Una buena postura nos ayuda a evitar dolores de espalda , cabeza, cuello y hombros, así como lesiones y otros problemas de salud. Pero, ¿Qué significa una buena higiene postural?
Una buena higiene postural es entrenar al cuerpo para caminar, sentarse, pararse y acostarse en posiciones en las que no ejerzamos presión sobre los músculos de soporte y los ligamentos en la columna vertebral .
Recuerda que la postura es la que sostiene al cuerpo y hay dos tipos, la estática y la dinámica. Para tener una buena postura lo fundamental es la posición de la columna vertebral, la cual está conformada por tres curvas naturales, el cuello, la parte media y la parte baja de la espalda; por lo que una postura correcta debe mantener estas tres curvas.
Cuando tenemos una postura encorvada, la columna vertebral hace lo mismo, provocando una mala circulación que puede causar un deterioro de las vértebras con el tiempo y producir dolor de cuello, espalda y hombros debido a la tensión que se genera.
Por ello, resulta fundamental que cuides tu postura en el trabajo para evitar que tu salud se afecte, ya que una mala postura puede disminuir tu flexibilidad, desalinear y desgastar el sistema musculoesquelético, haciéndolo más frágil y con riesgo de lesiones; afecta el equilibrio e, incluso, altera tu respiración.
Recomendaciones básicas para mejorar tu postura en general
Mantén un peso saludable, esto te ayudará a evitar problemas en la espalda baja.
Usa zapatos cómodos y de tacón bajo para evitar la presión sobre los músculos y dañar la postura.
Realiza ejercicios que fortalezcan los músculos alrededor de la espalda, el abdomen y la pelvis.
Toma consciencia de tu postura al llevar a cabo diversas actividades.
Asegúrate de que las superficies de trabajo estén a una altura cómoda para ti, ya sea al estar sentado frente a la computadora, el televisor, comiendo o al estar de pie.
Para mejorar tu postura cuando estás sentado , es importante que cambies frecuentemente de posición, estires tus músculos para aliviar la tensión, hagas caminatas breves para mejorar la circulación sanguínea y la fatiga muscular, mantengas los pies en el piso con los tobillos un poco más adelante de tus rodillas y evites cruzar las piernas y meter los pies debajo de la silla.
Asimismo, procura tener los codos cerca del cuerpo y relajar los hombros, echarlos ligeramente hacia atrás. Siéntate con las rodillas un poco más abajo que las caderas.
Busca que tu espalda tenga un buen soporte, utiliza un cojín si lo requieres, especialmente si tu silla no tiene respaldo para la curva de la parte baja de la espalda.
Garantiza que tus muslos y caderas estén paralelos al piso y que tengan un soporte adecuado y acolchonado.
Si debes trabajar de pie o pasar mucho tiempo parado, recuerda mantener los hombros hacia atrás y alineados a la espalda.
Recuerda ejercitar el abdomen para tener una postura erguida, doblar ligeramente las rodillas para liberarlas de presión y utilizar siempre un buen calzado, nunca tacones altos, que te brinde soporte.
Evita mantenerte en la misma posición por largo tiempo.
Llevar a cabo ejercicios ergonómicos para la espalda te ayudarán a mejorar tu postura al estar sentado, de pie, acostado y en movimiento, lo cual se reflejará en tu estado de salud.
Fuentes:
gaceta, cinfasalud, rekoveryclinic, shawellness, mejorconsalud
