Si alguna vez te has sentido agotado realizando tus actividades laborales cotidianas e incluso esa fatiga ha continuado después de descansar, extendiendo ese cansancio a varios meses, podrías padecer del síndrome de fatiga crónica sin saberlo.
Todavía se desconocen las causas, pero se sabe que existen múltiples factores que pueden desencadenarlo, entre ellos el sometimiento a un estrés continuo, actividades excesivas continuas sin reposo, herencia genética, procesos infecciosos y alteraciones metabólicas diversas.
Existen diversos síntomas que pueden ayudarte a saber si padeces el síndrome de fatiga crónica, tales como experimentar un cansancio severo y continuo que persiste incluso después de descansar.
Asimismo, puedes padecer trastornos del sueño que no te permitan dormir en tiempo y forma, pasar por episodios depresivos y de ansiedad recurrentes.
Puedes sentir una fatiga que se incrementa posterior a la realización de esfuerzos físicos o mentales, tener problemas de concentración y dificultades para pensar con claridad.
Si padeces un malestar general permanente, acompañado de mareos y dolor muscular y articular; experimentando jaquecas frecuentes aunadas a una mayor sensibilidad a la luz, el sonido y los aromas; es probable que padezcas el síndrome de fatiga crónica.
Es importante no confundir estos síntomas con los de otras enfermedades o pensar que el cansancio es crónico por sentirlo después de una semana extenuante de trabajo, un viaje o actividades excesivas. Sentirse cansado en esas circunstancias es normal, pero no lo es, cuando, a pesar de no haber hecho mayores tareas y esfuerzos, la fatiga aparece y perdura por un largo periodo independientemente de nuestra carga de trabajo o actividades.
Recomendaciones para tratar el síndrome de fatiga crónica:
Si experimentas algunos de los síntomas mencionados, acude a consulta médica de inmediato para recibir un diagnóstico certero y comenzar a tratarte oportunamente.
Una vez confirmado el padecimiento, por ser crónico, el tratamiento busca el control de los síntomas, identificando los posibles detonantes para evitarlos y tomar medicamentos (analgésicos y antidepresivos), según el caso, para que tu calidad de vida mejore y puedas llevar a cabo tus actividades cotidianas de manera normal.
Es importante que con ayuda de un terapeuta físico establezcas un programa de actividad física moderada diaria para ayudarte a sobreponerse al cansancio y mantenerte en forma, evitando el sobrepeso y la obesidad.
Asegúrate de llevar una dieta saludable que incluya frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras, evitando grasas saturadas, alimentos procesados y comida rápida.
Aprende técnicas de relajación, respiración y meditación, que te ayudarán a controlar tus niveles de estrés y a sentirte más tranquilo y en paz. Si puedes combinarlas con yoga o tai chi, el efecto benéfico será mucho mayor.
Debes también identificar con cuáles situaciones o actividades se desencadena en evento de cansancio excesivo para tratar de evitarlos en lo posible. De esta manera estarás previniendo episodios adversos que detonen el síndrome de fatiga crónica.
Fuentes:
medlineplus.gov, elsevier.es, clinicbarcelona.es