En muchos países del mundo resulta difícil imaginar un desayuno sin la presencia de una taza de café, ya que es una bebida que se asocia con la energía y la lucidez. Mucha gente afirma que si no toma café por la mañana no despierta del todo, por lo que ya es un elemento común para la mayoría de las personas en su vida cotidiana, además de que su sabor es del agrado de casi todos.
Tradicionalmente se había considerado al café como una bebida que puede dañar la salud, pero en los últimos años, gracias a diversas investigaciones, esta percepción ha cambiado, ya que se han descubierto una serie de beneficios para la salud relacionados con la ingesta moderada de café, entre los que destacan menor mortalidad y cierto grado de prevención contra ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, diabetes, enfermedad de Parkinson, Alzheimer y ciertos tipos de cáncer.
Dichos efectos benéficos se han identificado como consecuencia de un consumo moderado de café, que sería entre dos y tres tazas al día, porque si se excede esa cantidad, el exceso de cafeína comienza a tener efectos nocivos en el organismo, tales como aceleración del ritmo cardiaco, dolor de cabeza, mareo, temblor, ansiedad, deshidratación, acidez estomacal, gastritis, insomnio, colesterol elevado y dependencia a la sustancia.
¿Cómo actúa la cafeína en el organismo?
- El efecto más evidente e inmediato es su estimulación del sistema nervioso central, provocando una sensación energética y de claridad mental.
- Al ser diurético, promueve la micción y la eliminación de líquidos.
- Obstaculiza la absorción de calcio.
- Eleva la presión arterial.
- Promueve que los ácidos estomacales se liberen, generando agruras o gastritis.
¿En qué casos debe evitarse o disminuir la ingesta de café?
- Si padeces trastornos del sueño.
- Si presentas migraña o cefaleas crónicas.
- Si tienes ansiedad.
- Si padeces gastritis, úlcera o reflujo gastroesofágico.
- Si tienes alguna enfermedad cardiaca.
- Si padeces hipertensión arterial.
- Durante el embarazo, ya que la cafeína afecta al feto.
- Durante la lactancia, debido a que la cafeína la absorbe el bebé y este, junto con los niños y adolescentes, son especialmente sensibles a sus efectos.
¿Cómo puedo controlar mi consumo de café?
Recuerda que el límite diario de café son tres tazas, por lo que tómalas en los momentos del día en que te sea más agradable o necesario. Estableciendo unas situaciones y tiempos específicos para tomarlo, te será más fácil controlarlo, ya que te acostumbrarás a tomarlo solo en esas situaciones, descartando otras.
Cuando prepares café en casa, no lo hagas muy cargado y acostúmbrate a tomarlo así, de esta manera podrás tomar un poco más sin que la ingesta de cafeína sea mayor.
Si estás atravesando por eventos estresantes y te sientes muy nervioso, suspende tu consumo de café, porque si no lo haces, podrías incrementar tu ansiedad y provocar efectos adversos.
Intenta sustituir alguna de tus tazas de café del día por alguna infusión herbal, que no sea té negro, ya que también contiene cafeína.
Si tomas café por la mañana para sentirte más despierto y energetizado, mejor haz unos 30 minutos de ejercicio físico, esto te ayudará a sentirte con más fuerza y ánimo para comenzar el día, además de que estarás apoyando tu salud y la disminución o mantenimiento de tu peso corporal.
Intenta tomar café un día sí y un día no para identificar tu grado de dependencia a la cafeína y actuar en consecuencia, recuerda que tomar dos o tres tazas al día puede ser benéfico, pero si ves que excedes la dosis, debes disminuir su ingesta progresivamente.
Fuentes:
conasi.eu, medlineplus.gov, bupasalud.com.mx
