Se sabe que las exigencias del mundo laboral y el acelerado ritmo de vida que llevamos, ocasiona que continuamente manejemos niveles altos de estrés, los cuales pueden perjudicar seriamente nuestra salud física, emocional y mental.
Debido a lo anterior, resulta fundamental incorporar a nuestra rutina diaria una serie de técnicas que nos ayuden a relajarnos y a encontrar un balance en la vida personal, laboral y social.
Una de estas herramientas, que además no tiene costo y es uno de los poderes más sobresalientes que tenemos los seres humanos es la respiración, que sabiéndola usar de manera adecuada, nos ayuda a relajarnos, aquietarnos, y centrarnos. Además, puede influir positivamente en nuestra postura y movimiento.
Por ello, debemos aprender a respirar de manera consciente, controlando el ritmo y la profundidad de la misma, enfocando la atención en nuestro propio cuerpo, anclándonos en el momento presente, aquí y ahora, para observar y equilibrar tus emociones, a fin de que no te dejes llevar por ellas.
Se sabe que cuando respiramos profundamente, es decir, desde el abdomen, aumentamos la cantidad de oxígeno en la sangre, ayudamos a reducir la presión arterial y la frecuencia cardíaca, y logramos disminuir la tensión muscular.
La respiración afecta, principalmente, los sistemas nervioso y cardiovascular, por eso cuando le prestamos atención y la usamos adecuadamente, nos ayuda a lidiar con el estrés y la ansiedad.
Para sentir los beneficios de la respiración consciente debemos hacerlo de manera correcta, esto quiere decir, respirar profundamente con el diafragma, hacer inhalaciones lentas y exhalaciones largas. Modificar la respiración repercute favorablemente sobre la cantidad de oxígeno que recibimos y ejerce un efecto en la cantidad de sangre que bombea el corazón.
A continuación te compartimos estos ejercicios sencillos que te ayudará a practicar una respiración profunda:
- Siéntate cómodamente.
- Inhala por la nariz hasta que tu estómago se llene de aire.
- Exhala lentamente por la nariz.
- Pon una mano en tu pecho y la otra en tu abdomen e inhala (la mano sobre el estómago debe levantarse más que la del pecho).
- Exhala y siente tu abdomen más bajo.
- Intenta hacer entre 6 y 10 respiraciones lentas y profundas durante 10 minutos diarios.
Otra técnica de respiración sencilla que te ayudará a desestresarte, consiste en sentarte sobre una silla y comenzar a inhalar contando hasta cuatro, después exhala en cuatro tiempos. Inhala y exhala siempre por la nariz. En la medida que vayas avanzando, intenta aspirar y expirar contando hasta seis, ocho o diez.
Este tipo de respiración te ayudará a relajar el sistema nervioso y a aumentar la concentración. Te recomendamos hacerla por las mañanas y, especialmente, por las noches, antes de irte a dormir, ya que te ayudará a tener un sueño reparador y levantarte con mayor energía y mejor ánimo.
Para aminorar la tensión corporal, realiza respiraciones profundas y lentas, comienza inhalando por la nariz contando hasta cinco mientras tensas tus pies y exhalas por la boca contando hasta cinco relajándose. Repite el procedimiento tensando diferentes zonas de tu cuerpo como rodillas, muslos, glúteos, pecho, brazos, manos, cuello, mandíbula y ojos.
Cualquier técnica de respiración, como todo en la vida, requiere práctica y disciplina, pero los beneficios que te traerá hacerlo de manera continua, son muchos y variados, así que ponte en marcha.
Fuentes:
fundaciondelcorazon, medlineplus, cigna, mayoclinic, modernheartandvascular