Puntos clave:
- Conocer tu estatus de vacunación de sarampión, tétanos, rabia y hepatitis B es importante para tu salud.
- Como adulto joven es importante recibir las vacunas de temporada.
- Existen enfermedades que son muy dañinas, por este motivo es importante vacunarse contra ellas.
Es normal escuchar sobre el esquema de vacunación y las diferentes vacunas que se aplican a lo largo de la niñez y desde el momento del nacimiento. Pero es común que una vez que ese niño se vuelve adulto independiente, piense que ya no necesita preocuparse por tener sus vacunas, la realidad es que cada etapa de la vida cuenta con un grupo de vacunas necesarias para mantener la salud.
Al hablar de adultos jóvenes se podría considerar a aquellas personas que están entre los 20 y 40 años de edad y que, además de las vacunas de temporada como la del COVID-19, Influenza, etc.; también deberían conocer su estatus de vacunación para otras enfermedades.
Todos los adultos pueden consultar tanto a sus padres como su cartilla de vacunación en la que se indican qué vacunas han recibido a lo largo de su vida, pero en caso de no encontrar los registros o no poder obtener los datos necesarios, el médico podrá solicitarle unos análisis de sangre que indicarán si se es inmune a algunas enfermedades que se pueden prevenir con las vacunas.
Algunas de las enfermedades que se pueden prevenir con vacunación y que cada adulto joven debe conocer su estatus son:
Sarampión
El sarampión es una enfermedad viral de alto riesgo de contagio que afecta principalmente a niños. Dentro de los problemas de salud que presenta se encuentra diarrea intensa, infecciones del oído, ceguera, neumonía, encefalitis y, a raíz de estas complicaciones, se podría desencadenar la muerte del paciente.
Una persona con sarampión puede presentar fiebre, tos seca, dolor de garganta, conjuntivitis y un sarpullido de manchas grandes, también puede haber manchas blancas dentro de la boca.
La vacuna contra el sarampión es la también conocida como triple viral que combina el sarampión, las paperas (parotiditis) y la rubéola, en algunos casos también puede incluir protección contra la varicela.
Como adulto, si tienes un alto riesgo de contraer la enfermedad ya sea por convivir con otras personas enfermas o por tu entorno de trabajo, por ejemplo, se recomienda estar al día en tus dosis de vacuna.
Hepatitis B
La hepatitis es una inflamación del hígado, al hablar de hepatitis B nos referimos a un tipo de hepatitis viral que puede causar una infección a corto o largo plazo. Generalmente, quien haya tenido una infección aguda mejorará por sí misma y sin tratamiento.
Los síntomas de la hepatitis B pueden presentarse meses después de la infección y en el caso de la hepatitis B crónica, hasta décadas después. Estos síntomas pueden incluir orina color amarillo oscuro, fatiga, fiebre, diarrea, heces grisáceas, dolor abdominal, ictericia (ojos o piel amarillenta).
Aunque la vacuna contra la hepatitis B se llega a aplicar en niños pequeños, también se puede aplicar a partir de los 11 años si no se contaba con la vacuna anteriormente. La primera dosis será en la fecha elegida, la segunda un mes después y la tercera a los seis meses de la primera dosis.
Tétanos
El tétanos es una enfermedad poco común pero muy grave, causada por las esporas de la bacteria Clostridium, que se encuentran en el suelo, el polvo y en el estiércol. Las bacterias suelen ingresar al cuerpo a través de un corte profundo, como los que ocurren cuando uno pisa un clavo o a través de una quemadura.
La infección causa un espasmo doloroso de los músculos, por lo general, en todo el cuerpo.
La vacuna contra el tétanos puede prevenir la enfermedad. Se provee como parte del programa de inmunización durante la infancia. Los adultos deben aplicarse una nueva dosis o refuerzo cada 10 años. Si sufres una cortadura o quemadura severa, busca ayuda médica; es posible que necesites un refuerzo. El cuidado inmediato y adecuado de la herida puede prevenir la infección por tétanos.
Rabia
La rabia es una enfermedad causada por el virus de la rabia que se propaga por medio de saliva infectada que penetra en el cuerpo a través de una mordida o un corte en la piel de un animal salvaje como: zorros, zorrillos y murciélagos. Debido a esto es necesario que los animales domésticos como los gatos, perros y hurones se vacunen para lograr un control en esta enfermedad y propagación del virus.
La vacuna contra la rabia es administrada en personas que tengan un alto riesgo de contagio debido a la exposición a esta enfermedad, como puede ser la manipulación de animales salvajes, haber sido mordido por un animal, entre otras situaciones. Es importante buscar la consejería médica de un experto en salud pública, epidemiología o infectología, para indicar si es necesario algún esquema de vacunación preventivo contra la rabia.
En el área de Medicina Preventiva del Centro Médico ABC te podemos dar atención especializada para completar tu esquema de vacunación ¡Contáctanos!
Fuente:
Dra. Roxana Trejo González – Gerente corporativa de epidemiología del Centro Médico ABC.
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