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Radiofrecuencia

15 de agosto 2025

Médico realizando radiofrecuencia como fisioterapia para un paciente con dolor muscular de rodilla.

La radiofrecuencia es una tecnología que utiliza ondas electromagnéticas para generar calor en tejidos de manera controlada. Aunque en un principio, en el ámbito médico, la radiofrecuencia se empleaba para tratar diversas patologías, en la actualidad también tiene su relevancia en la medicina estética, gracias a su capacidad de estimular la producción de colágeno, mejorar la elasticidad de la piel y reducir la flacidez.

Su funcionamiento radica en el calor generado por las ondas, las cuales penetran de forma precisa en las capas más profundas de la piel o de los tejidos internos, sin dañar la superficie. Esto permite que ofrezca efectos terapéuticos y estéticos con mínimos riesgos y tiempos de recuperación reducidos.

La radiofrecuencia es una técnica segura, no invasiva y adaptable, al poder ajustar los equipos de radiofrecuencia en su intensidad, frecuencia y profundidad de acción, en función a la condición que se busca tratar.

Para qué sirve la radiofrecuencia

La radiofrecuencia tiene un amplio rango de aplicaciones, a nivel estético tiene como principal objetivo rejuvenecer y reafirmar la piel. El calor que produce estimula a los fibroblastos que son las células responsables de fabricar colágeno y elastina, lo que mejora la firmeza y suavidad cutánea; a este proceso se le conoce como neocolagenesis.

Entre los usos más comunes de la radiofrecuencia en el ámbito estético está dar tratamiento a la flacidez, reducir arrugas o líneas de expresión, favorecer la circulación y el drenaje linfático, así como favorecer la reducción de grasa localizada, en combinación con otras técnicas.

Por otra parte, al hablar del ámbito de medicina, la radiofrecuencia tiene un papel más terapéutico al permitir realizar fisioterapia, como el tratamiento de dolor crónico en afecciones como lumbalgia, neuralgia del trigémino o dolor articular; permite corregir arritmias en procedimientos cardiológicos mediante la ablación por radiofrecuencia; y en la oncología ayuda a destruir tumores pequeños.

La versatilidad de la radiofrecuencia radica en que, dependiendo del objetivo, puede aplicarse de manera superficial o profunda, aunque esto siempre debe realizarse bajo la supervisión de un profesional de la salud, con equipos calibrados adecuadamente.

Ablación por radiofrecuencia

La ablación por radiofrecuencia es un procedimiento médico mínimamente invasivo que emplea energía de radiofrecuencia para destruir tejidos anormales o dañados.

Para su realización, se introduce una aguja o electrodo fino en la zona a tratar, este dispositivo emite ondas de alta frecuencia que generan calor, provocando la destrucción controlada del tejido sin afectar a las estructuras circundantes.

La ablación por radiofrecuencia es una herramienta clave para el tratamiento de ciertos tipos de arritmias como la fibrilación auricular o el síndrome de Wolff-Parkinson-White.

Más allá del ámbito cardiológico, la ablación cardíaca por radiofrecuencia se utiliza también en la eliminación de tumores pequeños en áreas como el hígado, riñón o pulmón que son áreas donde es fundamental preservar el tejido sano; también permite tratar venas varicosas mediante la obliteración de venas insuficientes; y ayuda a controlar el dolor mediante la interrupción de nervios que transmiten señales dolorosas.

La ablación por radiofrecuencia cuenta con ventajas importantes como:

  • Recuperación rápida.
  • Bajo riesgo de complicaciones.
  • La posibilidad de realizarse de manera ambulatoria, en muchos casos.

Pero para su uso se requiere de un diagnóstico preciso y la intervención de un equipo médico experimentado que garantice la eficacia y seguridad del procedimiento.

Cavitación y radiofrecuencia

Aunque la radiofrecuencia y la cavitación, procedimiento que utiliza el ultrasonido de baja frecuencia, son técnicas distintas, en el área de la estética suelen combinarse para obtener mejores resultados en tratamientos corporales.

La cavitación genera microburbujas en el tejido adiposo, las cuales implosionan y provocan la ruptura de las membranas en las células grasas. El contenido liberado, compuesto por ácidos grasos y glicerol, se metaboliza de manera posterior a través del sistema linfático y el hígado, todo esto ayuda a reducir grasa localizada de manera progresiva.

Por su parte, la radiofrecuencia no destruye células grasas, sino que calienta el tejido para estimular colágeno, mejorar la circulación y favorecer el drenaje.

Cuando las dos técnicas se aplican de manera complementaria, se obtienen diversos beneficios como mejorar el modelado corporal, reducir el tejido adiposo, entre otros.

La radioterapia es una herramienta de gran valor tanto en el campo estético como en el médico. Su capacidad para generar calor de manera controlada le permite actuar de forma precisa, mejorando la salud y apariencia de los tejidos sin requerir intervenciones invasivas.

En el área de Medicina Física y Rehabilitación del Centro Médico ABC te podemos dar atención especializada ¡Contáctanos!

Fuentes:
Sanitas, Scielo, Cigna

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    Ricardo Ostos

    Ricardo Ostos

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