El trabajo, ya sea en la oficina o en casa, nos resta tiempo para planear y preparar los alimentos que debemos consumir para nutrirnos adecuadamente y mantener nuestra salud.
Sin embargo, no le damos la importancia necesaria a alimentarnos sanamente, solemos comer cualquier cosa sin detenernos a ver si es algo nutritivo o si es algo dañino que puede afectarnos.
Una persona que no se alimenta adecuadamente va perdiendo, silenciosamente, su capacidad de realizar las tareas laborales. Por ello, la alimentación debe ser completa y diversa para lograr mantener un equilibrio en el organismo. Las dietas hipocalóricas, hipercalóricas o desequilibradas, pueden afectar nuestra salud y producir padecimientos de mayor o menor gravedad.
Todos somos distintos, por lo que, cada uno debe adaptar el plan de alimentación con base en sus necesidades y gasto energético. Consultar a un nutriólogo profesional puede ayudarnos a conocer mejor lo que nuestro organismo requiere.
Se dice que es necesario realizar cinco comidas al día, respetando los tiempos para la digestión, ya que saltarse una de las comidas puede generar un efecto negativo en el cuerpo, por lo cual es importante planificar bien nuestros platos alimenticios, sin olvidarnos de las colaciones.
Recordemos que comer sano puede darnos esa energía y vitalidad que requerimos para realizar nuestras actividades cotidianas, dotándonos de una mejor productividad y calidad de vida.
A continuación, tenemos una serie de recomedaciones que te ayudarán a establecer los hábitos adecuados para comer sano en el trabajo, así como mostrarte cómo debes elegir tus alimentos y porciones óptimas que eviten que desarrolles sobrepeso y obesidad a pesar de que no hagas mucho ejercicio y permanezcas sentado durante muchas horas al día.
Recomendaciones para comer sano en el trabajo:
Ya sea que trabajes en casa o tengas que ir a la oficina, desayuna siempre proteína, cereales y vegetales, de esta forma evitarás tener hambre durante la mañana y estar comiendo golosinas o comida chatarra antes de la hora de la comida.
Si no puedes evitar comer entre comidas, elige frutas frescas o secas, semillas y barras de granola en vez de papas fritas, chocolates o dulces. Puedes dejar listos una noche antes los snacks y alimentos que no requieran mayor preparación, por ejemplo, frutas y verduras cortadas.
Establece un lugar y horario fijos para comer, no comas en cualquier parte porque esto fomenta el consumo desordenado de alimentos y a cualquier hora.
Ingiere suficiente agua durante el día (de uno y medio a dos litros darios), evitando refrescos y bebidas azucaradas.
Cuando vayas a comer dedícate solo a comer, prestando atención en los sabores y texturas de los alimentos. Olvida el celular y los pendientes por un rato.
Selecciona los alimentos que te aporten energía y te ayuden a tener una mejor productividad y calidad de vida.
Recuerda ingerir la cantidad de calorías necesarias para tu organismo pero sin sobrepasarte.
En cada comida incluye tres tipos de alimentos: proteína, vegetales y cereales.
Si padeces alguna enfermedad vigila que lo que comes no afecte tu condición. Es decir, si padeces diabetes, evita los azúcares y los carbohidratos de acuerdo con lo que tu médico te haya indicado.
Prepara tus alimentos cuidando la higiene y condición de los mismos; checa fechas de caducidad, desinfecta frutas y verduras.
No consumas alimentos en la calle o de dudoso origen, evitando también la comida rápida como hamburguesas, hot dogs, pizzas y fritangas.
Si comes postres, evita los pasteles y chocolates, mejor come yogurt sin azúcar o frutas de temporada.
En cuanto a los cereales, elige los panes integrales por encima de los de harina refinada y también trata de susituir el pan por arroz o papas cocidas.
Realizar pequeños cambios en la alimentación de tu jornada laboral te ayudará a aumentar tu productividad y controlar la somnolencia y falta de energía por la tarde sin necesidad de consumir café.
Fuentes:
academianutricionydietetica.org, bbc.com, shawellness.com, mayoclinic.org