El estrés es una condición de tensión física, mental o emocional generada por presiones externas que afectan nuestra capacidad para funcionar de manera adecuada. Existen diversas situaciones y circunstancias que causan estrés, siendo las más comunes el trabajo, los problemas económicos, las relaciones personales, un cambio de casa, una boda, un divorcio y la pérdida de un ser querido, entre otras.
De modo que el estrés es un factor de riesgo cardíaco, ya que está demostrado clínicamente que entre más estrés, mayor riesgo de desarrollar una enfermedad del corazón o un evento cerebrovascular.
A pesar de que un cierto tipo y grado de estrés puede ser útil, cuando se acumula o es excesivo puede:
- Causar agotamiento físico, emocional y mental.
- Generar un padecimiento de gravedad, especialmente cardiovascular.
- Contribuir a comer en exceso, particularmente alimentos ricos en grasa, azúcar y sal.
- Fumar o beber alcohol en exceso.
¿De qué forma afecta el estrés a tu corazón?
El estrés en el cuerpo produce concentraciones más altas de adrenalina y otras hormonas. Cuando esto sucede, las personas aumentan la frecuencia cardíaca y la presión arterial, incrementando la necesidad de oxígeno del corazón y promoviendo el endurecimiento o engrosamiento de las paredes arteriales.
De igual modo, el estrés sube la concentración de factores de coagulación en la sangre, lo que puede dar lugar a la formación de coágulos que pueden obstruir total o parcialmente una arteria y causar un infarto.
Se sabe también que el estrés puede ser más dañino al tener una enfermedad cardiovascular, ya que puede incrementar el riesgo de sufrir un ataque cardíaco.
Es por ello que el estrés cotidiano, intenso y prolongado puede llegar a ocasionar diversas cardiopatías.
Existen ciertas reacciones al estrés que pueden dañar a tu corazón como la soledad, la impotencia y la ira. Cuando reaccionamos al estrés con ira u hostilidad, el riesgo de una cardiopatía temprana se puede multiplicar. Está demostrado que las personas con síntomas leves a graves de ira, depresión y hostilidad tienen concentraciones mayores de proteína C reactiva, un marcador inflamatorio que alerta sobre el riesgo de una enfermedad cardiovascular.
Asimismo, la ira estimula también la respuesta de “huida o pelea”, así que es importante que te anticipes a los momentos estresantes y planifiques para evitar que esta emoción se incremente, para ello, es recomendable que hagas ejercicios de respiración que te ayuden a tranquilizarte y centrarte para encontrar soluciones y alternativas en el trabajo. Si es necesario, busca ayuda profesional.
Recomendaciones para reducir el estrés en el trabajo
Es fundamental aprender a controlar el estrés en el trabajo para evitar que se geste una cardiopatía que pueda mermar la salud y poner en riesgo la vida, así que administra tu tiempo, aprende a tomar descansos breves durante tu jornada laboral, dedica tiempo a tu familia y amigos, deja de pensar en cosas negativas, ejercítate de manera regular, duerme lo suficiente, aliméntate de manera saludable, mantén una actitud positiva ante las adversidades de la vida, modera el consumo de café, conecta con la naturaleza, incorpora a tu rutina diaria técnicas de meditación o yoga y busca un pasatiempo que te estimule en todos los sentidos.
En el Centro Médico ABC contamos con profesionales para ayudarte a controlar el estrés laboral y cuidar tu corazón. Acércate a nosotros.
Fuentes:
fundaciondelcorazon, newsroom.heart.org, fbbva.es, medlineplus, repository.urosario