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Cardiotoxicidad, ¿sabes qué es?

20 de octubre 2025

Ilustración para representar los riesgos de la cardiotoxicidad en pacientes que reciben tratamiento quimioterapéutico.

La cardiotoxicidad, también conocida como toxicidad cardíaca o toxicidad cardiovascular, es un término que hace referencia al daño que determinados fármacos o terapias pueden provocar al corazón, comenta la Dra. Leticia Andrea Gallardo Grajeda, especialista en cardiología clínica del Centro Médico ABC.

La detección temprana y el manejo adecuado de la cardiotoxicidad se ha convertido en una prioridad, especialmente en pacientes que reciben quimioterapia, ya que su impacto no solo puede afectar la calidad de vida, sino también la continuidad de los tratamientos oncológicos.

Qué es cardiotoxicidad

Se define como cardiotoxicidad al daño estructural o funcional que determinados medicamentos, o sustancias, producen en el corazón. Este daño puede manifestarse de diversas formas, desde alteraciones eléctricas y arritmias, hasta insuficiencia cardíaca, hipertensión arterial o riesgo de infarto.

Por lo general el término cardiotoxicidad está relacionado a la quimioterapia, pero puede abarcar un espectro más amplio que abarca algunos medicamentos oncológicos, algunos medicamentos no oncológicos y ciertas sustancias tóxicas como el alcohol o metales pesados.

Cardiotoxicidad por quimioterapia

Dentro del campo de la oncología, la cardiotoxicidad ha cobrado gran relevancia, debido a que muchos tratamientos contra el cáncer tienen el potencial de dañar el corazón. Con los avances médicos la tasa de supervivencia de los pacientes oncológicos ha mejorado notablemente, pero esto ha puesto en evidencia las complicaciones a largo plazo y una de estas son las enfermedades cardiovasculares secundarias a los tratamientos.

Existen diversos mecanismos por los cuales la quimioterapia produce cardiotoxicidad, entre los que se encuentran:

  • Estrés oxidativo y formación de radicales libres que dañan las células del corazón.
  • Muerte celular programada en el tejido miocárdico, conocido como apoptosis.
  • Alteración de la microvasculatura cardíaca, reduciendo el aporte de oxígeno.
  • Efectos directos sobre proteínas reguladoras de la contracción cardíaca.

Adicionalmente, en función al tipo de medicamento, el cual variará dependiendo del tipo de cáncer que se está tratando, se puede ver afectado de una u otra forma el corazón.

La detección temprana de la cardiotoxicidad es crucial para prevenir complicaciones que pudieran llegar a ser irreversibles, para esto se emplean diversas herramientas como:

  • Ecocardiograma: evalúa la capacidad de bombeo del corazón.
  • Resonancia magnética cardíaca: detecta cambios estructurales antes de la aparición de síntomas.
  • Biomarcadores: estudios para identificar el aumento de troponinas y péptido natriurético cerebral (BNP) ayudan a conocer si existe daño cardíaco.

El seguimiento cardiológico durante y después de la quimioterapia es una práctica que cada vez se recomienda más, ya que se han detectado casos donde el daño cardíaco se presenta años después de haber recibido el tratamiento.

Cardiotoxicidad tipo 1 y 2

A grandes rasgos la cardiotoxicidad se ha clasificado en dos grandes tipos, en función al mecanismo y la reversibilidad del daño cardíaco.

  • Cardiotoxicidad tipo 1
    • El daño es irreversible y se destruyen las células del miocardio.
    • La miocardiopatía resultante suele progresar incluso después de suspender el fármaco.
    • No existe un nivel seguro completamente libre de riesgo, incluso en dosis bajas pueden generar toxicidad en ciertos pacientes.
  • Cardiotoxicidad tipo 2
    • Relacionada con terapias biológicas.
    • El daño es reversible en muchos casos.
    • No destruye de manera permanente las células del miocardio, pero sí interfiere con funciones celulares específicas.
    • La función cardíaca puede recuperarse en semanas o meses con un tratamiento adecuado.

Algo importante que se debe entender, indica la Dra. Gallardo, es que no todo paciente que esté recibiendo quimioterapia presentará cardiotoxicidad. Llegar a esto es la suma de diversos factores de riesgo:

  • El tipo de cáncer que se está tratando, unos tipos de cáncer son más susceptibles a esto que otros.
  • El perfil individual donde se incluye la edad, el estado de salud de la persona y la presencia de otras enfermedades.
  • El tipo de tratamiento, dentro de la quimioterapia, existen algunos tratamientos que son más propensos a desarrollar cardiotoxicidad que otros.

Aunque no existe una manera efectiva de evitar la cardiotoxicidad, sí existen acciones que ayudan a monitorear su desarrollo y en ocasiones, evitar sus secuelas:

  • Evaluación cardiovascular antes de iniciar el tratamiento.
  • Seguimiento regular durante la terapia.
  • Control de factores de riesgo como la presión, glucosa o colesterol.
  • Recibir una atención multidisciplinaria en donde el médico oncólogo y el médico cardiólogo estén en constante apoyo.

Como paciente oncológico es importante no dejar a un lado el tratamiento por miedo al desarrollo de cardiotoxicidad, lo importante es recibir atención en cada una de las etapas de esta enfermedad, antes del tratamiento, durante el tratamiento y después del tratamiento.

En el Centro Cardiovascular del Centro Médico ABC te podemos dar atención especializada ¡Contáctanos!

Fuentes:
Dra. Leticia Andrea Gallardo Grajeda – especialista en cardiología clínica del Centro Médico ABC.
Elservier, Scielo

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