La sintomatología varía dependiendo del tipo de isquemia mesentérica del que se trate:
Isquemia mesentérica aguda
En la isquemia mesentérica aguda suele presentarse un dolor abdominal intenso, de inicio súbito y que a menudo es desproporcionado en relación con los hallazgos físicos al examen.
También hay otros síntomas frecuentes como náuseas, vómito, diarrea o heces con sangre y, en etapas avanzadas, signos de sepsis o shock.
Esta condición representa una urgencia médica, debido a que la interrupción súbita del flujo sanguíneo intestinal puede provocar necrosis al intestino en pocas horas si no se trata de manera oportuna.
La forma aguda de la enfermedad puede acarrear complicaciones graves que pueden ser mortales en caso de no atenderse oportunamente, tales como:
- Septicemia: liberación de sustancias químicas en la sangre para combatir una infección, provocando una inflamación generalizada que lleva a un fallo orgánico.
- Intestino con daño permanente: la falta de circulación sanguínea produce la necrosis de las áreas intestinales sin irrigación.
Isquemia mesentérica crónica
Mientras que, en su forma crónica, los síntomas suelen desarrollarse de manera progresiva. Como síntoma principal está el dolor abdominal tipo cólico que aparece típicamente después de comer, a esto se le conoce como angina intestinal; lo que lleva a que el paciente evite la ingesta de alimentos por miedo al dolor, provocando a su vez pérdida de peso significativa.
También es posible que haya una sensación de distensión, náuseas o cambios en el hábito intestinal.
Y aunque la forma crónica de la isquemia intestinal es menos urgente que la forma aguda, también requiere de atención médica, debido a que puede progresar a una isquemia aguda.