Reconocer los síntomas del dengue a tiempo es clave para recibir atención médica adecuada y evitar complicaciones, ya que cada año millones de personas se contagian de esta enfermedad, que de no tratarse correctamente puede evolucionar a formas graves que pongan en riesgo la vida de la persona.
Qué es el dengue
El dengue es una enfermedad causada por el virus a través de la picadura de mosquito. Estos insectos se reproducen en recipientes con agua tanto limpia como estancada, por lo cual es fundamental su control para la prevención.
Los síntomas del dengue pueden variar en función a su forma clínica, la cual se dividen en tres tipos:
- Dengue clásico: fiebre alta, dolor de cabeza intenso, dolor muscular y articular.
- Dengue con signos de alarma: además de los síntomas del dengue clásico, también se pueden presentar sangrados, dolor abdominal intenso o vómitos persistentes.
- Dengue grave o dengue hemorrágico: se caracteriza por daño en los vasos sanguíneos, hemorragias y afectación de órganos vitales con riesgo de muerte.
La aparición de estos signos requiere atención médica inmediata debido a que el riesgo de evolucionar a choque hipovolémico o muerte está presente sin la correcta atención.
Es importante buscar atención médica en caso de presentar estos síntomas, quien podrá indicar realizar una prueba de laboratorio Anti-Dengue para diagnosticar la infección viral.
El dengue es contagioso
Una de las dudas más frecuentes es si el dengue se transmite de persona a persona, como un resfriado; pero la realidad es que el dengue no es contagioso por contacto directo, ni por la tos o estornudos, tampoco por los besos, abrazos o compartir objetos.
La única vía de transmisión relevante es a través de la picadura del mosquito infectado. Para esto se sigue un ciclo que consta de:
- Un mosquito pica a una persona enferma de dengue.
- El virus se multiplica en el mosquito durante varios días.
- El mosquito puede transmitir el virus al picar a otra persona.
Aún así, existen otros mecanismos de transmisión, aunque son muy raros que se presenten:
- Transmisión vertical de una mujer embarazada al feto.
- Transfusiones o trasplantes.
- Accidentes de laboratorio al manejar el virus.
Ante esto, evitar las picaduras de mosquito y controlar los criaderos es la mejor estrategia para prevenir la enfermedad.
Cómo curar el dengue rápido
No existe un tratamiento antiviral específico para eliminar el virus del dengue. Por lo cual el tratamiento es principalmente sintomático y de apoyo, y su efectividad radica en que comience de manera temprana y se sigan las indicaciones de manera estricta.
Tampoco se puede acelerar la curación, aunque sí es posible ayudar al organismo a atravesar la enfermedad de la forma más segura y menos prolongada posible.
Dentro de las recomendaciones para abordar los síntomas del dengue, más empleadas están:
- Hidratación constante: beber líquidos abundantes es fundamental, lo recomendado es agua, sueros de rehidratación y bebidas con electrolitos, para prevenir la deshidratación causada tanto por la fiebre como por el vómito; la deshidratación es una de las principales causas de que se desarrollen complicaciones.
- Control de fiebre y el dolor: se pueden utilizar tratamientos recetados para disminuir la fiebre y aliviar dolores musculares o articulares; pero es importante evitar aquellos que aumenten el riesgo de sangrado.
- Descanso absoluto: el reposo ayuda a que el sistema inmune concentre sus recursos en combatir la infección.
- Monitoreo de signos de alarma: es clave vigilar la aparición de cualquier síntoma nuevo o que se agraven, sobre todo el caso de sangrados, dolor abdominal severo o dificultad para respirar.
- Evitar nuevas picaduras: es importante protegerse de nuevas picaduras de mosquito, debido a que esto facilita que se transmita el virus a otras personas.
El seguimiento por parte de un médico especialista permitirá detectar a tiempo cualquier posible complicación, es posible que se soliciten análisis de sangre para revisar el conteo de plaquetas y el hematocrito.
Más allá de las recomendaciones para tratar a las personas con esta enfermedad, también es importante tomar medidas preventivas:
- Eliminar recipientes que acumulen agua.
- Cambiar el agua de floreros y bebederos de animales cada dos o tres días.
- Mantener patios y jardines limpios.
- Utilizar repelente de insectos.
- Colocar mosquiteros en ventanas y camas.
El dengue es una enfermedad que puede pasar de ser una simple fiebre hasta evolucionar a una amenaza para la vida de la persona en pocos días. Y aunque no es contagioso de persona a persona, sí se puede propagar de manera rápida en las regiones donde el mosquito transmisor está presente.
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