El aneurisma periférico o aneurismas de arterias periféricas es una dilatación anormal de una arteria que no se encuentra en la aorta, el cerebro (aneurisma cerebral) o el corazón y aunque es una afección menos común que otros aneurismas, sigue representando un riesgo significativo par la salud de la persona.
Qué es un aneurisma periférico
Un aneurisma es una dilatación anormal de una arteria por una debilidad en la pared de esta.
Esta debilidad puede llevar a la formación de trombos y la oclusión de la circulación de esta, a una ruptura causando un sangrado muy serio, o puede comprimir estructuras o tejidos adyacentes.
Factores de riesgo aneurisma periférico
Este tipo de aneurisma son generalmente genéticos. Ocurren principalmente en arterias de las piernas como las femorales y poplíteas. Son extremadamente raros y se presentan más comúnmente en hombres que en mujeres.
Síntomas de aneurisma de arterias periféricas
Generalmente son asintomáticos, pero pueden causar dolor, debilidad, edema y adormecimiento de las piernas. Por otro lado, pueden causar embolismo y oclusión de la circulación a una arteria que puede llevar a cambios de coloración en los dedos de los pies.
El tabaco es la causa principal del crecimiento de este tipo de aneurismas.
Los aneurismas de arterias periféricas generalmente se diagnostican con un buen examen físico. Algunos estudios como la ecografía dúplex y una angiotomografía pueden confirmar su presencia.
Tratamientos para aneurisma en las arterias periféricas
El tratamiento para un aneurisma periférico dependerá del tamaño, localización y la presencia de síntomas de cada caso. Para aneurismas pequeños y asintomáticos la vigilancia activa se considera la mejor opción, esto implica monitoreo regular para detectar cualquier posible cambio.
Pero en aneurismas grandes, cuando miden por arriba de dos centímetros, que están creciendo de manera rápida o que causan síntomas, la intervención es necesaria. La cirugía abierta es el principal tratamiento y permite extirpar la sección dañada de la arteria, para reemplazarla con un injerto.
También existe la posibilidad de reparación endovascular, un enfoque menos invasivo, que consiste en insertar un catéter a través de la arteria para colocar un stent que fortalecerá la pared de la arteria y desviará el flujo sanguíneo del aneurisma.
La elección del tratamiento para un aneurisma periférico se decidirá tras un cuidadoso diagnóstico cardiovascular, así como el análisis de la anatomía del aneurisma y el estado de salud general del paciente.
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Fuente:
Dr. Salomón Cohen Mussali – Médico especialista en Cirugía Vascular y Endovascular del Centro Médico ABC.
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