El tromboembolismo pulmonar, también conocido como TEP o tromboembolia pulmonar es una enfermedad que puede llegar a ser fatal, al presentarse de forma asintomática, a pesar de que puede ser de gravedad.
Qué es una trombosis pulmonar
El tromboembolismo pulmonar se define como la obstrucción de las arterias pulmonares y/o sus ramas por un trombo o coágulo (en la gran mayoría de los casos), grasa, aire, tumores o materiales extraños, que provienen de otra parte del cuerpo, o fuera del mismo.
Síntomas de tromboembolismo pulmonar
El tromboembolismo pulmonar puede ser sintomático o asintomático; por la cronología puede ser aguda, subaguda o crónica; por su gravedad, hemodinámicamente estable o inestable (presión arterial baja).
La mayoría de los tromboembolismos pulmonares son por trombos que se originan en los miembros inferiores.
La presentación es tan variable que va de ningún síntoma a muerte súbita. Los síntomas más frecuentes son: falta de aire, dolor en el pecho, tos, y síntomas asociados a trombosis venosa profunda (TVP) de miembros inferiores.
TEP diagnóstico
El diagnóstico se realiza con escalas de probabilidad clínica (escala de Wells), laboratorios (dímero D) y estudios de imagen, dentro de los cuales el más empleado es la angio-tomografía con protocolo de trombosis venosa profunda y tromboembolismo pulmonar.
Una vez diagnosticado el tromboembolismo pulmonar, se deben establecer las medidas necesarias para mejorar los signos y síntomas, principalmente la estabilización hemodinámica y el porcentaje de oxigenación en la sangre.
Tratamiento para tromboembolismo pulmonar
El pilar del tratamiento del tromboembolismo pulmonar es la anticoagulación, la cual se debe iniciar de inmediato.
Se debe valorar la necesidad de trombolisis (dilución del coágulo) mediante técnicas mecánicas, farmacológicas o ambas. También se debe considerar la colocación de un filtro en la vena cava en casos bien seleccionados.
El tromboembolismo pulmonar se puede complicar con tromboembolismos pulmonares recurrentes o cor pulmonale, una condición en la que el corazón se ve afectado por la hipertensión en el sistema arterial pulmonar.
Si la TEP se deja sin tratamiento, tiene una mortalidad del 30%.
La anticoagulación se debe mantener por períodos prolongados de entre ocho a 18 meses.
En el área de Enfermedad vascular, arterial y venosa del Centro Médico ABC te podemos dar atención especializada ¡Contáctanos!
Fuente:
Dr. Claudio Alberto Ramírez Cerda – Médico especialista en Cirugía Vascular y Endovascular del Centro Médico ABC.
NIH, Fundación Española del Corazón, Elsevier