Para comprender qué es dislexia, hay que entender la manera en la que funciona nuestro cerebro. La dislexia es un trastorno del aprendizaje de origen neurobiológico que afecta, especialmente, la capacidad de una persona para leer, escribir y comprender textos.
Esta condición se caracteriza por dificultades para identificar los sonidos del habla y relacionarlos con las letras o palabras, esto provoca que no se pueda realizar una lectura fluida o escribir de manera correcta.
A pesar de esto, una persona que vive con dislexia no presenta problemas en sus otras habilidades, más allá de las áreas que se relacionan con el lenguaje.
En general, las personas de todas las edades pueden presentar esta condición, aunque con frecuencia inicia como un neurodesarrollo infantil.
Tipos de dislexia
La dislexia no es igual para todas las personas, ante lo cual existen diferentes tipos de dislexia, en función al área o áreas que se vean afectadas, así como los síntomas predominantes.
Dentro de los principales tipos de dislexia están:
- Dislexia fonológica o dislexia disfonética: se caracteriza por la dificultad para descomponer palabras en sus sonidos básicos y asociarlos con las letras correspondientes; una persona con este tipo presenta problemas para leer palabras desconocidas o poco comunes, debido a que dependen más de la memorización que del análisis fonético.
- Dislexia superficial o dislexia visual: implica dificultades para reconocer palabras completas y dependencias excesivas de la fonética; con frecuencia presentan problemas con palabras que no se pronuncian como se escriben.
- Dislexia mixta o profunda: es una combinación entre la dislexia fonológica y la superficial; las personas con esta condición tienen problemas tanto para el análisis fonético como para el reconocimiento visual de las palabras.
- Dislexia perceptiva: se relaciona con las dificultades en la percepción visual de las palabras y las letras, lo que puede incluir problemas para distinguir la dirección y el orden correcto de las letras.
- Dislexia adquirida: ocurre a raíz de una lesión cerebral como en el caso de un evento cerebrovascular o un trauma craneoencefálico, lo que puede afectar las habilidades de lectura y escritura previamente adquiridas.
Síntomas de dislexia
Los síntomas de dislexia suelen variar de manera amplia entre persona y persona, la gravedad del trastorno y hasta en la edad.
En los niños pequeños los signos iniciales de dislexia pueden incluir retraso en el inicio del habla, dificultad para aprender rimas o canciones infantiles, problemas para recordar nombres de colores, números o letras; y también confusión al identificar palabras que sean similares entre sí.
Durante la edad escolar, se vuelven más evidentes las dificultades relaciones a la escritura y lectura, como por ejemplo, una lectura lenta y laboriosa, la omisión, sustitución o inversión de letras en las palabras; dificultad para entender textos, problemas para deletrear palabras de una manera correcta, así como falta de interés o frustración frente a tareas que se relacionen con la lectura.
En las etapas más avanzadas como la adolescencia y adultez, la dislexia puede manifestarse de una manera más sutil, aunque continúa teniendo un impacto en las actividades académicas y laborales. Aquí se puede presentar dificultad para leer en voz alta y fluida, problemas para escribir ensayos o informes coherentes, dificultad en la organización y gestión del tiempo o problemas de aprendizaje para un segundo idioma.
Dislexia al hablar
De manera tradicional, la dislexia se asocia a dificultades para la lectura y escritura, pero también es posible que se manifieste al momento de hablar.
Esto sucede cuando las conexiones entre el lenguaje hablado y escrito presentan alteraciones, lo que puede afectar la fluidez y precisión de la comunicación verbal.
No todas las personas con dislexia presentan problemas en el habla, pero quienes sí lo desarrollan pueden presentar problemas con el acceso a las palabras adecuadas, errores en la pronunciación de palabras complejas o largas, dificultad para organizar las ideas al hablar, errores al usar palabras que son similares en sonido o significado y dificultad en el ritmo del habla.
Algo importante de conocer es que con frecuencia se confunden dislexia y dislalia, donde ambos son trastornos que afectan las áreas del lenguaje, pero de una manera diferente. Mientras la dislexia se centra en las dificultades para leer, escribir y procesar el lenguaje escrito, la dislalia es un trastorno del habla que implica problemas en la articulación correcta de los sonidos.
Ante esta condición que es dislexia, las personas pueden presentar complicaciones en su vida diaria, especialmente durante las etapas de crecimiento. Pero esta condición no limita el potencial de una persona; con un diagnóstico temprano, estrategias adecuadas y apoyo constante, las personas con dislexia pueden superar muchas de las barreras que enfrentan diariamente.
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Fuentes:
MedlinePlus, Kids Health, MSD Manuals