La obstrucción de la vía aérea suele producirse cuando un objeto, que con mayor frecuencia es comida, queda atrapado e impide que circule el aire, esto se puede dar tanto en adultos como en niños.
La Organización Panamericana de la Salud indica que el ahogamiento es una de las principales causas de muerte a nivel mundial para niños y jóvenes de 1 a 24 años y se estima que en 2019 murieron 236.000 personas por ahogamiento.
Siempre es importante saber cómo reaccionar ante esta posible situación, en especial si hablamos de niños, comenta el Dr. Luis Guillermo Meave Cueva, especialista en pediatría del Centro Médico ABC.
Al hablar de la obstrucción de las vías aéreas se puede ver en diferentes niveles. Cuando es leve el niño puede toser, emitir algunos sonidos o incluso hablar. En esta situación es importante siempre estar al lado del niño cuando esto se detecte, alentar a toser y esperar que la misma tos resuelva el cuadro, una vez ha pasado esto siempre es recomendable acudir con el médico pediatra para una posterior evaluación; por otra parte, si la tos no resuelve el cuadro hay que acudir con el servicio de emergencias lo más pronto posible.
Por otra parte, en caso de que el menor esté viviendo una obstrucción grave, en primer lugar, se deberá realizar la maniobra Heimlich, que consta de realizar compresiones justo por arriba del ombligo de una manera fuerte y rápida para buscar que el aire de los pulmones libere la obstrucción; esta variante de la maniobra se debe realizar únicamente en personas mayor a un año de edad, indica el Dr. Meave.
En caso de que el niño o niña tenga menos de un año, no se debe realizar ya que puede causarle daño. Si el pequeño está viviendo una obstrucción de la vía aérea se deberá colocar al lactante boca abajo y golpear su espalda entre las escápulas y alternar con compresiones del pecho *ve el video, minuto 2:15, que acompaña esta nota para conocer la técnica adecuada.
La maniobra pertinente buscará generar una acción de toser para expulsar el objeto. Si esto se logra hay que acudir eventualmente al servicio de emergencias para una evaluación de la situación; por el contrario, si el menor deja de responder y no ha expulsado el objeto, también se deberá buscar acudir al servicio de urgencias ya sea llevándolo o solicitando una ambulancia, pero en este caso de manera inmediata.
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Fuentes:
Dr. Luis Guillermo Meave Cueva – Especialista en pediatría del Centro Médico ABC
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