Recomendaciones generales para el cuidado del paciente en casa.
- Debe existir un seguimiento y mantener una comunicación constante con algún profesional de la salud durante todo el tiempo que dure el cuidado en casa, hasta que el paciente se haya recuperado por completo.
- El profesional de la salud también deberá estar informado sobre estado de salud o la aparición de síntomas de personas que estén o hayan estado en contacto con el paciente.
- Ubicar al paciente en una habitación bien ventilada y de ser posible aislado.
- Los miembros del hogar deben permanecer en una habitación diferente o, si esto no es posible, mantener una distancia de al menos un metro de la persona enferma, la cual tiene que portar un cubre-boca. Una excepción a esto puede ser considerada en una madre que esté lactando. La madre debe usar cubrebocas y tener una higiene de manos cuidadosa cuando esté con su bebé. En caso de ser el cuidador primario de un niño menor de 5 años, puede quedarse con él, y se debe utilizar cubrebocas y realizar higiene de manos con agua y jabón, gel o solución alcoholada con frecuencia. Se recomienda asimismo realizar higiene de manos frecuentemente en los menores de 5 años debido el contacto frecuente con mucosas.
- Limitar el número de cuidadores del paciente, idealmente asignar a una persona con buena salud, sin factores de riesgo y evitar visitas extra.
- Limitar la circulación del paciente fuera del cuarto y minimizar el espacio compartido (como cocina o baño). Asegurarse de que los espacios compartidos estén bien ventilados, manteniendo ventanas abiertas, por ejemplo.
- Abstenerse de tocarse ojos, boca y nariz.
- Evitar el contacto directo con líquidos corporales como secreciones respiratorias o de boca, materia fecal, orina u otros desechos generados por personas enfermas. Usar guantes desechables cuando pueda haber contacto con esto, y realizar higiene de manos antes y después de quitar los guantes.
- Evitar otras formas de posible exposición a objetos contaminados de la persona enferma (cepillo de dientes, cigarros, cubiertos, platos, bebidas, toallas o ropa de cama). Los cubiertos y platos deben lavarse con agua y jabón o detergente después de su uso, y se pueden reutilizar.
- Limpiar y desinfectar una vez al día las superficies tocadas con frecuencia, como mesas de noche, cabecera de cama, y otros muebles del dormitorio. Hay que hacerlo con una solución de cloro diluido (1 parte de cloro doméstico o comercial por 99 partes de agua). Hay que limpiar y desinfectar las superficies del baño y el inodoro al menos una vez al día, con la solución de cloro diluido (1 parte de cloro doméstico o comercial por 99 partes de agua).
- Se debe evitar el contacto directo de la piel con ropa contaminada del enfermo, y colocarla en una bolsa. Hay que evitar agitar la ropa sucia. Procurar lavar la ropa de cama, toallas de baño y toallas de mano de la persona enferma, con detergente regular y agua, o con lavadora a 60 a 90°C.
- Se deben usar guantes desechables y ropa protectora (por ejemplo, bata de tela o desechable) cuando se limpien o manejen superficies o ropa sucia con líquidos corporales. Hay que realizar higiene de manos antes y después de quitarse los guantes.
- Las personas con síntomas deben permanecer en casa hasta que éstos desaparezcan, señal de que se ha curado.
Sobre el uso de cubrebocas:
- Abstenerse de tocar ojos, boca y la nariz.
- El cuidador debe usarlo ajustado a la cara, cuando esté en la misma habitación con la persona enferma.
- El cubrebocas no debe tocarse ni manipularse durante su uso.
Si el cubrebocas se humedece o ensucia con secreciones, debe cambiarse inmediatamente. Después de usarlo desecharlo, y realizar higiene de manos.
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