Úlceras por estasis venosa
La insuficiencia venosa crónica produce estancamiento de la sangre dentro de las venas, esto produce un incremento importante en la presión que éstas ejercen sobre la grasa y la piel. La hipertensión constante daña los tejidos ocasionando adelgazamiento, endurecimiento e hiperpigmentación de la piel. Todo lo anterior causa una pérdida de continuidad de la piel conocida como úlcera.
Factores de riesgo para las úlceras venosas
Las úlceras son heridas que pueden ser ocasionadas por varias enfermedades, siendo la estasis venosa (insuficiencia venosa) la causa más común.
Los factores de riesgo para padecer una úlcera venosa son los mismos que para la insuficiencia venosa: edad avanzada, sedentarismo, permanecer periodos prolongados de pie, herencia, sexo femenino, embarazo, obesidad e historia de trombosis venosa.
Causas y síntomas de las úlceras venosas
Los pacientes que padecen esta enfermedad, tienen una mala calidad de vida debido a los síntomas que ocasionan las úlceras. Los pacientes suelen tener afectaciones en la autoestima por las limitaciones físicas y las alteraciones en la apariencia.
Las úlceras venosas se presentan principalmente en la cara interna de las piernas y los tobillos. Las úlceras son generalmente superficiales de bordes irregulares, con un fondo de tejido friable y secreción amarillenta.
Pueden estar infectadas con secreción purulenta y olor fétido.
El dolor puede ser de leve a moderado.
Los pulsos arteriales son normales a menos de que exista una enfermedad arterial concomitante.
Otros datos que se pueden observar son telangiectasias, várices, hinchazón, coloración parda y/o rojiza de la piel, descamación y lipodermatoesclerosis (piel delgada, acartonada y brillosa, sin grasa por debajo de ella)
Las úlceras venosas se diagnostican principalmente en la exploración física. Cuando el diagnóstico es incierto o cuando se planea cirugía, se realiza un ultrasonido doppler venoso, en el cual se puede identificar el reflujo o la obstrucción en el sistema venoso superficial, profundo o en las venas perforantes.
El tratamiento de las úlceras venosas es complejo y en la mayoría de los casos prolongado.
Consiste en los cambios de hábitos de higiene venosa, medicamentos orales o locales directos en la úlcera, terapia compresiva con vendajes y apósitos, escleroterapia y cirugía.
Los hábitos de higiene venosa consisten en elevación de las piernas, ejercicio y cuidados de la piel.
La terapia compresiva consiste en el empleo vendajes, calcetas o sistemas de compresión que mejoran el flujo de la sangre en dirección al corazón. Este tipo de terapia es el pilar de el manejo de las úlceras.
Los medicamentos locales como antibióticos, regeneradores de piel, cicatrizantes, etc, son útiles en el manejo de las úlceras. En muchas ocasiones es necesario hacer una debridación de la úlcera para retirar tejido muerto y/o infectado que impidan la cicatrización.
En algunas ocasiones es necesaria la cirugía para eliminar la estasis o el reflujo venoso a las piernas.
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Fuente:
Dr. Claudio Alberto Ramírez Cerda – Médico especialista en Cirugía Vascular y Endovascular del Centro Médico ABC.