La salud mental es parte integral del bienestar general de toda persona para tomar decisiones acertadas y establecer relaciones sanas con los demás. Ayuda a enfrentar el estrés de la vida, trabajar de manera más productiva y mantener un estado físico saludable.
Existen diferentes circunstancias que pueden afectar la salud mental, entre ellas, las experiencias vividas, antecedentes familiares, factores biológicos, los hábitos y estilo de vida.
Hoy en día, muchas empresas están implementando programas que fomenten la salud mental de sus colaboradores, mediante actividades físicas y socio-culturales, conscientes de que estas pueden generar mayor productividad, motivación y satisfacción laboral en sus equipos de trabajo, así como reducir el ausentismo y mejorar en la retención de talento humano.
Sin embargo, la salud mental también es responsabilidad del trabajador, de ahí que frente a las exigencias actuales del mundo laboral, incorpores a lo largo de tu jornada de trabajo pequeños descansos programados que te ayuden a tener un mejor rendimiento, así como a tu capacidad de concentración y el incremento de tus niveles de energía.
Quizás para ti, por tu formación familiar y académica, te sea difícil tomar estos descansos porque puedes sentir que estás incumpliendo con tus actividades, pero debes considerar que justamente esos momentos son los que te dan la oportunidad de levantarte y estirarte, tomar un refrigerio y buscar alivio del estrés.
Diversos estudios han demostrado que el hecho de permanecer enfocados en una sola tarea durante mucho tiempo, lejos de ser algo productivo, genera todo lo contrario. De ahí la importancia de tomar descansos mentales breves y programados que te permitan liberar el estrés, reagruparte y volver a enfocarte, en lugar de seguir luchando por concentrarte en algo en lo que tu cabeza no da más.
Es importante que encuentres el momento adecuado para tomar dichos descansos programados, principalmente, si notas las siguientes señales de alarma:
- Llevas mucho tiempo dedicado a una sola tarea.
- Te resulta difícil concentrarte en cualquier cosa.
- Sientes tu cuerpo entumido y la vista cansada.
- Tienes hambre y necesitas tomar un refrigerio saludable.
- Sientes frustración, fastidio, ansiedad, estrés o agotamiento.
- Estás fatigado de varias juntas y reuniones presenciales o virtuales en un mismo día.
Un consejo práctico que te ayudará a incorporar estos descansos breves y programados durante tu jornada laboral, es establecer alarmas, recordatorios o notas que te recuerden hacer un alto en tus funciones para descansar, así como el momento de retornar a tus actividades.
También puedes configurar estos avisos con rutinas de ejercicio y técnicas de respiración para liberar endorfinas y desconectarte de la tecnología digital. Cualquiera que sea la herramienta que elijas para esto, asegúrate de cumplirla y hacerte responsable.
Aprender a tomarse descansos programados te ayudará a cuidar tu salud mental y física, así como tu bienestar, ya que te permitirá, entre otras cosas, descansar y recargar energías, fomentar tu creatividad, mejorar tu rendimiento laboral, trabajar con más fuerza y ánimo, reducir el estrés y el agotamiento, así como volver a enfocarte en tus tareas.
Fuentes:
who, mayoclinic, consaludmental, ioeemp, workmeter
