Una situación que con frecuencia se presenta es la inflamación de los folículos pilosos, que se conoce como foliculitis, el tratamiento adecuado no solamente ayudará a curar a la persona, sino también a prevenir su recurrencia, esta afección es una de las más recurrentes junto con la dermatitis y la psoriasis.
Qué es foliculitis
La foliculitis es cuando un folículo piloso se inflama y puede presentarse en cualquier zona del cuerpo donde haya pelo, como en el cuero cabelludo, cara, torso, piernas y en la región genital.
Pero ¿qué es el folículo piloso? Es una estructura compleja de la piel que se compone por diferentes partes:
- El bulbo piloso es la base del folículo y la parte donde se origina el pelo.
- La papila dérmica es una pequeña protuberancia que contiene vasos sanguíneos encargados de nutrir el pelo.
- Las glándulas sebáceas secretan un sebo que ayuda a lubricar y proteger el pelo.
- El músculo erector del pelo es un pequeño músculo que ayuda a que este se levante, comúnmente se le conoce como piel de gallina.
El folículo piloso cuenta con varias funciones que incluyen por supuesto, la producción y crecimiento del pelo, que a su vez tiene la función de ayudar a proteger la piel tanto del daño ambiental como de los rayos UV. Por otra parte, el pelo que está conectado al folículo piloso, cuenta con varias terminaciones nerviosas que ayudan a generar una percepción táctil.
Por qué salen granos en la cabeza
Aunque con frecuencia una persona se puede preguntar por qué salen granos en la cabeza o en el cuerpo, existen múltiples causas de que esto suceda.
Específicamente, al momento de hablar de foliculitis, dentro de las causas más comunes están:
- Bacterias: la infección bacteriana se considera la causa más frecuente y es debido a la bacteria Staphylococcus aureus que forma parte de la flora normal en la piel y fosas nasales de las personas pero que bajo algunas condiciones puede convertirse en un patógeno.
- Hongos: las infecciones fúngicas también pueden provocar foliculitis, esto es especialmente frecuente en climas cálidos y húmedos.
- Irritación: tanto el afeitado como la depilación pueden dañar el folículo piloso y, con ello, se causa irritación que genera foliculitis.
- Humedad: el exceso de humedad, así como de sudor, contribuyen al desarrollo de la foliculitis al crear un ambiente propicio para el crecimiento bacteriano.
- Ropa ajustada: el uso de ropa ajustada que genera constante fricción puede irritar tanto la piel como los folículos pilosos.
Foliculitis genital
La zona genital es un área relativamente más delicada que otras partes del cuerpo, por este motivo es frecuente que se desarrolle foliculitis genital, que además de molesta, puede ser incómoda para la persona que la esté presentando.
Especialmente en el área genital, debido a las características de la zona al ser un área oscura, con sudoración y, que en general se utiliza ropa ajustada, así como procedimientos estéticos donde se irrita la piel, es frecuente que esta afección dermatológica se desarrolle.
En función a la severidad del caso, es posible que solamente haya algunas pequeñas protuberancias rojas similares a granos o espinillas, así como enrojecimiento e hinchazón con algo de dolor, picazón o sensibilidad en el área.
Pero en casos más graves, se pueden presentar pústulas o protuberancias llenas de pus que, en caso de romperse, generarán costras.
Foliculitis tratamiento y cuidados
Generalmente, el médico dermatólogo llega al diagnóstico mediante una evaluación clínica al observar los síntomas y la apariencia de la piel, pero, en algunos casos más específicos, se puede requerir de cultivo de pus o biopsia de piel, aunque esto suele ser solo para casos severos o con recurrencia y relacionados a la forunculosis, que es similar a la foliculitis, pero que se desarrolla con más profundidad en la piel.
Sin importar si se trata de una foliculitis en la cabeza, en la zona genital o en cualquier otra parte del cuerpo, es importante que se indique el tratamiento en función a la intensidad de los síntomas, la zona afectada y las características particulares del paciente, aunque en general, el tratamiento se centra en:
- Tratamientos tópicos: este tipo de tratamientos se aplica directamente sobre la piel y puede incluir antibióticos, antisépticos o cremas antifúngicas.
- Tratamientos sistémicos: mediante el uso de medicamentos orales, también se busca combatir la causa bacteriana o fúngica, en función a cada caso.
- Cuidado de la piel: el dermatólogo indicará algunas acciones que permitan cuidar la piel, por ejemplo, cómo mantener higiene regular para que la piel esté limpia y seca, el uso de compresas calientes para aliviar el dolor y desinflamar, así como el apoyo de otros productos incluyendo aloe vera.
Al ser un padecimiento que puede reaparecer con frecuencia, existen diferentes recomendaciones para buscar que su desarrollo sea lo menos frecuente posible, esto incluye mantener una buena higiene en la piel, evitar el uso de ropa ajustada, en caso de rasurarse o depilarse que sea lo menos agresivo posible y cambiar frecuentemente las cuchillas, no compartir objetos personales y tratar la transpiración excesiva.
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Fuentes:
MedlinePlus, Cigna, StanfordChildrens.org
