La esclerosis múltiple es una enfermedad que afecta el sistema nervioso central, que se conforma por el cerebro y la médula espinal, y llega a provocar discapacidad en las personas a diferentes niveles.
Es una enfermedad crónico degenerativa que en algunas ocasiones, al comienzo, no se puede percibir por completo, pero con el tiempo puede generar deterioro o daño permanente en las fibras nerviosas.
El nivel de discapacidad variará mucho entre persona y persona, algunos pueden tener problemas de la vista, otros de coordinación, problemas en la fuerza o al moverse, señalan la Dra. Irene Treviño Frenk, neuróloga del Centro Médico ABC; y el Dr. Eli Skromne Eisenberg, neurólogo especializado en esclerosis múltiple.
Una persona que vive con esclerosis múltiple podrá tener muchos brotes con pocos efectos, muchos brotes con muchos efectos, pocos brotes con pocos efectos o pocos brotes con muchos efectos. Esto dependerá de las zonas del sistema nervioso que se vean afectadas.
Además, existe la antigua creencia de que un diagnóstico de esclerosis equivale a discapacidad absoluta. Pero en la actualidad, con los nuevos tratamientos, aunque no existe cura, sí es una enfermedad tratable.
Me diagnosticaron esclerosis múltiple, ¿ahora qué sigue?
Una persona con diagnóstico de esclerosis múltiple deberá seguir un camino de tratamiento con varios enfoques.
Por un lado, es importante estar conscientes de que al no haber cura, se tiene como objetivo principal retrasar o, incluso, evitar la progresión de la enfermedad y las discapacidades que puede generar.
Otro punto importante es identificar el grado de evolución de la enfermedad. Una persona en la que apenas se ha generado un brote podrá recibir una atención diferente, en comparación a aquella persona cuyos brotes comenzaron hace 20 años. La Dra. Treviño señala que hay que recordar que el tratamiento para este padecimiento ha tenido una gran evolución en los últimos años, por lo cual, pacientes que hace décadas tuvieron su primer tratamiento, serán muy diferentes de atender con terapias que recibirán hoy en día, aunque el objetivo seguirá siendo el mismo.
Un factor de gran importancia que también se debe tomar en cuenta es la individualización del tratamiento. Se debe conocer no solamente la cantidad de brotes y las secuelas que tiene cada paciente, también es importante conocer sus planes de vida, esto incluye si se buscará un embarazo, si existen otras enfermedades, si ya hay una discapacidad drástica o apenas perceptible, la complejidad de trasladarse, etc.
En conjunto, todo esto generará un tratamiento individualizado. Todo encaminado con los tratamientos modificadores de la enfermedad, también conocido como TME, los cuales están dirigidos, como su nombre lo indica, a modificar la evolución de la enfermedad y tratar sus síntomas, ambos factores son igual de importantes.
Los tratamientos modificadores deben emplearse en fases tempranas de la enfermedad para controlar la inflamación en el sistema nervioso, que es la causante del daño. A la par se empleará un tratamiento de rehabilitación que permitirá mejorar el curso de los episodios.
Debido a sus características, que no solamente afectan el sistema nervioso, este padecimiento requiere un tratamiento multidisciplinario en el que se reúnen diferentes profesionales de la salud como médicos, enfermeras y terapeutas; así como las diferentes disciplinas incluyendo la principal que es neurología, pero acompañados por otras como oftalmología, ortopedia, psiquiatría y cualquiera que cada paciente necesite.
Todo esto tiene como objetivo tratar los brotes, monitorear la eficacia de los modificadores de la enfermedad, tratar los síntomas, realizar la rehabilitación y monitorear la seguridad de los pacientes.
La Dra. Treviño y el Dr. Skromne señalan que en el tratamiento de la esclerosis múltiple es muy importante fomentar la relación médico-paciente de una manera positiva, donde no solamente se aborde el tema del diagnóstico/tratamiento, también que permita conocer las dudas, temores y explicaciones en torno a esta enfermedad. Se busca que el paciente se sienta seguro de poder preguntar y explicar cómo está viviendo la enfermedad desde su punto de vista, ya que la esclerosis múltiple no es la vida del paciente, es solo una parte de su vida.
Lo ideal es iniciar el diagnóstico y tratamiento lo antes posible, pero, aunque es difícil identificarlo en muchos casos, una vez que se tenga sospecha, aunque esté en una etapa sin síntomas perceptibles, es importante darle atención inmediata para evitar su progreso.
En el Centro Neurológico del Centro Médico ABC te podemos dar atención especializada ¡Contáctanos!
Fuentes:
Dra. Irene Treviño Frenk – Neuróloga del Centro Médico ABC
Dr. Eli Skromne Eisenberg – Neurólogo especializado en esclerosis múltiple
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