- Enfermedades cardiovasculares: el virus produce una sobrecarga en el corazón, por lo que, al tener una enfermedad cardiaca previa, este órgano verá comprometido su funcionamiento, pudiendo causar arritmias, isquemia, miocarditis, entre otros padecimientos.
- Diabetes: cuando un diabético tiene una infección viral, es más difícil de tratar debido a los cambios en los niveles de glucosa en la sangre, además, la alteración de la insulina compromete aún más el sistema inmunológico. Adicionalmente, muchos diabéticos tienen problemas cardiacos o renales derivados de su condición, lo cual los vuelve más vulnerables.
- Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC): los pacientes con enfermedades respiratorias crónicas también tienen un riesgo mayor de mortalidad, ya que de por sí cuentan con gran limitación en su capacidad respiratoria y el COVID-19 la vuelve más grave.
- Hipertensión: a pesar de que no todos los hipertensos necesariamente padecen una cardiopatía, ya que se trata de una enfermedad de las arterias, quienes la padecen y no han visto afectado su corazón, corren el riesgo de complicaciones graves por el tipo de medicamentos que consumen.
- Cáncer: las personas que padecen esta enfermedad tienen muy debilitado su sistema inmunológico, lo cual se acentúa si están recibiendo quimioterapia, por lo que les resulta más difícil que su organismo reaccione ante la presencia del COVID-19. Asimismo, dependiendo el tipo de cáncer y los órganos dañados, el virus puede afectarlos en mayor medida.
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Fuentes:
Mayoclinic.org
Gacetamedica.com
