La artralgia es el término médico para describir molestias o dolores que se localizan en una o más articulaciones y se considera como un dolor de huesos; que erróneamente se confunde con la artritis en algunas ocasiones.
Qué es artralgia
El término artralgia se emplea únicamente para referirse a un dolor articular donde no hay inflamación evidente, por ese motivo no es artritis.
Este es un síntoma y no una enfermedad en sí misma, lo que significa que puede tener múltiples causas subyacentes como lesiones articulares, enfermedades sistémicas, infecciones o problemas metabólicos. Al no incluir inflamación, la artralgia se limita a la sensación de dolor.
Dentro de las causas más comunes de que se desarrolle artralgia está la sobrecarga mecánica como las lesiones deportivas, uso excesivo o movimientos repentinos. La artrosis y otras condiciones degenerativas pueden desarrollarlas, así como enfermedades sistémicas como la fibromialgia o el lupus eritematoso sistémico.
Las infecciones del virus chikungunya o de la hepatitis también pueden desencadenar dolor articular; así como la gota y otras afecciones que se relacionan con la producción de ácido úrico.
Dolor en las articulaciones
Es crucial distinguir que no todo dolor en las articulaciones son artralgia, ya que el dolor donde hay inflamación evidente y síntomas de enrojecimiento o hinchazón no entran en esta condición.
Algunos factores que agravan el dolor articular son el envejecimiento natural y las condiciones degenerativas como la osteoartritis; la actividad física y el clima, ya que algunas personas presentan un aumento en el dolor de sus articulaciones en zonas con climas fríos o húmedos.
La artralgia puede presentar diversos grados de severidad y características en función a su causa; dentro de los síntomas más comunes están:
- Dolor localizado: suele presentarse en una articulación específica, aunque puede afectar a varias al mismo tiempo y a esto se le conoce como poliartralgia.
- Rigidez articular: especialmente perceptible al momento de despertar o después de periodos de inactividad.
- Dificultad para moverse: dependiendo de la severidad del dolor, puede presentarse dificultad para mover la articulación afectada.
- Sensibilidad: a pesar de no presentarse inflamación, es posible que las articulaciones puedan estar sensibles al tacto.
La presencia de dolor en una persona con artralgia puede ser constante o intermitente y se puede percibir como una molestia leve o hasta ser un dolor incapacitante que afecta la calidad de vida de la persona.
Mialgias y artralgias
Las mialgias y artralgias son condiciones distintas, pero que con frecuencia están relacionadas debido a la proximidad anatómica entre músculos y articulaciones; además de compartir algunas causas comunes.
Se llama mialgia a los dolores musculares que pueden resultar de lesiones, sobrecarga física, infecciones virales o enfermedades sistémicas y a menudo están acompañadas de rigidez, sensibilidad muscular y debilidad.
Dentro de las características que ambas condiciones comparten están el dolor, rigidez y dificultad para realizar movimientos; ambas condiciones pueden ser resultado de infecciones virales, enfermedades autoinmunes o la fibromialgia. Por otra parte, el dolor en una articulación puede llevar a tensiones musculares compensatorias, lo que resultaría en el desarrollo de mialgias, por otra parte, una mialgia puede desencadenar la aparición de artralgia.
La artralgia es un síntoma común que puede ser indicativo de diversas condiciones subyacentes. Su adecuada evaluación y manejo son esenciales para aliviar el dolor y prevenir complicaciones mayores que pueden afectar la calidad de vida de la persona.
Dependiendo de la causa el médico general, un reumatólogo, un ortopedista o traumatólogo o hasta infectólogos, fisiatras e internistas pueden brindar la atención médica necesaria.
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Fuentes:
MedlinePlus, MSD Manuals, Cigna