El lipoma es un tipo de tumor que está compuesto por tejido adiposo y grasa y es uno de los tipos de tumores más comunes, pero afortunadamente no suelen ser cancerosos, eso significa que es un lipoma benigno.
Los lipomas se suelen presentar como bolitas en la nuca, bola en la espalda y, a veces, las personas pueden pensar que son bultos en el cuello que aparecen por estrés.
Qué es un lipoma y por qué salen
Puede surgir la duda de qué es un lipoma, es un tipo de tumoración compuesto por grasa, suele ser blando al tacto y es móvil bajo la piel, sin llegar a causar dolor. Pero su tamaño puede variar desde unos pocos centímetros a un tamaño mayor.
Por otra parte, los lipomas suelen permanecer del mismo tamaño durante años o crecer a un ritmo muy lento.
Aunque su origen exacto no se comprende por completo, se han detectado diferentes factores que contribuyen a su aparición:
- Genética: existe la predisposición genética, esto significa que es común que se presenten en diferentes miembros de la familia.
- Trauma: en algunas ocasiones pueden desarrollarse en áreas del cuerpo que han sufrido algún tipo de traumatismo o lesión, pero no es una situación consistente.
- Metabolismo: existen estudios que sugieren que los cambios en el metabolismo o los cambios hormonales pueden contribuir a su formación.
- Edad: se presentan con mayor frecuencia en personas de mediana edad, entre los 40 y 60 años.
A qué edad salen los lipomas
Con respecto a la edad de aparición, este tipo de absceso de grasa puede desarrollarse en cualquier momento, pero suelen ser más comunes en adultos de mediana edad.
Tanto en la infancia, como en la adolescencia, es relativamente raro que los lipomas se presenten, pero en caso de que suceda, por lo general, tiene que ver con factores genéticos o con síndromes específicos que predisponen su formación.
Entre los 40 y 60 años es el periodo de edad en el que la mayoría de los lipomas se diagnostican; en esta edad existen cambios tanto metabólicos como hormonales que influyen en su aparición, también la exposición a factores ambientales y el mismo envejecimiento del tejido adiposo son elementos que contribuyen a su desarrollo.
Una vez que las personas han llegado a la etapa de adultos mayores, su presencia se puede volver más evidente por la pérdida general de grasa subcutánea, que forma parte del mismo envejecimiento, pero la tasa de aparición de nuevos lipomas disminuye.
A qué medico voy si tengo lipoma
En caso de sospechar la presencia de uno o más tumores, es importante acudir al médico para tener un diagnóstico adecuado. Si bien, en la mayoría de los casos, los lipomas no son peligrosos para la salud, es necesario identificarlos adecuadamente y descartar que sea otra situación que sí ponga en riesgo la salud.
De primera instancia, el médico de atención primaria o médico general puede ser el primer especialista en examinar el tumor y sospechar que sea un lipoma. Con frecuencia estos mismos especialistas tienen el conocimiento adecuado para llegar a un diagnóstico basado en un examen físico y la historia clínica del paciente.
Mientras que el dermatólogo es el médico especializado en atender las condiciones de la piel, cuenta con el conocimiento tanto para diagnosticar como para tratar los lipomas, puede realizar biopsias en caso de que haya dudas sobre su naturaleza.
Una vez que se ha identificado la bola de grasa como lipoma, existen otros médicos como el cirujano general o el cirujano plástico que pueden extirparlo y corregir el área donde apareció.
Sin importar el tipo de especialista con el que se busque atención, para llegar a un diagnóstico, por lo general se requiere de un examen físico en el cual se palpa la masa para evaluar su movilidad, consistencia y tamaño. También se puede solicitar una ecografía o una resonancia magnética para lipomas de tamaño grande, que están más profundos de lo normal o que cuentan con cualquier otra característica atípica.
Si el médico lo cree conveniente, se puede requerir de una biopsia para confirmar si el bulto es un lipoma u otra condición.
Ya con el diagnóstico confirmado, se puede seguir diferentes líneas de acción. En caso de que no cause molestias físicas o estéticas, se puede optar únicamente por la observación para conocer si evoluciona o no con el tiempo.
La extirpación quirúrgica, también conocida como resección de lipoma, se realiza cuando el lipoma provoca dolor, crece de manera rápida o es molesto estéticamente hablando, suele ser un procedimiento sencillo que se realiza con anestesia local.
La liposucción es una opción en algunos casos, especialmente donde el lipoma es grande y blando.
Por otra parte, las inyecciones de esteroides son un tipo de tratamiento poco común, pero que permiten reducir el tamaño de la bolita, aunque no lo eliminan por completo.
Pero en el lipoma maligno síntomas como crecimiento rápido, dolor, sensibilidad, tener una consistencia firme, que estén fijos, desarrollar cambios en la piel, son característicos y su nombre correcto es liposarcoma.
En conclusión, los lipomas son tumores benignos de tejido graso que, por lo general, no representan ningún peligro para la salud, pero que, debido a su tamaño, ubicación o cualquier otra causa, pueden causar problemas físicos o emocionales que se pueden solucionar de manera sencilla.
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Fuentes:
MSD Manuals, Cigna, Scielo