El ejercicio físico y la salud cardiovascular son dos situaciones ampliamente relacionadas, ya que mantener una rutina física constante es un gran aliado del sistema cardiovascular.
Beneficios de la actividad física
El ejercicio físico regular es una de las herramientas más poderosas para proteger la salud del corazón, realizar actividades físicas de manera constante no solamente ayuda a mejorar el rendimiento físico general, también fortalece de manera directa al músculo cardíaco y reduce el riesgo de enfermedades del corazón, señala el Carlos Alberto Mérigo Azpiri, cardiólogo intervencionista en el Centro Médico ABC.
El ejercicio es saludable cuando se realiza regularmente, por el contrario, si hacemos ejercicio extenuante de forma irregular aumentamos el riesgo de sufrir eventos cardiovasculares.
El corazón es un músculo que se fortalece al someterse a un entrenamiento regular reduciendo el estrés diario, con ello, la frecuencia cardíaca disminuye controlando los niveles de presión arterial y colesterol.
Tipos de ejercicios
A menudo surge la duda sobre si es mejor hacer ejercicios aeróbicos (como correr o nadar) o anaeróbicos (como el levantamiento de pesas o entrenamientos de alta intensidad) para cuidar el corazón. La respuesta del médico es clara: lo ideal es combinar ambos tipos de ejercicio.
- Ejercicio aeróbico: este tipo de actividad es la más común cuando se piensa en la salud cardiovascular e implica movimientos sostenidos al tiempo que se eleva la frecuencia cardíaca y se mejora la capacidad pulmonar. Ejercicios como caminar, correr, nadar o andar en bicicleta son algunos ejemplos.
- Ejercicio anaeróbico: aunque no suele asociarse tanto a la salud del corazón, la realidad es que cumple un papel igualmente importante al ejercicio aeróbico. Promueve el desarrollo muscular y mejora el metabolismo de la glucosa, lo cual es clave para la prevención del síndrome metabólico y problemas cardíacos, actividades como el entrenamiento de resistencia, ejercicio de fuerza o rutinas de pesas entran en esta categoría.
La realidad es que no existe un ejercicio mejor que otro, lo ideal es combinar ambos, ya que cada uno posee diferentes beneficios para el sistema cardiovascular. La recomendación es alternar estos entrenamientos para obtener un mayor beneficio. Es importante que, en la medida de lo posible, busquen asesoría de un médico del deporte para que haga una prescripción de ejercicio de acuerdo con los objetivos y condición de cada persona.
Actividad física y salud
Al momento de hablar de ejercicio físico y salud cardiovascular, una de las preguntas más frecuentes es cuánto tiempo deben dedicar a estas actividades para obtener beneficios reales en la salud.
Depende del tipo de entrenamiento, por ejemplo, en actividades aeróbicas (correr, bicicleta o caminata) recomendamos por lo menos cuatro sesiones de 40 minutos a la semana. En cuanto al ejercicio anaeróbico (entrenamiento tipo HIIT o de resistencia) sugerimos sesiones de 20 a 30 minutos de dos a tres veces por semana.
Mejora la salud cardiovascular
El ejercicio físico es solo una parte de la fórmula. La alimentación adecuada es otro pilar fundamental para mantener el corazón sano. Aunque no existe una dieta única que funcione para todos, sí hay principios generales que pueden aplicarse a la mayoría de las personas.
La dieta en general es balanceada, pero deberá ajustarse a cada caso, pues no existe una dieta universal recomendada, pero sí una adecuada ingesta de proteína (para ayudar al músculo) o carbohidratos simples no procesados (frutas y verduras) para tener energía durante el ejercicio. Recuerda que debes considerar disminuir el consumo de grasas trans, sal y alcohol.
No olvides que, además de la alimentación y el ejercicio, conocer la salud de tu corazón es vital para prevenir padecimientos cardiovasculares.
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Fuente:
Dr. Carlos Alberto Mérigo Azpiri – Especialista en cardiología intervencionista del Centro Médico ABC.
NIH, Scielo, Texas Heart