El estrés en el ámbito laboral se ha vuelto tan común en los últimos años que los colaboradores, jefes, dueños de las empresas y líderes de las organizaciones, erróneamente lo ven como algo normal, una parte intrínseca de lo que implica realizar un trabajo remunerado.
De igual manera, todos los padecimientos que provoca la exposición prolongada a altos niveles de estrés, también son vistos como consecuencias naturales sin importar si son propias de las presiones cotidianas por cumplir metas, objetivos y horarios a los que estamos comprometidos en un contrato laboral.
Se concibe al estrés laboral como la reacción física y mental que el trabajador experimenta debido a las presiones constantes propias de sus funciones y actividades laborales, la sobrecarga de trabajo, la falta de reconocimiento o de capacitación y herramientas para desarrollar adecuadamente el trabajo, la baja remuneración y las relaciones laborales adversas, entre otros aspectos.
Desde hace décadas está plenamente demostrado que al enfrentar constantemente situaciones estresantes en el trabajo, el cuerpo y la mente pueden llegar a sufrir una serie de afecciones de diversa índole, tales como ansiedad, depresión, hipertensión arterial, dolores de cabeza, padecimientos musculoesqueléticos, dermatitis, trastornos del sueño, asma, tos crónica, enfermedades autoinmunes, problemas gastrointestinales como colitis y gastritis, síndrome de burnout, así como trastornos cardiovasculares que pueden llegar a generar ataques cardíacos y eventos cerebrovasculares.
El caso de los problemas musculoesqueléticos es significativo debido a que se trata de la principal afección provocada por el estrés laboral, erigiéndose como la principal causa de ausentismo e incapacidad laboral, destacando los problemas degenerativos de columna originados, además del estrés y tensiones, por malas posturas, movimientos repetitivos, sedentarismo y nutrición inadecuada.
¿Cuáles son los problemas musculoesqueléticos más frecuentes generados por estrés laboral?
Las zonas corporales más afectadas por los problemas musculoesqueléticos son el cuello, la espalda, los hombros, los codos, las manos y las muñecas; expresados en afecciones como lumbalgia, tendinitis, el síndrome cervical por tensión, la epicondilitis, la bursitis, el síndrome del túnel carpiano y el síndrome del hombro doloroso, entre otras.
¿Cuáles son las causas más comunes de estrés laboral?
El origen del estrés laboral es multifactorial y sus causas específicas dependen de cada individuo y caso, pero existen algunas que suelen ser las más comunes generadoras de estrés laboral como: las responsabilidades laborales, el cumplimiento de metas y objetivos, el desempeño, el apoyo para realizar las funciones del puesto, las relaciones laborales entre compañeros y con las figuras de liderazgo, la descripción del puesto apegada a la realidad cotidiana, el reconocimiento y la adaptación al cambio organizacional.
Dentro de estas áreas pueden presentarse diversas situaciones que son potencialmente generadoras de estrés laboral, entre ellas el exceso de trabajo (en cantidad y en tiempo), la falta de capacitación y de herramientas para realizar el trabajo adecuadamente, el ambiente laboral tóxico (entre jefe y subordinado o entre compañeros), la disociación entre la descripción del puesto y las funciones que desempeña el trabajador en realidad, la falta de sentido de pertenencia a la empresa y el desconocimiento del impacto real de su labor individual en los objetivos colectivos.
¿De qué manera es posible combatir el estrés laboral y prevenir los problemas musculoesqueléticos?
Es posible combatir el estrés laboral desde una perspectiva personal cambiando hábitos, planeando y realizando pequeñas actividades que te ayudarán a reducir el estrés.
Lo primero es planear adecuadamente tus actividades diarias, tomando en cuenta el tiempo disponible y la carga de trabajo, estableciendo descansos periódicos, momentos de relajación y de actividad física en la oficina.
Asimismo, aliméntate adecuadamente, duerme lo suficiente, haz ejercicio, practica yoga y meditación, encuentra equilibrio entre tu vida profesional y personal, no sacrifiques una a costa de la otra.
Vigila constantemente tu posición corporal al estar sentado frente a la computadora, la disposición de la pantalla, el teclado, el mouse, la distancia y altura de la silla, entre otros aspectos.
Establece una comunicación cordial y respetuosa con tus jefes y compañeros de trabajo, recuerda que todo suma para tener un ambiente laboral sano.
Cuando no estés trabajando, disminuye tu tiempo de exposición a computadoras, tablets, celulares, videojuegos y demás dispositivos electrónicos. Hacerlo te desintoxicará de las altas horas que pasas frente a una computadora en el trabajo.
Fuentes:
novages, ve.scielo, insp, osha.europa, lamenteesmaravillosa, isymuv
