Una alergia se define como una alteración del sistema inmunológico que responde de manera exagerada, ante la presencia de diversas sustancias llamadas alérgenos, los cuales son importantes identificar para evitar complicaciones y poder tratar las alergias.
Los alérgenos pueden estar presentes en alimentos, polen, animales, humedad, medicamentos y polvo, entre otros, causando alergias. Las más comunes son:
- Rinitis alérgica: causa inflamación de la mucosa nasal y se considera factor de riesgo para el asma. Puede desencadenar otras enfermedades como sinusitis, poliposis nasal, conjuntivitis, otitis, infecciones respiratorias de las vías aéreas superiores, respiración bucal y trastornos del sueño.
- Conjuntivitis alérgica: puede ser leve o grave como la queratoconjuntivitis alérgica que llega a ocasionar daños oculares permanentes e incluso pérdida de la visión.
- Asma: es una enfermedad producida por la inflamación crónica de las vías aéreas, afecta a niños y adultos de todas las edades.
- Eczema atópico: es la enfermedad inflamatoria crónica de la piel más común.
- Alergia por alimentos: es importante identificar los alimentos responsables para el diagnóstico.
- Urticaria y angioedema: Es un grupo de enfermedades caracterizadas por ronchas.
- Alergia a medicamentos y agentes biológicos: las reacciones adversas a medicamentos más comunes incluyen a los antibióticos como penicilinas, cefalosporinas y sulfamidas, así como fármacos antiinflamatorios no esteroideos como la aspirina.
- Alergias a insectos: pueden limitarse solo a la piel (enrojecimiento, urticaria y angioedema) o en casos graves, broncoespasmo, edema laríngeo e hipotensión.
En los periodos de otoño e invierno, los problemas respiratorios ocupan el primer lugar como causa de atención en la demanda de servicios médicos tanto de niños como de adultos, sin embargo, la mayoría son alergias.
Durante los períodos de frío es común que se confundan los síntomas de enfermedades respiratorias con las alérgicas causadas especialmente por el pelo o caspa de perros y gatos.
A diferencia de las enfermedades respiratorias, la alergia no va a desencadenar malestar general como cuerpo cortado, dolor de cabeza o fiebre, debido a que es un problema multifactorial, que tiene componente genético, es decir, si un padre la padece, sus hijos tienen más riesgo de desarrollarla. Cuando se presentan los síntomas se recomienda realizar pruebas cutáneas para determinar a qué es alérgica la persona y llevar a cabo un tratamiento con el que se reducirán los síntomas.
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Fuentes:
Con información de la Secretaría de Salud.