La hematología pediátrica es una rama de la hematología, donde los médicos se especializan en dar atención a niños y adolescentes de manera integral ante las necesidades específicas de estas etapas de la vida.
Qué es hematología
La hematología es una rama de la medicina que se enfoca en el estudio de la sangre y sus componentes, incluyendo además los tejidos y órganos involucrados en su producción como los glóbulos rojos y blancos, las plaquetas o el plasma.
Con este conocimiento, brinda el diagnóstico, tratamiento y prevención de padecimientos relacionados a esto como la leucemia, linfomas, trastornos de la coagulación o la anemia. Esto se logra mediante la hematología clínica que se enfoca en el diagnóstico y tratamiento; mientras que la hematología morfológica centra su trabajo en el estudio de la morfología de las células sanguíneas y los tejidos hematopoyéticos a través del microscopio para conocer anormalidades que pudieran presentarse.
Qué es un hematólogo pediatra
El hematólogo pediatra tiene la habilidad de tratar niños y adolescentes al contar con el conocimiento de la hematología y la pediatría. Lo que les brinda la capacidad de manejar atención a una amplia gama de trastornos hematológicos y oncológicos.
Es necesaria esta subespecialidad ya que el sistema hematológico en desarrollo, al estar los niños y adolescentes en constante crecimiento, pueden enfrentar diversas patologías particulares.
Qué enfermedades trata un hematólogo pediatra
La hematología pediátrica aborda diferentes trastornos o enfermedades que afectan la sangre y los órganos hematopoyéticos en los adolescentes y niños, dentro de las enfermedades más comunes que trata están:
- Anemia: una de los principales motivos por los que un niño requiere de un hematólogo pediatra. Además de deficiencia de hierro, de vitamina B12, de ácido fólico o hasta problemas hereditarios que la originan.
- Trastornos de la coagulación: trastornos como la enfermedad de von Willebrand o la hemofilia, que son afecciones donde la sangre no logra coagular de una manera correcta y puede resultar en sangrado prolongado o excesivo.
- Linfomas y leucemias: tipos de cáncer que afectan los tejidos linfáticos o la sangre, para estos casos se trabaja en estrecha colaboración con el oncólogo pediatra.
- Trastornos de las plaquetas: un trastorno como la trombocitopenia llega a provocar problemas de sangrado, condiciones que pueden resultar en peligrosas hemorragias.
- Síndromes mielodisplásicos y trastornos mieloproliferativos: grupo de trastornos en los cuales la médula ósea produce células sanguíneas en una cantidad excesiva o anormal.
Cuándo acudir al hematólogo
Existen diferentes momentos en los cuales los padres o cuidadores deben considerar necesario buscar atención en la hematología pediátrica. Algunas de las situaciones a las que se les debe de prestar atención son:
- Si el niño presenta palidez, fatiga extrema, debilidad, mareos o dificultad para respirar podrían ser indicativos de anemia.
- Los sangrados prolongados, excesivos en cortes menores, que sangre por la nariz de manera frecuente o que le aparezcan moretones sin causa aparente pueden indicar problemas de coagulación.
- La inflamación de los ganglios linfáticos, que sea persistente o acompañada de otros síntomas, no significa específicamente un problema hematológico y pudiera deberse a cualquier otro problema de salud, pero aún así es importante que reciban atención para identificar la causa.
- Cuando aparezcan resultados anormales en los análisis de sangre de rutina y que estén relacionados a los glóbulos rojos, a los blancos o a las plaquetas.
- Es importante que, en los niños sanos, pero que cuenten con antecedentes familiares de trastornos hematológicos, realicen revisiones periódicas para asegurar que se mantiene un estado de salud óptimo.
- Otro momento donde se puede considerar buscar ayuda médica, y que no relaciona únicamente con las enfermedades hematológicas, es que se presenten con frecuencia infecciones o que estas sean graves.
La hematología pediátrica es una especialidad que ayuda a mantener la salud de los niños y adolescentes con relación a los trastornos sanguíneos, desempeñando un papel crucial en su crecimiento.
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Fuentes:
HealthyChildren, Lacardio.org, Standford Childrens
