Conocer los síntomas de neuropatía por estrés es clave al momento de hablar de darle una atención adecuada y correcta a esta condición que puede afectar en gran medida la calidad de vida de las personas que viven con ella.
Neuropatía por estrés
El término neuropatía hace referencia al daño o disfunción de los nervios y puede manifestarse a través de una amplia variedad de síntomas que afectan tanto la función sensorial como motora.
En gran medida, esta situación se asocia a enfermedades como la diabetes o a lesiones traumáticas, pero en menor medida, aunque igual de relevante, está el estrés crónico.
El estrés es un factor fisiológico y emocional constante, lo que significa que puede desencadenar o agravar una neuropatía al afectar el sistema nervioso periférico.
La neuropatía por estrés se refiere a una alteración nerviosa que es desencadenada o agravada por el estrés crónico o prolongado. Así, el estrés actúa como un desencadenante indirecto ya que afecta al sistema nervioso autónomo, el cual regula las funciones involuntarias del organismo como respirar o la digestión.
Cuando una persona tiene niveles altos de estrés, su cuerpo responde liberando hormonas como el cortisol y la adrenalina, compuestos que pueden llegar a provocar:
- Inflamación crónica: afecta los nervios periféricos y dificulta su funcionamiento normal.
- Isquemia nerviosa: reduce el flujo sanguíneo a los nervios, a raíz de una vasoconstricción prolongada.
- Sobreactivación del sistema nervioso simpático: esto conduce a la fatiga y desgaste del sistema nervioso.
Existen múltiples síntomas de neuropatía por estrés, pero dentro de los más comunes está el dolor neuropático, la debilidad muscular o sensibilidad extrema.
Por lo general, los síntomas de neuropatía por estrés suelen comenzar de una forma leve, pero en caso de que el estrés se prolongue, la neuropatía puede progresar y generar molestias significativas.
Dolor neuropático
El dolor neuropático es una sensación dolorosa que se origina a partir de un daño o disfunción en el sistema nervioso central o periférico. Pero a diferencia del dolor nociceptivo, que es aquel que ocurre cuando existe una lesión en tejidos como una quemadura o un corte, el dolor neuropático se produce sin una causa aparente o con una estimación desproporcionada al estímulo, pudiendo llegar a generar dolor crónico.
Esta afección es compleja y se suele describir como ardor constante o intermitente, una sensación de descarga eléctrica o pinchazo, hormigueo, entumecimiento o sensibilidad extrema.
Este tipo de dolor ocurre cuando los nervios, que son los responsables de transmitir las señales al cerebro, envían mensajes erróneos, incluso sin la necesidad de un estímulo real.
El estrés crónico, al aumentar los niveles de cortisol, genera una respuesta inflamatoria prolongada, lo que a su vez puede exacerbar las disfunciones nerviosas, trayendo consigo que los síntomas neuropáticos se intensifiquen.
Neuropatía periférica por estrés
La neuropatía periférica ocurre cuando los nervios del sistema nervioso periférico se dañan o irritan y esta condición puede verse agravada por el estrés crónico, el cual impacta de manera directa en el sistema inmunológico y circulatorio, lo que resulta en daños progresivos a las fibras nerviosas.
La neuropatía periférica por estrés se caracteriza por daño a los nervios sensitivos, lo que provoca sensaciones anormales como el hormigueo, ardor o entumecimiento; también se puede manifestar debilidad muscular, espasmos o pérdida del control sobre ciertos movimientos.
En ocasiones es posible que se genere impacto en los nervios autonómicos, esto puede ocasionar disfunciones en la sudoración, problemas digestivos y cambios en la presión arterial.
El estrés crónico es una condición que no solamente afecta la salud mental, también se relaciona con el equilibrio fisiológico del cuerpo, por lo cual, los nervios periféricos son particularmente vulnerables a los efectos prolongados del estrés, como resultado de los desequilibrios hormonales, la inflamación sistémica y al deterioro de la circulación sanguínea.
Identificar los síntomas de neuropatía por estrés es esencial para atender esta condición crónica de una manera temprana e integral, con tratamientos que incluyan la gestión del estrés, el control de la inflamación y terapias de rehabilitación en caso necesario.
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Fuentes:
MedlinePlus, Cancer.gov, Scielo