Centro Médico ABC > Padecimientos > Macrosomía fetal

¿Qué es una macrosomía fetal?

4 de diciembre 2025

La macrosomía fetal es un término médico que describe a un recién nacido cuyo peso es significativamente mayor al esperado para su edad gestacional. Aunque muchas personas la identifican simplemente como “tener un bebé grande”, esta condición puede implicar diversos riesgos tanto para la madre como para el recién nacido. Un bebé macrosómico, por lo general, pesa entre 3,800 y 4,500 gramos, aunque los límites exactos pueden variar según las guías clínicas y el criterio médico.

Cuando el tamaño del bebé supera lo habitual, el embarazo y el parto pueden complicarse. Además, después del nacimiento, los bebés con fetal macrosomía tienen mayor probabilidad de presentar alteraciones como hipoglucemia, ictericia, dificultades respiratorias, entre otras. Por ello, identificar los factores de riesgo, conocer los síntomas y entender cómo se diagnostica y trata la macrosomía fetal es clave para un embarazo seguro.

¿Qué pasa cuando un bebé es macrosómico?

Cuando un bebé macrosómico crece por encima del tamaño esperado, las complicaciones pueden aparecer tanto durante el embarazo como en el momento del parto y en los primeros días de vida.

Complicaciones en el parto

Debido a su mayor tamaño, el parto vaginal puede dificultar. Algunas complicaciones posibles incluyen:

  • Distocia de hombro, donde los hombros del bebé se atoran después de que sale la cabeza.
  • Lesiones físicas, como fractura de clavícula o extremidades.
  • Asfixia perinatal, relacionada con dificultades para salir del canal de parto.
  • Tensión excesiva en los tejidos maternos, que incrementa el riesgo de desgarros graves o necesidad de cesárea de emergencia.

Problemas después del nacimiento

Una vez nacido, un macrosómico puede presentar:

  • Hipoglucemia, por la alta producción de insulina.
  • Policitemia, un exceso de glóbulos rojos.
  • Ictericia, por un hígado inmaduro y mayor destrucción de glóbulos rojos.
  • Trastornos respiratorios, especialmente en los primeros minutos.
  • Afecciones asociadas como cardiopatías congénitas o espina bífida, aunque estas no son causadas directamente por la macrosomía, sí pueden coexistir.

A largo plazo, algunos bebés macrosómicos presentan un mayor riesgo de obesidad infantil, resistencia a la insulina y diabetes tipo 2, por lo que el seguimiento pediátrico es fundamental.

¿Cuándo se considera macrosomía fetal?

Aunque en ocasiones se confunde con “bebé grande”, la macrosomía fetal tiene criterios específicos. Se considera que existe cuando el feto o recién nacido pesa más de lo esperado para su edad gestacional, entre los criterios más utilizados están:

  • Peso al nacer mayor a 3,800 gramos.
  • Peso al nacer mayor a 4,000 gramos (criterio frecuente en Latinoamérica).
  • Peso al nacer mayor a 4,500 gramos (criterio más estricto, aplicado para definir riesgo obstétrico elevado).

Además del peso, algunos médicos toman en cuenta si el bebé excede el percentil 90, lo que significa que pesa más que el 90% de los bebés en la misma edad gestacional.

Este concepto también se utiliza en el término feto macrosómico, que describe a un bebé grande antes del nacimiento, basándose en estimaciones por ecografía.

Dibujo que representa la macrosomía fetal, en donde se indican las características del bebé macrosómico.

Factores que aumentan el riesgo

Diversas condiciones incrementan la probabilidad de desarrollar macrosomía fetal, entre ellas:

  • Diabetes gestacional o pregestacional, uno de los factores más importantes.
  • Obesidad materna.
  • Ganancia excesiva de peso durante el embarazo.
  • Embarazo prolongado, más de 2 semanas después de la fecha estimada de parto.
  • Antecedente de bebé macrosómico en embarazos previos.
  • Edad materna mayor de 35 años.
  • Factores genéticos, incluyendo talla y complexión de los padres.

Es importante aclarar que términos como macrosomía genital se escuchan ocasionalmente, pero no tienen relación con la macrosomía fetal ni con el tamaño del bebé al nacer; se trata de conceptos distintos.

¿Cómo se diagnostica la macrosomía fetal?

La detección de un bebé macrosómico puede ser un desafío, ya que no existe una prueba única y totalmente precisa para calcular el peso fetal antes del nacimiento. Sin embargo, el médico combina diferentes evaluaciones para aproximarse a un diagnóstico.

La historia clínica y factores de riesgo permite al médico analizar:

  • Antecedentes de macrosomía fetal en embarazos previos.
  • Diagnóstico de diabetes gestacional.
  • Ritmo de ganancia de peso de la madre.
  • Edad materna y características genéticas.

Con la exploración física durante los controles prenatales se evalúan:

  • Altura del fondo uterino, que puede ser mayor a lo esperado para la semana de gestación.
  • Existencia de polihidramnios, un exceso de líquido amniótico relacionado con fetos grandes o con altos niveles de insulina fetal.

La ecografía obstétrica es la herramienta principal para estimar el tamaño del feto macrosómico. Aunque no es exacta al 100%, permite medir:

  • Longitud de huesos largos.
  • Circunferencia abdominal.
  • Circunferencia cefálica.
  • Volumen de líquido amniótico.

A partir de estos parámetros, se calcula un peso fetal estimado. La ecografía se recomienda especialmente a partir de la semana 32 del embarazo, cuando la diferencia de tamaño comienza a ser más evidente.

También se pueden emplear pruebas complementarias cuando el médico lo considera necesario:

  • Prueba sin estrés para evaluar la frecuencia cardiaca fetal.
  • Evaluación del tono muscular, la respiración fetal y del volumen del líquido amniótico.
  • Analítica materna, especialmente si existen sospechas de diabetes gestacional.

Aunque el diagnóstico definitivo de macrosomía fetal sólo se confirma al nacer, estas herramientas permiten tomar decisiones oportunas sobre la vía del parto y el plan de seguimiento.

¿Cuáles son las opciones de tratamiento para la macrosomía fetal?

El manejo del bebé macrosómico depende de varios factores: la salud de la madre, la semana de gestación, los antecedentes obstétricos y el peso fetal estimado.

Es fundamental dar seguimiento estrecho a mujeres con factores de riesgo, especialmente aquellas con diabetes o aumento excesivo de peso.

Entre las medidas recomendadas está el control adecuado de la glucosa materna, la supervisión del aumento de peso durante el embarazo; y las ecografías seriadas para vigilar el crecimiento fetal.

Es importante tomar decisiones sobre la vía del parto, una vez estimado el tamaño del feto, el médico valora si es seguro un parto vaginal o si se debe programar una cesárea.

  • Parto vaginal: puede ser posible cuando el peso estimado no supera los 4,500 gramos y no existen otros riesgos. Se realiza bajo vigilancia estrecha para evitar complicaciones como la distocia de hombro.
  • Cesárea programada: se recomienda especialmente cuando la madre tiene diabetes, el peso fetal estimado supera los 4,500 gramos o existen antecedentes de distocia de hombro. En estos casos, la cesárea previene lesiones al bebé y complicaciones maternas graves.

Al nacer, el equipo médico evalúa al bebé para identificar:

  • Hipoglucemia.
  • Policitemia.
  • Dificultades respiratorias.
  • Lesiones óseas o musculares.
  • Ictericia.

Cuando es necesario, el bebé recibe manejo inmediato en cunero o en terapia intensiva neonatal.

Si presenta riesgo de obesidad infantil o alteraciones metabólicas, el pediatra indicará consultas periódicas para vigilancia del peso, desarrollo y posibles complicaciones endocrinológicas.

En la macrosomía fetal, cuidados de enfermería suelen enfocarse en:

  • Monitorización de signos vitales.
  • Control estricto de glucosa neonatal.
  • Observación de la respiración y coloración.
  • Detección temprana de ictericia.
  • Apoyo en la alimentación para evitar ayunos prolongados que puedan causar hipoglucemia.

Estas intervenciones permiten actuar rápidamente ante cualquier complicación.

¿Cuándo se considera un feto grande para la edad gestacional?

Aunque la macrosomía fetal se basa en un peso absoluto, también existe el término bebé grande para la edad gestacional (GEG). Esto ocurre cuando el tamaño del feto está por encima del percentil 90 para su semana de gestación. Esto significa que puede no superar los 3,800 o 4,000 g, pero sí ser significativamente más grande que la mayoría de los bebés de la misma semana, lo que igualmente puede generar riesgos obstétricos.

Un feto grande para la edad gestacional no siempre será un feto macrosómico, pero sí requiere seguimiento, ya que las causas y complicaciones suelen ser similares.

Un bebé macrosómico no solo representa un tamaño mayor al promedio: también implica cuidados adicionales antes, durante y después del nacimiento. Con un buen control prenatal, diagnóstico oportuno y seguimiento adecuado, es posible reducir significativamente las complicaciones tanto para la madre como para el recién nacido.

Si estás embarazada o tienes factores de riesgo como diabetes, obesidad o antecedentes de macrosomía fetal, es importante hablar con tu médico para recibir orientación personalizada y un plan de vigilancia adaptado a tus necesidades.

En el Centro de Obstetricia del Centro Médico ABC te podemos dar atención especializada ¡Contáctanos!

Fuentes:

¿Cómo podemos ayudarte?

    Ricardo Ostos

    Ricardo Ostos

    Content Creator

    Ricardo tiene la capacidad de transmitir información médica compleja de una manera accesible y amigable para que todos nuestros pacientes puedan comprenderla y beneficiarse de ella. Además, tiene un enfoque empático y sensible, ofreciendo información y consejos prácticos que realmente hacen la diferencia en la vida de las personas. #lavidanosune.

    Conoce más sobre Ricardo en LinkedIn

    La difusión del contenido del presente material es únicamente para fines informativos y no sustituye bajo ninguna circunstancia o condición a una consulta con el médico especialista, por lo que el Centro Médico ABC no se hace responsable por el uso distinto que pueda darle a la misma. En caso de requerir mayor información relacionado con el tema, le sugerimos contacte directamente al médico especialista de su confianza.