La insuficiencia renal aguda o IRA es una condición donde los riñones pierden de manera repentina su capacidad para filtrar desechos y equilibrar los líquidos y electrolitos del organismo.
La insuficiencia renal se puede presentar de manera aguda, lo ya mencionado, o de manera crónica que es esta pérdida, pero de manera gradual.
En su etapa aguda tiene la capacidad para desarrollarse a un nivel alarmante, sobre todo en personas que ya están hospitalizadas o tienen enfermedades críticas que necesitan cuidados intensivos, sin embargo, con el tratamiento adecuado y a tiempo, el daño renal puede ser reversible o por lo menos, controlarse.
Causas de insuficiencia renal aguda
Las causas de insuficiencia renal aguda se dividen en tres categorías:
- Causas prerrenales: una reducción en el flujo sanguíneo hacia los riñones disminuye su capacidad de filtrado; esto puede suceder por deshidratación grave, pérdida de sangre o presión arterial baja, entre otras causas.
- Causas renales o intrínsecas: ocurre por un daño directo al tejido renal que termina afectando los túbulos, glomérulos o los vasos renales. Entre las causas más comunes están las infecciones graves, daño por toxinas, reacciones alérgicas o enfermedades autoinmunes.
- Causas posrenales: surgen por una obstrucción en las vías urinarias, esto impide el flujo de orina y aumenta la presión en los riñones; situaciones como cálculos renales, tumores, coágulos sanguíneos o cicatrices en las vías urinarias pueden desencadenar esto.
Síntomas de insuficiencia renal
Una persona con insuficiencia renal aguda puede presentar diferentes síntomas, que incluyen:
- Orinar poco o con menor frecuencia.
- Hinchazón de piernas, tobillos y pies.
- Fatiga.
- Falta de aire.
- Desorientado.
- Debilidad.
- Náuseas sin razón aparente.
- Ritmo cardíaco irregular.
En caso de percibir uno o más de estos signos, es necesario buscar una consulta con un nefrólogo, que te indicará los tipos de estudios necesarios, en caso de sospecha de que haya insuficiencia renal.
También es importante conocer los diferentes factores de riesgo de esta situación:
- Edad avanzada.
- Enfermedad arterial periférica.
- Diabetes.
- Presión arterial alta.
- Insuficiencia cardíaca.
- Otras enfermedades renales.
- Enfermedades hepáticas.
Además de los padecimientos anteriores, existen afecciones que obstruyen el paso de la orina y que también pueden ocasionar insuficiencia renal, por ejemplo, el agrandamiento de la próstata, cálculos renales y varios tipos de cáncer (cervical, colon, vejiga o prostático).
Un caso por insuficiencia renal que no es atendido a tiempo puede derivar en complicaciones que ponen en riesgo tu vida e, incluso, llegar hasta la muerte; estas complicaciones se manifiestan de la siguiente forma:
- Acumulación de líquido: la insuficiencia renal aguda provoca acumulación de líquido en tus pulmones y dificultad para respirar.
- Dolor en el pecho: si se inflama la capa que cubre al corazón (pericardio), es posible que sientas dolor.
- Debilidad muscular: cuando los fluidos corporales y los electrolitos (la química de la sangre de tu cuerpo) están desequilibrados, puedes desarrollar debilidad muscular.
- Lesión permanente de riñón: a veces, la insuficiencia renal provoca la pérdida permanente de las funciones en tus riñones por lo que puede hablarse de una nefropatía crónica o insuficiencia renal crónica.
Prevención insuficiencia renal aguda
Una de nuestras recomendaciones para evitar el riesgo de insuficiencia renal es cuidar tus riñones con acciones que garanticen tu salud y que mejoran tu calidad de vida a largo plazo, para ello, te sugerimos llevar a cabo lo siguiente:
- Presta atención a las etiquetas de los analgésicos de venta libre: demasiada ingesta de analgésicos incrementa el riesgo de lesionar tus riñones, especialmente si tienes daño renal preexistente, diabetes o presión arterial alta. Recuerda que el uso de estos medicamentos siempre debe ser prescrito por un especialista.
- Trabaja con tu médico: si tienes una enfermedad que incrementa el riesgo de manifestar insuficiencia renal, como diabetes o presión arterial alta, cumple las recomendaciones médicas para lograr los objetivos del tratamiento.
- Adopta un estilo de vida saludable como prioridad: mantente activo o activa y sigue una dieta adecuada y balanceada, si bebes alcohol, que sea con moderación.
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Fuentes:
Medline Plus, MSD Manuals, Scielo
