Está comprobado que el estrés laboral incrementa el riesgo de tener un infarto agudo al miocardio o desarrollar una enfermedad cardiovascular, de ahí la importancia de aprender a gestionar la presión en el ambiente laboral para mantener un corazón sano.
A pesar de que el estrés es considerado un estado emocional, tiene diversas implicaciones fisiológicas, ya que en niveles altos aumenta la tensión sanguínea, la frecuencia cardiaca y produce desequilibrios hormonales, causando afecciones en la salud física y mental.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que más del 30% de los casos de hipertensión en Latinoamérica están relacionados con altas exigencias laborales, la poca o nula colaboración de los compañeros de trabajo, el exceso de funciones y un ambiente de constante inseguridad, afectando el desempeño laboral e incitando, en ocasiones, al consumo excesivo de alcohol, tabaco u otras drogas.
Es necesario definir cuál es la sintomatología del estrés laboral porque no todas las tensiones cotidianas a las que te enfrentas pueden calificarse como estrés, de modo que cuando el organismo no puede restaurar el equilibrio interior, se presentan una serie de señales que debes reconocer y tratar oportunamente para evitar que ocasionen estragos en tu salud, entre ellas, agresividad, alteración del ritmo respiratorio, ansiedad injustificada, aumento del ritmo cardiaco, baja o incremento de peso sin razón aparente, depresión, dolores musculares, falta de concentración, hiperexcitación, inestabilidad emocional, irritabilidad generalizada, miedo, rigidez y sudoración excesiva, entre otras.
Cómo gestionar el estrés laboral para reducir el riesgo de infartos
Existe una serie de acciones que pueden ayudarte a lidiar con el estrés del trabajo, entre ellas:
Conoce las situaciones que te generan más estrés y las emociones que las acompañan. Para ello, es necesario que las anotes durante al menos una semana en un diario para monitorear tus estados de ánimo.
Haz ejercicio de manera regular para aumentar la producción de endorfinas, desconectar la mente y ayudar a tener control de los niveles de presión arterial, glucosa y lípidos.
Lleva una dieta equilibrada rica en fibra, vegetales y cereales integrales que te permita prevenir o contrarrestar el estrés laboral.
Fortalece tus vínculos familiares y de amistad para salir del mundo laboral, sentirte apoyado y escuchado por las personas que amas. Evita el aislamiento social.
Mantén la confianza en ti mismo y una actitud positiva sobre tus fortalezas y las de tu equipo de trabajo.
Planifica estrategias y objetivos realistas. Gestiona tu tiempo dando prioridad a las tareas importantes.
Procurar tener una comunicación efectiva y asertiva con el equipo y compañeros de trabajo.
Realiza pausas breves a lo largo de tu jornada laboral para descansar y reponer fuerzas. Haz estiramientos y caminatas, te ayudarán a combatir el estrés y mejorar tu concentración.
Establece un balance perfecto entre tu vida laboral y personal. Aprende a poner límites claros entre ambos aspectos y dedica tiempo a actividades que te apasionen.
Incorpora como parte de tu rutina diaria técnicas de respiración y meditación.
Encuentra las estrategias que mejor se adapten a ti y si no puedes lidiar con el estrés, busca ayuda profesional, en el Centro Médico ABC sabemos cómo cuidar tu salud mental y tu corazón.
Fuentes:
fundaciondelcorazon, newsnetwork, medlineplus, indeed, elsevier