La elección del correcto tratamiento para várices dependerá de diversos criterios como la causa de su desarrollo y el área que se ve afectada, por ejemplo.
Por qué salen las várices
Las várices son venas dilatadas y retorcidas que se desarrollan cuando las válvulas en su interior no funcionan de manera adecuada y dificultan el flujo de la sangre de regreso al corazón.
Su aparición, aunque principalmente suele ser una preocupación estética, realmente puede desarrollar problemas para la salud de la persona, causando dolor, pesadez e, incluso, llegar a otras complicaciones mayores.
Existen múltiples factores que pueden desencadenar el desarrollo de várices; las principales causas incluyen:
- Sexo: las mujeres son más propensas a desarrollar várices a raíz de factores hormonales, especialmente durante el embarazo, la menstruación y la menopausia.
- Factores hereditarios: la genética tiene un papel importante en su aparición, en caso de contar con un familiar directo que ya tiene várices, hay mayor posibilidad de desarrollarlas.
- Edad: conforme una persona envejece, las válvulas de las venas se debilitan y pueden provocar que se acumule sangre, lo que provoca la dilatación de las venas.
- Sedentarismo: la falta de actividad física contribuye a una mala circulación de la sangre, lo que dificulta el retorno de esta al corazón.
- Obesidad: el exceso de peso corporal incrementa la presión de las venas, especialmente en el área de las piernas.
- Trabajo: algunos trabajos donde la persona requiere estar mucho tiempo de pie o, por el contrario, mucho tiempo sentado, contribuyen a la formación de várices.
Cómo quitar las várices
El tratamiento para várices se divide en la opción conservadora y la opción de procedimientos médicos. Su elección dependerá de la gravedad, el tamaño de las venas afectadas y los síntomas que se presentan.
El cambio en el estilo de vida es una de las acciones fundamentales en el tratamiento para várices, aquí se incluye practicar ejercicio de manera regular, evitar el uso de ropa ajustada, elevar las piernas y mantener un peso saludable. También se puede requerir, en algunos casos, del uso de medias de compresión para várices.
El uso de medicamento para varices o de crema para varices son medidas complementarias, que se pueden utilizar; pero es crucial que esto siempre vaya de la mano de la recomendación de un médico especialista como un angiólogo o un cirujano vascular.
Existen adicionalmente múltiples procedimientos médicos, como:
- Escleroterapia: procedimiento donde se inyecta una solución en la vena afectada para provocar su colapso y cierre.
- Terapia con láser endovenoso: mediante el uso de energía láser se sellan las venas afectadas, es un procedimiento mínimamente invasivo.
- Ablación por radiofrecuencia: este procedimiento emplea energía de radiofrecuencia para calentar y cerrar las venas.
- Flebectomía ambulatoria: mediante la creación de pequeñas incisiones, se logra extraer las venas varicosas superficiales.
- Cirugía de venas: destinada a casos severos, donde otros tratamientos no han ofrecido resultados, se realiza una cirugía para extirpar las venas afectadas, se emplea solo en várices grandes o en situaciones de complicaciones importantes.
Várices en las piernas
Las várices en las piernas son una de las principales zonas donde aparecen, esto a consecuencia de la gravedad y la distancia que la sangre debe recorrer para regresar al corazón.
La aparición de estas várices puede provocar síntomas como dolor, pesadez, calambres, hinchazón de tobillos y pies, picazón y cambios en la piel alrededor de las várices.
El diagnóstico temprano ayuda a prevenir el avance de esta condición y reducir el riesgo de complicaciones como úlceras venosas, flebitis o trombosis.
En la actualidad, el tratamiento para várices ha evolucionado de manera que ahora en la mayoría de los casos se emplean técnicas mínimamente invasivas, lo que ayuda a reducir tanto el dolor como el tiempo de recuperación.
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Fuentes:
Secretaria de Salud, NIH, Cigna
