irritantes respiratorios como el humo del trabajo.
Vacuna tosferina
La mejor manera de prevenir la tosferina es a través de la vacunación, y existen diversas opciones que ayudan a proteger contra la bacteria Bordetella pertussis. Dentro de las opciones que puedes encontrar están:
- DTaP (Difteria, Tétanos y Tosferina acelular): se administra en la infancia con un esquema de varias dosis y de refuerzos.
- TDAP (Tétanos, Difteria y Tosferina Acelular): vacuna de refuerzo para adolescentes y adultos, se recomienda especialmente en mujeres embarazadas y para personas en contacto frecuente con lactantes.
La vacunación en la etapa del embarazo es esencial ya que ayuda a transferir anticuerpos al bebé, protegiéndolo durante los primeros meses de vida, antes de que pueda recibir sus propias vacunas.
En la actualidad, la tosferina continúa siendo una enfermedad relevante a nivel mundial, la prevención mediante la vacunación es la estrategia más efectiva para reducir su incidencia y evitar complicaciones que podrían ser de gravedad.
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Fuentes:
MedlinePlus, Secretaría de Salud, Healthy Children
