La neurocisticercosis o cisticercosis cerebral es una infección parasitaria del sistema nervioso central, causada por el estadio larvario de la Taenia solium o la solitaria del cerdo.
Cisticercosis cerebral
La neurocisticercosis ocurre cuando los huevos del parásito, ingeridos a través de agua o alimentos contaminados con heces humanas, se transforman en larvas que invaden los tejidos del cuerpo, incluyendo los músculos, los ojos y el cerebro.
La cisticercosis cerebral es una de las principales causas de epilepsia adquirida, especialmente en países en desarrollo al representar un importante problema de salud pública en regiones donde el saneamiento básico es deficiente.
El ciclo de vida de Taenia solium comienza cuando una persona consume carne de cerdo cruda o mal cocinada, la cual contiene quistes larvarios conocidos como cisticercos. Estos se desarrollan en el intestino delgado transformándose en tenias adultas que liberan huevos a través de las heces del portador, que pueden ser ingeridos por otro humano a través del agua. Aquí las larvas emergen y migran a través del torrente sanguíneo a los diferentes órganos.
Neurocisticercosis síntomas
Los síntomas de la neurocisticercosis son muy variables y dependen de la localización, el tamaño, la cantidad y el estado evolutivo de los quistes en el cerebro. Pero dentro de los principales síntomas se incluyen:
- Crisis convulsivas: son el síntoma más frecuente y pueden ser convulsiones focales o convulsiones generalizadas. Suelen ser la primera manifestación de esta enfermedad, e incluso pueden aparecer en personas que no hayan tenido antecedentes de epilepsia.
- Cefalea: el dolor de cabeza recurrente puede estar relacionado con hipertensión intracraneal, inflamación o hidrocefalia, que es la acumulación de líquido en el cerebro.
- Síndrome de hipertensión intracraneal: se llega a manifestar con vómito, pérdida de visión, somnolencia y, en casos severos, es posible que haya alteración del estado de conciencia.
- Alteraciones neurológicas focales: pueden incluir debilidad o pérdida de sensibilidad en una parte del cuerpo, esto variará en función a la ubicación del quiste en el cerebro.
- Déficits cognitivos: algunas personas pueden experimentar deterioro de la memoria, confusión o dificultad para concentrarse.
- Hidrocefalia obstructiva: esta condición se presenta en casos graves y sucede cuando los quistes bloquean el flujo normal del líquido cefalorraquídeo, causando hidrocefalia que puede ser potencialmente mortal en caso de no tratarse.
- Alteraciones psiquiátricas: se pueden desarrollar casos de ansiedad, depresión o psicosis, debido a la ubicación e impacto del parásito en el cerebro.
Neurocisticercosis tratamiento
El tratamiento de la neurocisticercosis es multidisciplinario y depende de factores como el estado de los quistes, el número de lesiones, la severidad de los síntomas y la respuesta individual del paciente.
Entre los principales abordajes terapéuticos está el uso de medicamentos antiparasitarios que están destinados a eliminar las larvas y destruir los quistes, aunque su administración puede causar inflamación temporal en el cerebro, que requiere un manejo adicional con corticosteroides.
Además, se puede requerir el uso de medicamentos antiepilépticos en aquellos pacientes que han desarrollado convulsiones.
En caso de que haya hipertensión intracraneal, se podría requerir la colocación de una derivación ventriculoperitoneal para drenar el líquido cefalorraquídeo sobrante del cerebro a través de un tubo delgado.
Algunos casos pueden requerir cirugía para realizar la remoción quirúrgica de los quistes, en caso de que estos estén causando síntomas graves, pero que también sean accesibles.
Adicionalmente, es importante el soporte integral que incluye rehabilitación neurológica, apoyo psicológico y monitoreo constante del paciente con el fin de prevenir recaídas.
Lo ideal es reducir la incidencia de neurocisticercosis o cisticercosis en general y esto se logra mejorando el saneamiento al consumir agua potable, contar con instalaciones de saneamiento adecuadas y educar sobre los hábitos higiénicos como el lavado de manos.
También es importante cocinar los alimentos de manera adecuada, especialmente la carne de cerdo; esta acción permite eliminar los cisticercos.
Aunque la neurocisticercosis es una enfermedad prevenible, aún representa una carga significativa en muchas partes del mundo, especialmente en aquellas regiones que cuentan con condiciones de salud limitadas.
Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden mejorar de manera significativa la calidad de vida de los pacientes.
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