La psoriasis, también conocida como piel escamosa, provoca enrojecimiento, escamas en la piel e irritación.
¿Qué es la psoriasis?
La psoriasis es una enfermedad crónica e inflamatoria de la piel que resulta en parches gruesos, rojos y escamosos en diferentes zonas del cuerpo, que pueden producir picazón, incomodidad y dolor en muchos de los casos.
Psoriasis causas
Para que la psoriasis se presente, existen diferentes causas que pueden intervenir, a estos se les conocen como factores de riesgo y entre los más frecuentes se encuentran:
- Factores genéticos: existe la predisposición genética, por ello, personas que tienen antecedentes familiares de psoriasis, tienen un riesgo mayor de desarrollar este padecimiento. Se estima que cerca del 30% de los casos cuentan con por lo menos un familiar en primer grado que también lo presenta.
- Sistema inmunológico: estudios señalan que la psoriasis puede ser una enfermedad autoinmune, es decir, el sistema inmunológico de la persona ataca las células de la piel sanas.
- Factores varios: factores ambientales como lesiones en la piel, infecciones, estrés, el clima o, incluso, algunos medicamentos, que pueden propiciar el desarrollo del padecimiento en personas que genéticamente ya están predispuestas a desarrollarla.
- Estilo de vida: condiciones como la obesidad, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, por citar algunos, pueden aumentar el riesgo de desarrollar psoriasis o empeorar sus síntomas en aquellos que ya la presentan.
Los síntomas de la psoriasis
Al hablar de psoriasis, sus síntomas pueden manifestarse de diferente manera como:
- Descamación: la piel con psoriasis se llega a desprender en forma de escamas de un color blanco o plateado, la psoriasis en el cuero cabelludo se conoce como caspa.
- Irritación: estos parches pueden generar picazón, ardor y dolor; y la intensidad de esta sensación variará de persona en persona.
- Parches de piel: parches en diferentes zonas del cuerpo que pueden verse enrojecidos, gruesos, con un aspecto elevado y escamoso; comúnmente se suelen ver en la espalda baja, en el cuero cabelludo, en los codos y rodillas.
- Piel seca: la persona con psoriasis puede sentir la piel afectada con resequedad y agrietada, principalmente en la zona donde se acumulan las escamas.
- Rigidez articular: especialmente en personas con psoriasis en placas severas se puede presentar dolor y rigidez en las articulaciones, a esto se le conoce como artritis psoriásica.
- Uñas engrosadas: en caso de que la psoriasis afecte las uñas, estas pueden presentar cambios en su apariencia incluyendo engrosamiento, hoyuelos y decoloración.
Los síntomas de psoriasis, así como su gravedad, variarán de persona en persona y también podrían presentarse únicamente en algún momento.
Tipos de psoriasis
Los tipos de psoriasis se catalogan en función a características particulares:
- Psoriasis en placa: también conocida como psoriasis vulgaris, es el tipo más común y se presenta en más del 80% de los casos. Aquí hay presencia de parches enrojecidos en la piel con escamas.
- Psoriasis eritrodérmica: forma rara de psoriasis que es de gravedad para la persona, debido a que afecta la mayor parte de la piel o, incluso, su totalidad. Aquí hay enrojecimiento generalizado, dolor y descamación severa.
- Psoriasis guttata: psoriasis que se caracteriza por la aparición de pequeñas manchas en formas de gota en la piel, también hay descamación. Su desarrollo suele relacionarse a infecciones bacterianas.
- Psoriasis invertida: también conocida como psoriasis flexural, afecta a zonas de la piel donde hay pliegues como las ingles o axilas; aquí la lesión suele ser lisa, con enrojecimiento y sin escamas.
- Psoriasis pustulosa: se presentan pequeñas ampollas con pus o pústulas en la piel; puede afectar a pequeñas o grandes áreas en la piel.
- Artritis psoriásica: aunque no se considera una psoriasis cutánea o de la piel, este padecimiento es una condición relacionada que afecta las articulaciones de las personas, causando inflamación, rigidez y dolor.
Psoriasis, tratamiento y cuidados
Dependiendo de factores como la gravedad, tipo y zona del cuerpo en la que se presenta, se podrán utilizar diferentes tratamientos para combatir la psoriasis. Dentro de los principales tratamientos se encuentran las cremas y ungüentos tópicos que se aplican en la piel afectada; la fototerapia, los medicamentos sistémicos, en casos graves o cuando los otros tratamientos no resultan efectivos, inyecciones intralesionales, así como otras opciones de tópicos complementarios.
Es importante buscar atención en el área de dermatología, para identificar no solamente el tipo de psoriasis que puede estar presentando la persona, también para conocer el mejor tratamiento posible y evitar cualquier complicación que puede agravar el estado de salud de la persona.
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Fuente:
MedlinePlus, NIAMS, Elsevier
