El síncope cardíaco es una forma específica de síncope o desmayo, en donde una persona pierde de manera transitoria la conciencia a causa de una reducción temporal del flujo sanguíneo al cerebro.
A grandes rasgos, se conoce como síncope o desmayo a la pérdida transitoria de la conciencia y del tono postural, sus causas pueden ser diversas e incluyen factores neurológicos, metabólicos, ortostáticos y cardiovasculares.
Debido a su posible relación con diversas patologías que pueden ser de gravedad, el desmayo cardíaco requiere de un diagnóstico preciso y una intervención oportuna.
Qué es un síncope cardiaco
Específicamente, el síncope cardíaco o síncope cardiogénico indica una pérdida breve de la conciencia que ocurre a raíz de una alteración en la función cardiovascular que reduce el suministro de sangre al cerebro y puede ser originado por diversas condiciones cardiacas:
- Arritmias: las alteraciones en el ritmo cardíaco pueden provocar pausas prolongadas o una frecuencia demasiado rápida o lenta, lo que impide que el bombeo de sangre sea adecuado.
- Enfermedades estructurales del corazón: condiciones como la cardiomiopatía hipertrófica, estenosis aórtica o la disfunción ventricular pueden comprometer el flujo sanguíneo.
- Anomalías coronarias: cuando las arterias coronarias presentan algunas enfermedades, puede resultar en una reducción en el flujo sanguíneo y generar episodios sincopales.
- Problemas en el sistema de conducción del corazón: la disfunción del nodo sinusal o los bloqueos auriculoventriculares pueden generar pausas prolongadas en la actividad cardíaca y causar desmayos.
A diferencia de otros síncopes, el síncope cardíaco puede presentarse sin advertencia previa y, en ocasiones, puede ser un signo de riesgo de muerte súbita.
Síncope cardíaco síntomas
El desmayo cardíaco se caracteriza por una pérdida abrupta de la conciencia y del tono postural, seguido de una recuperación espontánea.
Pero es posible que aparezcan síntomas previos o acompañantes, a causa del problema cardiovascular subyacente, entre los cuales destaca:
- Palpitaciones: sensación de latidos irregulares o muy rápidos, previo al desmayo.
- Dolor torácico: puede indicar una causa isquémica subyacente, como es el caso del infarto de miocardio.
- Disnea: la dificultad para respirar puede ser un síntoma de insuficiencia cardíaca.
- Ausencia de signos prodrómicos: en otros tipos de síncope, como el síncope vasovagal, se puede presentar una sensación de mareo o náuseas, en el síncope cardíaco al ocurrir sin advertencia, tampoco se presentan estas sensaciones.
- Recuperación lenta: es posible que en algunos casos la pérdida de la conciencia se prolongue y el paciente tarde en recuperar la orientación.
- Síncope durante actividad física: la aparición de un desmayo mientras la persona realiza alguna actividad física, como al realizar ejercicio, puede indicar una enfermedad cardíaca subyacente y de gravedad.
Es esencial diferenciar los síntomas que se presentan en un síncope vasovagal a los de un síncope cardíaco, por lo cual es importante buscar una evaluación rápida para evitar complicaciones de riesgo para la persona.
Síncope vasovagal
El síncope cardíaco es una condición que no se presenta con frecuencia; en cambio, el síncope vasovagal es más frecuente y ocurre por una respuesta anormal del sistema nervioso autónomo, a diferencia del otro que se presenta por un problema cardiovascular.
El síncope vasovagal o síncope neurocardiogénico se desencadena por situaciones como miedo, dolor, emociones intensas o, incluso, por estar largos periodos de tiempo de pie. Aquí el nervio vago, que es el nervio más largo del cuerpo y se origina en el cerebro y llega hasta el estómago, provoca una disminución transitoria de la frecuencia cardíaca y la presión arterial, esto reduce el flujo sanguíneo cerebral y causa el desmayo.
A diferencia del síncope cardíaco, el síncope vasovagal suele presentar síntomas prodrómicos como mareos, inestabilidad, sudoración, visibilidad borrosa, náuseas o sensación de calor.
Es importante que, en caso de presentar desmayos, se identifique la causa subyacente, esto debido a que algunas arritmias pueden imitar un síncope vasovagal y un paciente de síncope vasovagal puede también presentar enfermedad cardíaca.
Para su correcta evaluación y diagnóstico, es necesario realizar pruebas como el electrocardiograma, monitoreo Holter, ecocardiograma o pruebas de inclinación, lo que permitirá diferenciar entre ambas condiciones y determinar la causa exacta del síncope.
Diagnosticar adecuadamente el desmayo cardíaco debe ser una prioridad, debido a que es una condición potencialmente grave, que requiere una evaluación detallada para descartar patologías cardiovasculares subyacentes.
Un diagnóstico temprano y preciso es crucial para prevenir eventos adversos, especialmente en pacientes con antecedentes de enfermedades cardíacas.
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Fuentes:
MSD Manuals, Cigna, Fundación Española del Corazón
