La depresión, también conocida como trastorno depresivo mayor, es un trastorno emocional que genera sentimientos de tristeza de manera constante, así como la pérdida de interés o placer en realizar actividades que anteriormente le gustaban a la persona.
¿Qué es la depresión?
Es importante considerar ¿qué es la depresión? La depresión clínica es un trastorno del estado anímico donde los sentimientos de frustración, tristeza, pérdida o incluso ira, comienzan a interferir con la vida de la persona. Esto puede suceder de manera diaria o entre períodos de tiempo como semanas o más.
Durante la etapa infantil y la adolescencia, la depresión genera un gran impacto en el desarrollo personal, en su crecimiento físico y en las relaciones familiares e interpersonales.
La depresión se puede presentar en cualquier etapa de la vida, y una persona que haya vivido momentos como abusos, pérdidas graves o eventos estresantes, es más propensa a presentar este trastorno.
También puede ser consecuencia de alteraciones químicas del cerebro, cambios en el equilibrio hormonal o rasgos hereditarios.
Hay muchos síntomas diferentes relacionados a una depresión clínica, y se puede presentar una única vez en la vida o en muchas ocasiones. Momentos en los que las personas pueden tener sentimientos negativos extremos como tristeza, enojo o frustración. Pérdida del interés en sus actividades habituales, cambios en el sueño con insomnio o dormir excesivamente, mucho cansancio, ansiedad, falta de apetito, menor razonamiento, sentimiento de culpa o inutilidad, pensamientos relacionados a la muerte o padecimientos físicos inexplicables como dolores de cabeza.
En situaciones más graves se pueden presentar pensamientos suicidas, intentos de suicidio o el suicidio mismo.
Aunque frecuentemente muchas personas con depresión no tienen síntomas graves, es importante conocer cómo tratar la depresión.
Diagnóstico de depresión
Es importante que un especialista en salud mental diagnostique un trastorno depresivo, esta acción se puede realizar mediante diferentes métodos que incluyen una exploración física, análisis de laboratorio y una evaluación psiquiátrica.
Esto permitirá identificar las características particulares de la depresión y que pueden generar ansiedad, ataques maníacos, características melancólicas, golpes de alegría, delirios o alucinaciones, depresión durante el periparto (durante o después del embarazo), o como un patrón estacional que se relaciona a los cambios de la luz solar y las estaciones del año.
Se debe mencionar la existencia de otros tipos de trastornos donde la depresión es un síntoma más, como es el caso de los trastornos bipolares, la desregulación del estado de ánimo o el trastorno disfórico premenstrual asociado a los cambios hormonales previos al período menstrual, entre otros.
Tratamientos para depresión
Existen diferentes opciones eficaces para tratar a la mayoría de personas con depresión, estos incluyen psicoterapia y medicamentos. Aunque para casos de depresión grave es posible requerir una estancia hospitalaria o ingresar a programas ambulatorios para el tratamiento de los síntomas.
- Antidepresivos y otros medicamentos:
Para combatir la depresión hay muchos tipos de antidepresivos que se pueden indicar, pero es importante seguir las indicaciones médicas al pie de la letra, debido a que cada caso es único y de igual forma, la variedad y cantidad de medicamentos debe ser personalizado.
- Psicoterapia
Hay una amplia variedad de psicoterapias destinadas a tratar la depresión, como la terapia cognitivo conductual o la terapia interpersonal. Durante este tipo de apoyo la persona podrá adaptarse a sus crisis, identificar comportamientos negativos y encontrar mejores modos de enfrentar la depresión. Es importante hablar con un médico especializado para conocer los beneficios de cada tipo de terapia y elegir la más adecuada para cada caso.
Prevenciones ante la depresión
Aunque no hay una manera segura de evitar la depresión, existen diferentes medidas que se pueden tomar y que podrían ayudar a disminuir su nivel o aparición:
- Apóyate en familiares y amigos.
- Aprende a expresar tus sentimientos.
- Busca crear pensamientos positivos y mejorar tu autoestima.
- Crea rutinas diarias.
- Solicita ayuda con profesionales de la salud
- Lleva una dieta saludable.
- No consumas alcohol o drogas.
- Aprende a relajarte.
- No recurras a la automedicación.
- Realiza actividades que te hagan sentir bien.
- Realiza ejercicio de manera frecuente.
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Fuentes:
OMS
MedlinePlus
Mayo Clinic
